El ¡®laboratorio¡¯ belga
La comunidad german¨®fona de B¨¦lgica adopta un sistema permanente de consulta a los ciudadanos basado en el sorteo
El pueblo ingl¨¦s cree que es libre. Pero se equivoca, porque solo lo es durante la elecci¨®n de los miembros del Parlamento; en cuanto resultan elegidos, se convierte en esclavo, en nada¡±. Esta frase no es de Nigel Farage ni Boris Johnson, sino que data de 1762 y est¨¢ sacada del Contrato social de Jean-Jacques Rousseau. Un libro que los partidarios del Brexit deber¨ªan haber le¨ªdo, porque se habr¨ªan enterado de que la mejor manera de liberar al elector-esclavo y darle la palabra no es el refer¨¦ndum, sino que ser¨ªa mucho m¨¢s eficaz probar con una asamblea de ciudadanos escogidos por sorteo.
Otros art¨ªculos de la autora
Contra las elecciones: este es el t¨ªtulo del pol¨¦mico libro que descubri¨® B¨¦lgica en 2013, firmado por el historiador, arque¨®logo y escritor David van Reybrouck. En el curriculum vitae de este joven intelectual no hay nada que haga pensar que hubiera perdido la cabeza cuando, para revitalizar una democracia an¨¦mica, propuso el m¨¦todo del sorteo. Su libro es resultado de una investigaci¨®n cient¨ªfica y una experiencia real. En 2011, su grupo, G1000, reuni¨® en Bruselas a 704 ciudadanos belgas, escogidos por sorteo, para debatir temas seleccionados mediante una consulta en Internet.
?Humo de pajas? Fueron muchos los que, a partir de entonces, se re¨ªan por lo bajo cada vez que se dec¨ªa ¡°G1000¡± en los c¨ªrculos pol¨ªticos. Pero este ovni acaba de reaparecer. La comunidad german¨®fona de B¨¦lgica acaba de adoptar un sistema permanente de consulta a los ciudadanos basado en el sorteo: por una parte, un consejo de 24 personas que fija el programa de consultas, y, por otra, una asamblea ciudadana (B¨¹rgerversammlungen) cuyos miembros se eligen mediante un sorteo ponderado por criterios de sexo, edad y educaci¨®n. Se les remunerar¨¢ por su labor, no tienen que ser belgas y se renovar¨¢n por tercios cada seis meses.
?Parece f¨¢cil en una regi¨®n cuya poblaci¨®n cabe en una cabina telef¨®nica? Los autores rechazan el argumento: aunque Eupen tenga una mentalidad muy provinciana en su regi¨®n de 76.000 habitantes, sus poderes son equivalentes a los de Renania del Norte-Westfalia, Catalu?a o Escocia.
El sistema consiste en un consejo de 24 personas que fija el programa de consultas y una asamblea ciudadana cuyos miembros se eligen a suerte
La lectura de Contra las elecciones es lo que movi¨® a actuar a Olivier Paasch, ministro presidente de la comunidad german¨®fona. Llam¨® al autor para preguntarle: ¡°?Eso existe en alg¨²n sitio?¡±, y obtuvo una respuesta negativa: ¡°Ustedes pueden hacer historia¡±. Y he aqu¨ª que, tres meses antes de las elecciones federales y regionales belgas, el decreto de creaci¨®n de esta especie de ¡°Senado¡± compuesto por ciudadanos fue aprobado un¨¢nimemente el lunes pasado por el Parlamento de la tercera comunidad de B¨¦lgica. Entre la primera llamada de tel¨¦fono y esta votaci¨®n ha habido grupos de trabajo y 13 expertos llegados de Australia, Irlanda y Polonia para debatir durante una semana con los german¨®fonos, bajo los auspicios del G1000. Este ¨²ltimo forma parte desde hace dos a?os de Democracy R&D, una red que agrupa a los australianos, brasile?os, japoneses y muchos m¨¢s interesados en la democracia colaborativa y los sorteos. El G1000 obtuvo recientemente el apoyo econ¨®mico de la Open Society Initiative for Europe del hombre de negocios George Soros.
?Dinero para hacer qu¨¦? ¡°Mostremos a Europa lo que sucede en?Eupen¡±, declar¨® el intelectual y activista la semana pasada a Le?Soir. Van a organizarse ¡°cursos de verano¡± en Eupen para dar a conocer el modelo ¡°de los cantones del Este¡± a alcaldes belgas y extranjeros. ¡°Pawel Adamowicz, el alcalde polaco de Gdansk, defensor de la participaci¨®n ciudadana, iba a ser nuestro primer conferenciante; por desgracia, lo asesinaron¡±, a?ade Van Reybrouck.
¡°No hay nada mejor ni m¨¢s leg¨ªtimo, para o¨ªr a los ciudadanos, que las elecciones¡±, afirmaba la semana pasada un (viejo) pol¨ªtico belga flamenco en un estudio de televisi¨®n. ¡°El sorteo es una cosa simp¨¢tica, pero no me gusta demasiado¡±. Tonter¨ªas y ceguera, responde el fundador del G1000, que menciona el ejemplo de Irlanda. El mundo pol¨ªtico, que se debat¨ªa sin soluci¨®n con unos problemas tan delicados como el aborto y el matrimonio homosexual, los remiti¨® a un panel de 99 ciudadanos seleccionados por sorteo, a los que permiti¨® modificar la Constituci¨®n. Otros casos de consultas sin relaci¨®n directa con el G1000 son el de la ciudad de Amberes, que pudo superar as¨ª unos terribles enfrentamientos por las restricciones de tr¨¢fico.
No puede extra?ar que David van Reybrouck estuviera en la cabeza de la manifestaci¨®n de Youth for Climate en Bruselas, junto a la madre de la l¨ªder, de 17 a?os, Anuna De Wever. Las marchas estudiantiles se producen todos los jueves, otra expresi¨®n ciudadana, pac¨ªfica e innovadora que ha trastocado desde hace ocho semanas la agenda pol¨ªtica belga y ha impuesto el clima a los partidos que esperaban enardecer al votante a prop¨®sito de la inmigraci¨®n o el confederalismo.
B¨¦atrice Delvaux es excolumnista de Le Soir.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia
? Lena (Leading European Newspaper Alliance)
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