9 fotosMujeres a la universidad pakistan¨ª por goleadaEl f¨²tbol puede significar estudio y emancipaci¨®n femenina en las altas monta?as del Karak¨®rumEl Pa¨ªsPakist¨¢n - 25 mar 2019 - 00:04CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceLas hermanas pakistan¨ªes Karishma y Sumaira Inayat han decidido cortar los estereotipos de ra¨ªz e irrumpir en un mundo tradicionalmente masculino como es el del f¨²tbol. Para ello han llevado su pasi¨®n por el bal¨®n a Shimshal, a 3.200 metros de altitud en las cumbres m¨¢s altas del Karak¨®rum, donde empiezan a formar una revoluci¨®n vinculada al estudio y la emancipaci¨®n. Paolo Petrignani"Queremos traer el cambio y acabar con los estereotipos sobre las chicas", afirma Karishma (en la imagen). Para las ni?as y las j¨®venes del pueblo existe un futuro mejor que acarrear cubos de agua del arroyo a la cocina. "En las aldeas de monta?a la calidad de la educaci¨®n es baja. Para muchas chicas el ¨²nico futuro posible es un matrimonio precoz", consideraPaolo Petrignani"Las dos hemos recibido una beca para la universidad gracias a nuestros m¨¦ritos deportivos. Estamos convenciendo a la universidades de Pakist¨¢n de que concedan m¨¢s a nuestras compa?eras del valle de Hunza", cuenta Sumaira. Otras compa?eras ya han recibido una beca para estudiar en Lahore o en otras ciudades. Paolo PetrignaniLas hermanas Inayat, en la imagen, organizaron en 2017 el primer campeonato de Shimshal, en el que participaron j¨®venes de entre 12 y 20 a?os. El apoyo de las familias al torneo super¨® las expectativas de las organizadoras. La edici¨®n siguiente ya hab¨ªa corrido la voz, y se sumaron al encuentro nuevas jugadoras procedentes de pueblos situados a ocho y 10 horas de coche. "En el campamento de entrenamiento tuvimos por lo menos 100 participantes", cuenta Karishma. Paolo PetrignaniEn la imagen, una carpinter¨ªa de mujeres en Karak¨®rum da trabajo a unas 20 de ellas. Aqueela Bano, directora del establecimiento, asegura que es muy dif¨ªcil que una mujer pobre encuentre empleo. "Las diferencias de clase todav¨ªa tienen mucha importancia. Las clases altas no se interesan por la pobreza, y la desigualdad es muy grande. Tenemos trabajadoras que gracias a este empleo est¨¢n saliendo de la pobreza", explica.Paolo PetrignaniShanina Batool se ha hecho electricista rodeada por el escepticismo de los hombres en el Gilgit-Baltist¨¢n. "Me preguntaban por qu¨¦ hac¨ªa un trabajo de hombres. No s¨¦ por qu¨¦, pero siempre he cre¨ªdo que ten¨ªa talento para reparar aparatos el¨¦ctricos, as¨ª que he hecho lo que me parec¨ªa que ten¨ªa que hacer", se?ala. Paolo PetrignaniFiza Rasol, dirige junto con otras 25 mujeres una cooperativa para el cultivo del albaricoque en el pueblo de Thorgu, cerca de Skardu, en una zona m¨¢s conservadora del pa¨ªs. Y el encuentro tiene lugar en presencia de su marido, amable pero siempre alerta.Paolo PetrignaniEntre otros proyectos dirigidos a promover la actividad empresarial femenina se encuentran las escuelas de talla de piedras preciosas, tan abundantes en estas monta?as. "Estoy orgullosa de mi trabajo, de ser independiente y de poder contribuir a la familia", declara Nasreen Rani, cofundadora del primer taller de estas caracter¨ªsticas formado totalmente por mujeres de Karimbad, antigua capital de Hunza.Paolo PetrignaniImagen nocturna de Karimabad, una de las poblaciones m¨¢s antiguas del reino de Hunza, por donde pasaba la Ruta de la Seda y se suced¨ªan frecuentes asaltos por parte de los bandidos.Paolo Petrignani