¡®AnZiedad¡¯
Un reportaje de 'The Economist' sostiene que la generaci¨®n Z es la m¨¢s ansiosa y deprimida de la historia
Da gusto verlos. Tan altos, tan guapos, tan listos, tan libres. Tan nosotros mismos, pero tan mejorados por los recursos y los desvelos que hemos invertido en ellos, que no reparamos en lo que se les puede pasar por la cabeza. Son nuestros hijos, nuestros vecinos, nuestros chicos y chicas, nuestro futuro. Esos seres digitales que se van a comer el mundo porque lo tienen todo para devorarlo. Los viejos pensamos que son felices por defecto. Porque no tienen cargas, porque est¨¢n en la flor de la edad, porque es lo que toca. Igual erramos. Nuestro mundo no es el suyo. Mientras nosotros tenemos todo el pescado vendido, ellos a¨²n no han pescado, las artes de pesca han cambiado y no sabemos ense?arles. Mientras nosotros eleg¨ªamos un oficio entre un pu?ado, ellos escogen entre el infinito, con la diferencia de que los trabajos de los que comer¨¢n a¨²n no existen, y los que existen tienen los d¨ªas contados. Mientras nosotros pas¨¢bamos selectividad y tir¨¢bamos, a ellos les miden a la cent¨¦sima para una beca, unas pr¨¢cticas, un curro precario. Mientras nosotros nos compar¨¢bamos con los amigos, los primos y las portadas del ?Hola!, ellos se comparan con 1.000 millones de usuarios de Instagram con caras perfectas, cuerpos perfectos y vidas perfectas, aunque sean falsas, sin salir de su cuarto. Mientras nosotros, en fin, so?¨¢bamos con vivir de lo que am¨¢bamos, ellos sue?an con el ¨¦xito, sea eso lo que sea, y todo lo dem¨¢s se les hace poco porque les venden que, si quieren, pueden.
No, no estoy agorera. Un reportaje del muy riguroso The Economist sostiene que la generaci¨®n Z ¡ªlos nacidos desde 1997¡ª es la m¨¢s ansiosa y deprimida de la historia. Me lo creo. En el siglo XX, cuando el globo era finito, dec¨ªamos que algo se nos hac¨ªa un mundo cuando no pod¨ªamos con ello. En el XXI, lo que a muchos se les hace un mundo es, literalmente, el mundo entero. Un mundo tramposo, retocado, implacable.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.