14 fotosEl final del mercado de La ElipaLos ¨²ltimos cuatro comerciantes de la Galer¨ªa Comercial se ven obligados a cerrar despu¨¦s de 55 a?osEl Pa¨ªs Madrid - 22 abr 2019 - 08:39CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEste reportaje comenz¨® en 2009 junto con una serie de retratos en primer primer¨ªsimo plano que sirvieron de exposici¨®n en el hall abandonado de la planta de arriba del Mercado de La Elipa como tributo a la resistencia de sus tenderos. Hoy, gracias a una iniciativa conjunta con los propietarios, los puestos cerrados lucen con las caras de sus antiguos moradores desde mediados de abril.TAMARA ARRANZJavi y Jose P¨¦rez, fruteros, 48 y 50 a?os. Enfrente de la fruter¨ªa de los hermanos P¨¦rez hay siete sillas de madera en fila ¡°para que nuestros clientes esperen c¨®modamente¡±, dice Javier. La fruter¨ªa la heredaron de sus padres, pero con ellos va a morir. ¡°Los supermercados ya no respetan las diferentes temporadas de las frutas, venden de todo en cualquier estaci¨®n¡±. Trabajan todos los d¨ªas, doble jornada.TAMARA ARRANZLas instalaciones de este mercado, abierto en los a?os sesenta, da muestra de su envergadura. Con m¨¢s de 5000 metros cuadrados y 113 puestos en su interior, la galer¨ªa comercial de La Elipa se erigi¨® como n¨²cleo comercial principal del barrio.TAMARA ARRANZLuis, el aceitunero, atend¨ªa a los clientes habituales de las ma?anas, en su mayor¨ªa personas mayores. Cerr¨® hace unos meses.TAMARA ARRANZMarcelino y su compa?ero, pescaderos, descansan en el almac¨¦n despu¨¦s de la comida. Ahora solo quedan cuatro puestos en activo en el abastos: dos fruteros, un carnicero y un pollero.TAMARA ARRANZCuando Antonio, el pescadero, todav¨ªa vend¨ªa en el mercado, colocaba el producto a primera hora del d¨ªa. Es lo que siguen haciendo sus moradores, que consiguen sus productos de madrugada, en Mercamadrid.TAMARA ARRANZUno de los pasillos vac¨ªos de la planta de abajo actualmente.TAMARA ARRANZ?ngel Delgado, carnicero, 51 a?os. ¡°Mi hija de 12 a?os dice que quiere venir a trabajar conmigo los s¨¢bados y aprender del negocio porque quiere ser carnicera¡±, dice. Hace 35 a?os, cuando Delgado empez¨® a trabajar en la carnicer¨ªa, recuerda que no le alcanzaban las horas del d¨ªa para hacer todo el trabajo. ¡°Por ahora sigo aqu¨ª, pero en cualquier momento nos tendremos que ir¡±. Tiene dos locales m¨¢s fuera del mercado.TAMARA ARRANZClientes comprando en uno de los ¨²ltimos puestos de la planta de arriba. Hace alrededor de diez a?os, los pocos puestos que sobreviv¨ªan en la planta de arriba se mudaran la planta baja, para as¨ª aunar todos los servicios.TAMARA ARRANZAntonio Carnero, frutero, 60 a?os. Su especialidad son las clementinas y las naranjas. Ha pasado toda su vida en el mercado y sus clientes se han vuelto parte de su familia, pero cree que ya es tiempo de vender. ¡°Esto ya no tiene futuro, y ahora hemos conseguido un comprador¡±, dice. Este fil¨®sofo de Le¨®n no se arrepiente de haber dejado las letras por las frutas: ¡°Mis compa?eros de clase est¨¢n igual o peor que yo¡±.TAMARA ARRANZJos¨¦ Mayo, en la casquer¨ªa, leyendo un libro ante la falta de clientela. Acab¨® echando el cierre.TAMARA ARRANZJose Zapata, pollero, 61 a?os. Zapata empez¨® a los 16 a?os a vender pollo en la caseta de su primo. ¡°Como no estudi¨¦ me tuve que meter a trabajar¡±, dice este toledano que lleg¨® en los a?os sesenta a vivir a Madrid. ¡°Me trajeron mis padres en la maleta y aqu¨ª estoy¡±. Zapata asegura que su pollo es fresco porque va todas las ma?anas a Mercamadrid, y no entrega la comida envasada. Su futuro es jubilarse. No tiene hijos.TAMARA ARRANZA las 20.00, el mercado cierras sus puertas y los trabajadores comienzan a limpiar y a recoger dejar todo listo para el d¨ªa siguiente. A las 9.00 todo el producto vuelve a lucir en los estantes.TAMARA ARRANZUn grupo de clientes r¨ªen con Jose a la salida del trabajo. Jose y Manoli llevaban hasta 2012 el bar del Mercado. Fue un punto de encuentro entre los vecinos y trabajadores de la zona y daba de comer a todos los trabajadores del mercado cada d¨ªa. M¨¢s tarde el bar volvi¨® a abrir, pero tampoco sobrevive en la actualidad.TAMARA ARRANZ