Gila, sublimaci¨®n de la mugre
Su humor, asociado al escalofr¨ªo distante de una Guerra Civil, no sufrir¨¢ desgaste mientras no se resuelva el reconocimiento de las v¨ªctimas del franquismo
Andr¨¦ Comte-Sponville defini¨® el humorismo como re¨ªrse de lo que no es divertido. Pues bien, Miguel Gila, nacido en 1919, dedic¨® su vida profesional a re¨ªrse de lo que no era divertido. Podr¨ªamos decir que sublim¨® el sustrato mugriento del franquismo (pol¨ªtico y sociol¨®gico) en una risa liberadora en la que hab¨ªa mucho de absurdo. Describi¨® una sociedad tullida, m¨¢s por dentro que por fuera, quebrada por un miedo cerval a la represi¨®n latente, con la prosa de la risa amarga necesaria para la supervivencia del humorista y para la salud mental del espectador. Sus mon¨®logos con boina y camisa roja pintan el desdichado horizonte de una posguerra que dur¨® hasta 1975 con un pincel surreal. El modelo ¡°no soy cojo, es que me fusilaron mal¡± hace comparecer a la realidad franquista mediante el campanillazo de un chiste negro deudor de Quevedo (¡°soy entre cojo y reverencias¡±).
Como todo el mundo sabe, a Gila, afiliado a la UGT y a las Juventudes Socialistas, lo fusilaron los golpistas de Franco. Pero lo fusilaron mal. Sobrevivi¨® bajo los cad¨¢veres amontonados ¡ªa sus compa?eros los fusilaron bien¡ª por el procedimiento tan espa?ol de ¡°hacerse el muerto¡±, tan ¨²til en los fusilamientos como en la vida cotidiana. Desaparecer, callar, no significarse, es pr¨¢ctica muy recomendada en la gram¨¢tica parda y desde el recelo hist¨®rico propio de un pa¨ªs que ha castigado la discrepancia con furia tribal, con el exilio y, demasiadas veces, con la muerte. Gila visti¨® el patetismo espa?ol de catetismo, dibuj¨® el tel¨®n de fondo con m¨ªseros tullidos y se gan¨® a un p¨²blico que entend¨ªa los telefonazos al enemigo como una terapia para conjurar el miedo arraigado en el subconsciente por el hambre y las represalias.
Dec¨ªa Pitigrilli que ¡°el humor se deteriora a los 25 a?os, como m¨¢ximo¡±. Quiz¨¢. Pero el humor de Gila, asociado al escalofr¨ªo distante de una Guerra Civil, no sufrir¨¢ desgaste mientras no se resuelva el reconocimiento de las v¨ªctimas del franquismo. En favor de Gila trabaja el inconsciente colectivo que aline¨® a los humoristas frente a una sociedad indecente. Como prueba, sirva una vi?eta de Chumy Ch¨²mez que conecta a Gila con el dibujante vasco. ¡°Yo soy pobre, pero honrado¡± dice el qu¨ªdam con boina. ¡°No me extra?a¡±, replica un preboste que bien podr¨ªa trasladarse a la fauna pol¨ªtica y econ¨®mica de la Espa?a actual; ¡°las desgracias nunca vienen solas¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.