Es la ciudad que prometi¨® cambiarlo todo gracias a la revoluci¨®n. Y la que ahora, en nombre de esa misma revoluci¨®n, frena todo cambio. Quiz¨¢ sea la capital m¨¢s hermosa del idioma espa?ol. Y a la vez es un lugar roto y triste, lleno de contradicciones, donde cobra m¨¢s un taxista que un m¨¦dico y el tiempo parece haberse parado hace varias d¨¦cadas. Cuarta entrega de una serie en la que Mart¨ªn Caparr¨®s toma el pulso a grandes urbes de Latinoam¨¦rica.
Dos ni?os se divierten con un chorro de agua mientras llueve en La Habana.Pasajeros de un ¨®mnibus o guagua.
Estudiantes de primaria hacen educaci¨®n f¨ªsica frente al Capitolio.Una mujer vestida de blanco (practicante de la religi¨®n yoruba) camina frente a un grafiti de la bandera cubana.Unos j¨®venes ba?¨¢ndose en el Malec¨®n.Dos viejos veh¨ªculos circulan frente a un edificio semidestruido.Esperando en una parada de ¨®mnibus.El cantante de reguet¨®n Jos¨¦ El Like.Vista del interior de un solar.Oleaje en el Malec¨®n.Entrada al Barrio Chino.Ni?os montan chivichanas en el Barrio El Canal.Graffitis en un parque en el barrio San Isidro.Vista de La Habana Vieja desde el barrio San Isidro. En el centro la c¨²pula del Capitolio.Gente parando un taxi.Un joven monta un patinete en un soportal.Un autom¨®vil estadounidense cl¨¢sico averiado frente al Ministerio del Interior cuya fachada esta decorada con la imagen del Che.