10 fotosSupervivientes del rechazo y el insultoEstas son las historias de algunas personas que se vieron obligados a huir de su pa¨ªs por su orientaci¨®n sexual o identidad de g¨¦nero y pidieron refugio en Espa?aEl Pa¨ªs27 mar 2019 - 00:18CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEsta serie de im¨¢genes de Chech¨¦ D¨ªaz formaron parte del proyecto 'Orgullo de Valientes' de la Fundaci¨®n La Merced Migraciones. Estas fotograf¨ªas cuentan la historia de aquellos que se ven obligados a huir de su pa¨ªs por su orientaci¨®n sexual o identidad de g¨¦nero y piden refugio en Espa?a. Este es Manuel, de Venezuela. ¡°Pens¨¦ que al admitir mi solicitud de asilo todo empezar¨ªa de nuevo, sin embargo la Tarjeta Roja solo supone el inicio de un tiempo de espera impredecible¡±, cuenta. Las personas solicitantes de asilo reciben la tarjeta roja, un documento provisional que les autoriza a permanecer en Espa?a hasta que se resuelva su solicitud. Cada seis meses debe renovarse esta tarjeta hasta su resoluci¨®n definitiva. El car¨¢cter provisional y el desconocimiento de la 'Tarjeta Roja' por parte de la sociedad, incluso de la propia Administraci¨®n, dificulta la integraci¨®n y cierra muchas puertas en el acceso al empleo, la vivienda, la sanidad y otros servicios. Las personas solicitantes de asilo tienen derecho a la protecci¨®n del Sistema de Acogida e Integraci¨®n, pero los plazos de la Administraci¨®n para poder acceder se dilatan en el tiempo. Es por ello que muchas personas se ven obligadas a vivir en situaci¨®n de calle. A lo vivido en origen se suman esta extrema vulnerabilidad, donde adem¨¢s se pueden enfrentar a situaciones de violencia por su orientaci¨®n sexual e identidad de g¨¦nero. Es el caso de Pedro: ¡°Nunca imagin¨¦ que vivir¨ªa en albergues para personas sin hogar. Sin embargo, las experiencias vividas me acompa?ar¨¢n siempre¡±.Las personas solicitantes de asilo se ven obligadas a marcharse y abandonar lo que han construido a lo largo de su vida. El proceso de asilo no es f¨¢cil emocionalmente por la gran incertidumbre que genera. Al temor real por la propia vida se le suma el desarraigo que produce saber que no podr¨¢s volver. ¡°En mi pa¨ªs trabajaba como gerente en el sector aeron¨¢utico, sin embargo el constante acoso por mi ideolog¨ªa pol¨ªtica y mi orientaci¨®n sexual me oblig¨® a marchar. Hoy miro al futuro con incertidumbre, pero confiando en retomar mi pasado¡±, apunta Jefferson.El VIH es una realidad invisibilizada en el mundo. El desconocimiento social y la carga moral incrementan el rechazo y el aislamiento. A esto se suma que el acceso limitado a tratamientos en algunos pa¨ªses es un factor de riesgo para la propia vida. Ser LGTBI y vivir con VIH supone un doble estigma que aumenta la invisibilidad.Hay pa¨ªses en los que la vida de las personas LGTBI+ no tiene valor. Son asesinadas y maltratadas con total impunidad. Algunas llegan a creer o sentir que son inferiores, indignas y que no se merecen el reconocimiento de sus derechos. Llegan, incluso, a renunciar a su propia identidad. Otras consiguen empoderarse y vivir seg¨²n su identidad sexual, convirti¨¦ndose en referentes para otras personas."Los insultos, el rechazo y las vejaciones por mi identidad sexual fueron una constante en mi vida. Sin embargo, lejos de hundirme me hicieron m¨¢s fuerte", asegura Juan.Algunas personas LGTBI+ ejercen un fuerte activismo en su pa¨ªs para defender sus derechos, no solo del colectivo, sino tambi¨¦n del conjunto de la ciudadan¨ªa. Esta importante lucha pone en riesgo sus vidas y les obliga a salir del pa¨ªs. Esta fotograf¨ªa muestra a Manuel, de Venezuela. ¡°El l¨ªquido anti¨¢cido me ayudaba a sobrellevar los efectos de los gases lacrim¨®genos que la polic¨ªa utiliza para disolver las manifestaciones en defensa de los Derechos Humanos", detalla.¡°Siempre supe que era mujer, aunque mi entorno y la sociedad nunca lo aceptaron. No quiero seguir en la oscuridad, encerrada en una prisi¨®n invisible. Necesito ser libre, ser yo misma¡±, declara Carol. Las personas trans sufren una especial situaci¨®n de persecuci¨®n, incluso en pa¨ªses donde las leyes protegen o garantizan derechos del colectivo LGTBI+. Ven negados derechos humanos fundamentales, llegando a ser asesinadas con total impunidad. El acceso al mercado laboral es una utop¨ªa para ellas. Las personas LGTBI+ solicitantes de asilo y refugio, merecen un reconocimiento de su identidad y de su vivencia, no solo por parte de la Administraci¨®n en la concesi¨®n del asilo, sino tambi¨¦n por la ciudadan¨ªa. ¡°Nunca me gustaron las etiquetas, yo soy Juan, no necesito otras clasificaciones o estereotipos. Soy una persona¡±, se reafirma Juan.¡°So?aba con ser realmente el protagonista de mi vida. Tener la libertad de poder expresarme y vivir sin sentir miedo o desprotecci¨®n¡±, afirma Pedro. El reconocimiento de derechos del colectivo LGTBI+ en Espa?a ha posicionado a nuestro pa¨ªs como referente en esta materia. Sin embargo, la Administraci¨®n a¨²n aplica el ¡°requisito de discreci¨®n¡± en los procedimientos de asilo, seg¨²n el cual la persona podr¨ªa estar segura en su pa¨ªs si oculta su orientaci¨®n sexual o identidad de g¨¦nero. Existen pa¨ªses en los que la expresi¨®n de la identidad de g¨¦nero o la orientaci¨®n sexual est¨¢ penalizada. Para personas que huyen de estos lugares, observar la libertad para las personas LGTBI+ aqu¨ª es una ventana abierta a la esperanza. Sin embargo, las personas racializadas pueden sufrir otro estigma que no hab¨ªan experimentado. En Espa?a ser mujer, negra y LGTBI+ deber¨ªa ser una potencialidad de la diversidad, pero, habitualmente, se convierte en una triple discriminaci¨®n. "Llegar a Chueca fue una mezcla de felicidad y desconcierto. Felicidad, porque nunca hab¨ªa visto a personas homosexuales expresarse con tanta libertad. Desconcierto, porque las mujeres negras y lesbianas parece que no formamos parte de esta diversidad", asegura Aba.