16 fotosEl encanto colonial de La Habana se derrumbaLa falta de recursos de los inquilinos y la escasez de materiales de construcci¨®n convierten los distritos de La Habana Vieja y Centro Habana en una concentraci¨®n de edificios en estado ruinosoSanne DerksLa Habana - 21 may 2019 - 00:26CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceUna imagen habitual en las calles de Centro Habana, en la que se ven los vestigios de un pr¨®spero pasado colonial. En la Cuba comunista, el Gobierno garantiza a todo el mundo un lugar donde vivir. Aunque en los ¨²ltimos a?os se han hecho grandes avances en la revitalizaci¨®n del centro hist¨®rico de La Habana, la ciudad todav¨ªa alberga muchos espacios en los que los edificios se han derrumbado. Lejos de la vista de los turistas, la mayor¨ªa de las casas de los distritos de La Habana Vieja y Centro Habana siguen en estado ruinoso. Como sus habitantes carecen de recursos para renovar sus propiedades, estas no se mantienen adecuadamente. 'Peligro de derrumbamiento'. Una se?al advierte a los viandantes que pasan por la acera junto a un viejo edificio cerca del Malec¨®n. Debido a la combinaci¨®n de salarios estatales bajos y escasez de materiales de construcci¨®n, muy pocos pueden invertir en la conservaci¨®n de los edificios en los que viven. En consecuencia, en la Habana actual, los derrumbamientos siguen siendo un problema frecuente. A los habitantes de estos inmuebles se les ofrecen estancias temporales ?que se pueden prolongar durante a?os? en albergues, y se les proporciona una casa cuando hay alguna disponible, no siempre en la misma zona en la que resid¨ªan antes. Los espacios vac¨ªos se suelen convertir en aparcamientos, parques infantiles o talleres.Alcario Labrada A?ala, de 73 a?os, trabaja como guarda de un aparcamiento. Los edificios de la parcela se derrumbaron hace m¨¢s de una d¨¦cada. A algunos de sus habitantes les dieron una habitaci¨®n vac¨ªa y los materiales de construcci¨®n para que ellos mismos la transformasen en un lugar donde vivir.Un gran edificio colonial en ruina vendido a la vecina escuela de ballet Lizt Alfonso, que va a renovarlo. La mayor¨ªa de los habitantes de las 52 viviendas han sido evacuados a albergues o casas nuevas. Alexis Vell Williams vigila la casa de su t¨ªa para que no la desvalijen.Marlen Duarte mira a la calle desde el edificio en el que ha vivido m¨¢s de 20 a?os. Ha llegado el d¨ªa de mudarse a su nueva vivienda. "No me sabe mal. Nuestra casa era vieja y ahora vamos a vivir en una totalmente nueva, amplia y preciosa". Aunque la gente tenga derecho de propiedad sobre la vivienda, como los edificios siguen perteneciendo al Estado, este puede obligarla a que se marche.William Duarte, el hermano sordomudo de Marlen, tambi¨¦n acaba de instalarse en la nueva casa junto con su mujer y su padre, sordomudos como ¨¦l. La familia organiza sus escasas pertenencias despu¨¦s de mudarse a la nueva vivienda en La Habana Vieja.La casa de Ebaristo D¨ªa D¨ªa se derrumb¨® en parte hace unos tres meses, mientras ¨¦l y su sobrino dorm¨ªan dentro. Por suerte, nadie result¨® herido. Las autoridades les han proporcionado albergue en la Casa de la Cultura, el centro cultural de la zona. D¨ªa se adapta a su nueva situaci¨®n: "En mi antigua casa era feliz, y tambi¨¦n lo soy en mi nuevo alojamiento. Prefiero quedarme en el centro, as¨ª que espero que no me busquen una casa nueva".No todo el mundo tiene suerte despu¨¦s de un derrumbamiento. En el h¨²medo patio de un albergue del centro, la familia Alrevez cuenta que llevan dos a?os viviendo con sus cuatro hijos en una habitaci¨®n de nueve metros cuadrados. Los peque?os duermen en el suelo, mientras que la pareja lo hace en un altillo. En el albergue hay familias que llevan m¨¢s de 13 a?os esperando una vivienda.La casa de Luisa Garc¨ªa empez¨® a derrumbarse hace ocho a?os. Desde entonces, todas las familias del edificio se han mudado, pero ella sigue esperando a que la evac¨²en.Garc¨ªa vive en la casa con su hijo y su marido. La vivienda est¨¢ en mal estado, el tejado est¨¢ deteriorado y tiene goteras, y el edificio puede venirse abajo en cualquier momento.Como en el casco antiguo de La Habana escasea el suelo, las parcelas cuyos edificios se han derrumbado se dedican r¨¢pidamente a un nuevo uso. Esta, por ejemplo, fue convertida en un taller mec¨¢nico al aire libre.Quienes trabajan con turistas tienen m¨¢s posibilidades de obtener ingresos extras en pesos convertibles, la segunda moneda de Cuba. Eso les permite tener dinero para renovar sus casas. En la imagen, una cuadrilla de alba?iles contratados para alicatar el lavadero de una casa alquilada a turistas a trav¨¦s de Airbnb.Mar¨ªa Lecalle Odelin explica c¨®mo ha renovado el Estado el edificio en el que ella vivi¨® desde 1996 hasta 2000. "La madera se sustituy¨® por cemento. Entretanto hemos vuelto a necesitar trabajos de mantenimiento, as¨ª que hemos puesto en marcha un proyecto colectivo. Hemos pedido material al Estado y nosotros pondremos el trabajo y las horas para mejorar las viviendas".Varias mujeres pasan junto a las ruinas de un inmueble en el barrio de Vedado, en La Habana. Los grandes edificios eran la residencia de las familias ricas cuando "la Revoluci¨®n triunf¨®", en 1959. La mayor¨ªa de los contrarios al comunismo los abandonaron y se fueron a Miami.Un solar vac¨ªo tras el derrumbamiento de un edificio transformado en parque infantil en la calle de San Rafael, en Centro Habana.Cuando su casa y la de su vecino se vinieron abajo, Tony L¨®pez se neg¨® a trasladarse a un albergue. Con dinero de su bolsillo, reconstruy¨® su vivienda para ¨¦l y para su hija Wendy. Ahora intenta comprar baratas las ruinas de la de su vecino para convertirlas en un alojamiento de alquiler para turistas.