Trump vuelve a 1959

La Administraci¨®n de Donald Trump ha eliminado la suspensi¨®n, renovada por semestres, del art¨ªculo III de la Ley Helms-Burton. A partir de ahora las empresas estadounidenses podr¨¢n presentar reclamaciones en los tribunales por la expropiaci¨®n de bienes durante la revoluci¨®n castrista de 1959 en Cuba. Donald Trump cancela as¨ª la estrategia de distensi¨®n con Cuba iniciada por Barack Obama, plantea directamente la cuesti¨®n de la extraterritorialidad de las leyes norteamericanas, e involucra a Europa y, en particular a Espa?a, en un nuevo gesto de agresi¨®n comercial. Estamos ante un caso de abuso pol¨ªtico de la ley y un paso m¨¢s en la guerra fr¨ªa comercial que caracteriza su mandato.

Muchas empresas europeas y espa?olas est¨¢n utilizando bienes expropiados 60 a?os atr¨¢s, leg¨ªtimamente adquiridos y con autorizaci¨®n legal. Reactivar ahora una cadena de reclamaciones hist¨®ricas, con el agravante del aniversario de la invasi¨®n en la bah¨ªa de Cochinos, solo puede entenderse como una parte de la estrategia pol¨ªtica y comercial de Trump que mezcla el proteccionismo reaccionario con el nacionalismo econ¨®mico m¨¢s rancio. Llega adem¨¢s en un momento especialmente inoportuno, cuando el Consejo de Ministros de la UE acept¨® la apertura de negociaciones comerciales con Estados Unidos. Pero esta es la t¨¢ctica preferida de Trump: golpear y presionar antes de iniciar una negociaci¨®n.

Las empresas espa?olas, en particular las hoteleras, pueden verse atrapadas en una mara?a de pleitos que comprometan la estabilidad de los negocios en los pr¨®ximos a?os. Para la econom¨ªa cubana significa un aumento de la incertidumbre que retraer¨¢ a los inversores y frenar¨¢ el crecimiento; para Bruselas, plantea un dilema. Puede seguir el criterio de ¡°esperar y ver¡±, o el de activar el reglamento de bloqueo que permite a los tribunales europeos rechazar las sentencias estadounidenses o contraatacar frenando las negociaciones comerciales previstas.