Trump resurge desatado del ¡®Rusiagate¡¯
El presidente estadounidense rentabilizar¨¢ pol¨ªticamente la indignaci¨®n por la persecuci¨®n sufrida y recuperar¨¢ el ¨¢nimo de sus bases electorales
En pol¨ªtica, casi nunca las expectativas excesivas producen los resultados so?ados. A menudo se convierten en un bumer¨¢n para quienes las cultivan y en un potente est¨ªmulo para la v¨ªctima que se pretend¨ªa cobrar. Exonerado por el Informe Mueller de la conspiraci¨®n con Vlad¨ªmir Putin para robar la elecci¨®n presidencial de 2016, Donald Trump renace de las supuestas cenizas de su presidencia y obtiene su mayor triunfo pol¨ªtico desde su llegada a la Casa Blanca. Como Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia, el 45? presidente de EE UU, puede cerrar el paraguas y bailar claqueando el I am happy again. As¨ª lo dibuja la portada de Time.
Despu¨¦s de 22 meses de una rigurosa investigaci¨®n conducida por el fiscal especial Robert Mueller, ep¨ªtome del hombre recto s¨ªmbolo del imperio de la ley; de m¨¢s de 2.800 citaciones judiciales, 500 registros y similar n¨²mero de declaraciones de testigos, el informe final salva al presidente. Limpia su ca¨®tica presidencia, refuerza sus posibilidades de reelecci¨®n y sepulta las esperanzas de los dem¨®cratas de acabar con Trump propin¨¢ndole un final judicial ignominioso antes de que finalice su mandato.
Trump tuite¨® 181 veces que la investigaci¨®n de Mueller buscando la colusi¨®n con Rusia o la obstrucci¨®n a la justicia por parte del presidente, algo sobre lo que Mueller no se pronuncia y cuya intencionalidad es muy dif¨ªcil de probar, era una caza de brujas. The Economist aporta un dato curioso. La investigaci¨®n ha durado el mismo tiempo que necesit¨® Herman Melville para escribir Moby Dick. Tambi¨¦n la ballena, en este caso, se le escap¨® al arponero.
El domingo pasado, cuando concluida su partida de golf en su club privado de Palm Beach conoci¨® la noticia, estall¨® en j¨²bilo por su ¡°completa exculpaci¨®n¡± y afirm¨® que se hab¨ªa quitado un gran peso de encima. Y la portavoz de la Casa Blanca inici¨® el contraataque. Es ultrajante que los dem¨®cratas y los periodistas se hayan pasado dos a?os dibujando a Trump como un agente de un poder extranjero. ¡°Esto es equivalente a traici¨®n¡±.
Trump ha resultado ser el mago escapista Houdini, que lograba zafarse de las cadenas que lo atrapaban en un saco dentro de un ba¨²l, atado con candados. Ahora rentabilizar¨¢ pol¨ªticamente la indignaci¨®n por la persecuci¨®n sufrida. Recuperar¨¢ el ¨¢nimo de sus bases electorales, inc¨®modas con sus guerras comerciales. El presidente apunta a una pronta conclusi¨®n positiva de la guerra comercial con China con cesiones de Pek¨ªn en lo referente a la transferencia obligatoria de tecnolog¨ªas. En pol¨ªtica dom¨¦stica conf¨ªa en derribar por la v¨ªa judicial, si llega al Supremo donde ha cimentado una mayor¨ªa conservadora, la reforma sanitaria de su predecesor Barack Obama. Y le restar¨ªa tiempo para enderezar su atropellada pol¨ªtica exterior.
La v¨ªa del impeachment est¨¢ cegada. Abandonad dem¨®cratas toda esperanza. A Trump hay que derrotarle en las urnas; lo har¨¢n, o no, los electores. El verdadero informe final sobre este presidente ins¨®lito, mendaz y desavisado, ser¨¢ emitido por los ciudadanos el martes 3 de noviembre de 2020. Pero nadie en EE UU, ni siquiera el presidente, est¨¢ por encima de la ley.
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