Derechos para todos
Frente a las pol¨ªticas de rechazo, hay que movilizarse en favor del respeto radical hacia las personas inmigrantes y refugiadas
Este es el panorama de la Europa democr¨¢tica. Un total de 35.597 personas han muerto, solo desde 1993, intentando acceder a Europa por carecer de v¨ªas y procedimientos de acceso seguro y garantizado. El Mare Nostrum se ha convertido en el Mare Mortum,el mar de los ahogados. No se han reubicado los miles de personas que llevan meses y a?os hacinadas en p¨¦simas condiciones ¡ªen aut¨¦nticos campos de concentraci¨®n¡ª en los pa¨ªses del sur de Europa. Son permanentes las agresiones sexuales que sufren las mujeres en el tr¨¢nsito y el secuestro de muchas por las redes de trata.
La UE que iba a suprimir las fronteras ha creado en los ¨²ltimos a?os m¨¢s vallas, en y entre sus propios pa¨ªses, que todo el resto del mundo, Trump incluido. La nueva guardia europea de fronteras se ocupa de las fronteras interiores mermando la soberan¨ªa de los Estados, y, en los pa¨ªses de origen de las personas migrantes (?frica, Asia), entrenando a sus polic¨ªas/milicias, para obstaculizar los movimientos de las personas desplazadas a la fuerza. Una pregunta, ?cu¨¢nto dinero p¨²blico, que podr¨ªa ser empleado en mejorar las condiciones de vida de europeos y migrantes, va a ser utilizado en la construcci¨®n de campos de detenci¨®n/concentraci¨®n en Marruecos o Turqu¨ªa?
En los ¨²ltimos tiempos, los Gobiernos europeos est¨¢n ya decididamente asumiendo estas pol¨ªticas de sistem¨¢tico rechazo y exclusi¨®n de inmigrantes y refugiados. Un conjunto de intereses econ¨®micos y del mercado de trabajo marcan estas decisiones, pero lo que resulta m¨¢s grave es la creciente presencia de las fuerzas de extrema derecha, neofascistas, tanto en los procesos de gobernanza europeos como en importantes sectores de la poblaci¨®n.
La UE, que iba a suprimir las fronteras, ha creado en los ¨²ltimos a?os m¨¢s vallas que todo el resto del mundo, Trump incluido
Estas fuerzas est¨¢n arrojando olas de odio sobre las personas migrantes y refugiadas, a las que culpan de todos los males de nuestras sociedades, del desempleo, de los bajos salarios, de la crisis social y econ¨®mica, del aumento de la delincuencia y del machismo. Esas fuerzas extremistas, demasiadas veces apoyadas por fuerzas pol¨ªticas que se autodenominan democr¨¢ticas, utilizan esos discursos que contribuyen a incrementar las injustas pol¨ªticas migratorias existentes, como las expulsiones masivas y el cierre de fronteras arrojando a la muerte a decenas de miles de personas en las aguas del Mediterr¨¢neo, en los desiertos de ?frica y en otros lugares sin nombre, neg¨¢ndoles derechos humanos b¨¢sicos, la vida y el derecho a migrar.
La pol¨ªtica neofascista se asienta y alimenta en la defensa de una sociedad jer¨¢rquica basada en el individualismo, la competici¨®n y la desigualdad. De una sociedad autoritaria y patriarcal basada en el odio y la exclusi¨®n de las personas vulnerables, empobrecidas, excluidas, diferentes, migrantes. De una sociedad donde quienes son diferentes, quienes soportan y tambi¨¦n rechazan la desigualdad y la jerarqu¨ªa de personas ¡ªlas personas pobres, emigrantes, precarias, mujeres insumisas, disidentes en general¡ª deben ser marginadas y expulsadas.
El crecimiento de estas fuerzas pol¨ªticas neofascistas y la facilidad con la que est¨¢n buscando alianzas en otros partidos y fuerzas de derecha empieza a hacer desgraciadamente posible una estrategia que, siendo ahora las personas emigrantes y refugiadas las primeras v¨ªctimas, incluir¨ªa, si crecen m¨¢s, no dentro de mucho tiempo, represi¨®n y sometimiento a todas las otras personas arrojadas fuera del sistema. Sobre todo a quienes desde la diferencia ¡ªmujeres, personas j¨®venes, precarias, paradas, etc¨¦tera¡ª lo rechazan. Estas fuerzas de derecha buscar¨¢n marginar el pensamiento y la acci¨®n pol¨ªtica y social que lucha por establecer una sociedad de iguales en derechos y libertades, regida por los valores y pr¨¢cticas de dignidad, respeto, solidaridad, inclusi¨®n y democracia.
Es necesario revertir este proceso, luchar y movilizarse a favor del respeto radical de los derechos humanos de personas inmigrantes y refugiadas. Sobre todo, por su derecho a la libertad de circulaci¨®n. En los ¨²ltimos meses, en Europa resultan continuas las manifestaciones con un mismo objetivo: la lucha contra la represi¨®n a las personas m¨¢s d¨¦biles. Est¨¢ la iniciativa del 5 de mayo en un conjunto de ciudades europeas que, junto con otras convocatorias, especialmente en Alemania ¡ª19 de mayo¡ª y Francia ¡ª25 de mayo¡ª, constituyen la ¡°cadena¡± de la primavera de los migrantes en Europa. Se har¨¢n antes de las elecciones europeas para visibilizar que son muchas personas quienes piensan que las mismas deben invertir la tendencia y expresar la deslegitimaci¨®n de la extrema derecha.
Un acto p¨²blico representado con un abrazo colectivo. Un s¨ªmbolo de la solidaridad y b¨²squeda de igualdad entre diferentes, frente al establecimiento de la sociedad jer¨¢rquica, dividida y desigual de ellos.
Nancy Fraser (fil¨®sofa), Joan Subirats (catedr¨¢tico en la UAB) y Saskia Sassen (catedr¨¢tica en la Universidad de Columbia) firman esta tribuna junto a Donatella de la Porta, Tariq Ali, Amaia P¨¦rez Orozco, M. Eugenia Rodr¨ªguez Palop, Silvia Federici, Carmen Magall¨®n, Yayo Herrero, Manuel Castells y Santiago Alba Rico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.