Virar el transatl¨¢ntico
Las elecciones al Parlamento Europeo son quiz¨¢ el mejor ejemplo de la desconexi¨®n entre anhelos democr¨¢ticos y realidades complejas
Uno de los problemas de los sistemas pol¨ªticos de nuestro tiempo es la desconexi¨®n entre nuestra democr¨¢tica aspiraci¨®n a cambiar las pol¨ªticas con el voto y la limitada influencia que los resultados de unas elecciones acaban teniendo en el orden pol¨ªtico y econ¨®mico en el que vivimos. No es en absoluto irrelevante qui¨¦n gana y qui¨¦n pierde en las urnas, pero muchas de las pol¨ªticas que aspiramos a cambiar son demasiado complejas como para que una elecci¨®n concreta les d¨¦ la vuelta por completo. Y cuanto mayores son los retos colectivos (las nuevas desigualdades, la emergencia clim¨¢tica, la respuesta a la globalizaci¨®n y la robotizaci¨®n), m¨¢s frustrados nos sentimos al ver que los resultados cambian poco de una legislatura a la siguiente. Queremos creer que cuando votamos elegimos entre modelos de sociedad completamente diferentes, pero m¨¢s bien lo que hacemos es hacia d¨®nde viramos unos pocos grados el transatl¨¢ntico en el que se ha convertido el gobierno de nuestra complejidad. Para cambiar las sociedades no basta con ganar una elecci¨®n. Hace falta tambi¨¦n poner de acuerdo a varios niveles de gobierno, construir amplias coaliciones de actores p¨²blicos y privados, y sostener pol¨ªticas durante largos periodos de tiempo. La democracia exige paciencia.
Las elecciones al Parlamento Europeo son quiz¨¢ el mejor ejemplo de esta desconexi¨®n entre anhelos democr¨¢ticos y realidades complejas. En ellas aspiramos a cambiar el mundo, pero en la noche electoral nunca sabemos si lo vamos a lograr o no. A diferencia de otras contiendas, en estas elecciones no castigamos ni premiamos Gobiernos, y las pol¨ªticas europeas cambiar¨¢n poco, pues seguir¨¢n siendo el resultado de un complicado encaje de bolillos entre instituciones comunitarias y Gobiernos nacionales.
As¨ª pues, el lunes el transatl¨¢ntico estar¨¢ seguramente en el mismo sitio. Pero no se enga?en: nuestro futuro depender¨¢ de hacia d¨®nde empecemos a virar el tim¨®n en las elecciones del domingo: ?avanzaremos hacia una integraci¨®n fiscal que permita a Europa responder de manera m¨¢s eficaz y justa a las futuras crisis? ?Cu¨¢nto de ambiciosos vamos a ser en la necesaria lucha contra el cambio clim¨¢tico? ?Se empeque?ecer¨¢ y empobrecer¨¢ el continente ante la ola xen¨®foba y nacionalpopulista que la sacude? El transatl¨¢ntico se mueve poco, pero en funci¨®n de la direcci¨®n que tome, llegaremos a destinos muy diferentes.
Muevan el tim¨®n. Voten el pr¨®ximo domingo.
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