En los cristales de la pir¨¢mide del Museo del Louvre, que el viernes cumple aniversario convertida en un emblema m¨¢s de la ciudad, ya no quedan cicatrices de la controversia que provoc¨® su dise?o vanguardista en medio de un palacio neocl¨¢sico
Agencias
No es la primera vez, recuerda en conversaci¨®n con Efe Jack Lang, el ministro socialista de Cultura que impuls¨® el proyecto en los a?os ochenta, que un gran monumento despierta la furia ciega de los puristas antes de pasar a engrosar la n¨®mina de los s¨ªmbolos de Par¨ªs. En la imagen, vista de las obras de construcci¨®n del nuevo acceso al Louvre en 1987.Patrice Astier (EFE)"Nos dec¨ªan que est¨¢bamos asesinando un palacio de la ¨¦poca de Felipe Augusto", rememora Jack Lang, que convenci¨® al presidente Fran?ois Mitterrand de llevar adelante el proyecto contra viento y marea. En la imagen, Mitterrand (segundo por la izquierda) durante su visita a las obras en 1988.Marc Riboud (Museo Louvre) (EFE)La pir¨¢mide, que atrajo todas las cr¨ªticas, era el elemento central de una profunda transformaci¨®n del museo, algo anquilosado, que prestaba una de sus alas laterales al Ministerio de Finanzas y otra zona a un aparcamiento. En la imagen, un momento de su construcci¨®n.Patrick KOVARIK / AFPEl proyecto arquitect¨®nico consist¨ªa en dotarle de un gran vest¨ªbulo que diera acceso a las diferentes alas del museo. "Para ese fin, la pir¨¢mide era como una evidencia", asegura Jack Lang, que recuerda que la primera vez que vio el monumento acristalado no se sorprendi¨®. En la imagen, trabajos de construcci¨®n de la pir¨¢mide del Louvre, en agosto de 1987.PATRICK KOVARIK (AFP)Cuando en 1984 se filtr¨® la maqueta, arreciaron los ataques. "Me criticaban a m¨ª, pero muchos quer¨ªan debilitar al presidente", asegura Jack Lang, el ministro socialista de Cultura que impuls¨® la remodelaci¨®n: "Nos permiti¨® popularizar el proyecto, explicarlo mejor, contar que se trataba de una reforma m¨¢s profunda". En la imagen, el arquitecto que dise?¨® la pir¨¢mide del Louvre, Ieoh Ming Pei. Imagen sin datar.Marc Riboud (EFE)La prensa se ensa?¨® con el presidente Fran?ois Mitterrand, a quien acusaron de querer convertirse en el "primer fara¨®n" de Francia, recuerda el exministro de cultura de la ¨¦poca, Jack Lang. En la imagen, vista panor¨¢mica del Museo del Louvre en 1988.JOEL ROBINE (AFP)La pir¨¢mide acristalada es un poliedro de 1.000 metros cuadrados de base, m¨¢s de 21 metros de altura, sustentado en una estructura de 95 toneladas de acero, un chasis de 105 toneladas de aluminio y recubierta de 673 rombos de un cristal especialmente compuesto para preservar su transparencia con el paso del tiempo. En la imagen, Fran?ois Mitterrand observa la pir¨¢mide del Louvre en 1993.AFPEl arquitecto Chien Chung Pei, que colabor¨® con su padre en el dise?o, recuerda ahora que "el problema era pol¨ªtico, no de arquitectura". "Tuvimos dudas, pero siempre contamos con el apoyo fuerte del presidente", rememora en declaraciones difundidas por el museo. En la imagen, vista de la pir¨¢mide del Louvre, en 1988.JOEL ROBINE (AFP)El actual director del museo, Jean-Luc Martinez, sostiene que "desde el primer momento fue un ¨¦xito, dio la impresi¨®n de que siempre estuvo ah¨ª, de que no era un ap¨®sito". En la imagen, estatuas que adornan el Palacio del Louvre, con la pir¨¢mide en primer plano, el 22 de marzo de 2019.CHRISTOPHE ARCHAMBAULT (AFP)La idea revolucion¨® el museo. Antes de la pir¨¢mide, el Louvre recib¨ªa unos dos millones de visitantes anuales. El a?o pasado se superaron los 10 millones. En la imagen, una mujer corre junto al Arco del Triunfo del Carrusel, con el Museo del Louvre al fondo, el 22 de marzo de 2019.CHRISTOPHE ARCHAMBAULT (AFP)