M¨¢s all¨¢ de Huawei

La decisi¨®n de Donald Trump de vetar a la compa?¨ªa tecnol¨®gica china Huawei por razones de seguridad nacional ¡ªuna acusaci¨®n velada de espionaje¡ª y la celeridad con que Google se ha sumado al veto son se?ales alarmantes de que el enfrentamiento entre Pek¨ªn y Washington ha cruzado la frontera de la guerra comercial para adentrarse en el terreno de un conflicto por la hegemon¨ªa del mercado tecnol¨®gico mundial. Estados Unidos, de la mano de Donald Trump, est¨¢ aplicando sin disimulo estrategias pol¨ªticas y econ¨®micas defensivas para impedir que China domine la tecnolog¨ªa global de comunicaciones; y, por su parte, China avanza sin frenos democr¨¢ticos internos hacia la autarqu¨ªa tecnol¨®gica. De ah¨ª que Ren Zhengfei, consejero delegado de Huawei, haya desde?ado la moratoria de tres meses que el presidente norteamericano ha ofrecido para mitigar los efectos de un veto radical que ha desestabilizado los mercados de valores.

Es pronto para saber si la negociaci¨®n comercial abierta entre Washington y Pek¨ªn conseguir¨¢ conjurar la amenaza de guerra fr¨ªa tecnol¨®gica. Pero s¨ª se puede asegurar que el juego de desaf¨ªos mutuos conducir¨¢ inevitablemente a una desconexi¨®n tecnol¨®gica de p¨¦simas consecuencias para la econom¨ªa mundial y para los sistemas integrados de defensa com¨²n. Cada ataque y cada represalia de Washington y Pek¨ªn confirman que estamos ante una confrontaci¨®n pol¨ªtica. Trump utiliza todos los medios a su alcance de la pol¨ªtica exterior para frenar la pujanza china de la misma forma que Pek¨ªn ha utilizado un modelo de dictadura pol¨ªtica combinado con liberalizaci¨®n econ¨®mica para acrecentar la expansi¨®n de Huawei y otras sociedades chinas en el mercado global.

Pero mientras avanza el conflicto surgen los damnificados, sean las empresas implicadas, como Huawei de un lado o Qualcomm, Texas Instruments o Micron Technologies, suministradores de chips a Huawei, de otro. En el centro del hurac¨¢n est¨¢ Europa, destinataria de intensas presiones de Washington, para que se sume a la pol¨ªtica de vetos a las empresas chinas. Varios pa¨ªses europeos han optado por Huawei para desarrollar las tecnolog¨ªas 5G, entre ellos Espa?a. Abandonar el compromiso y volverse atr¨¢s en esa decisi¨®n a instancias de la Administraci¨®n de Trump implicar¨¢ miles de millones de euros en costes para estos pa¨ªses y un retraso de dos a?os ¡ªseg¨²n estiman los expertos¡ª para encontrar un nuevo operador. Por otra parte, el mercado tecnol¨®gico mundial est¨¢ dominado por no m¨¢s de seis compa?¨ªas estadounidenses, como Google, Facebook, Amazon o Apple, que pueden tomar decisiones desagradables sobre el desarrollo tecnol¨®gico europeo. Bruselas y todos los pa¨ªses de la regi¨®n est¨¢n entre la espada y la pared. Solo una decisi¨®n firme y, en lo posible, mancomunada, sacar¨¢ a la eurozona del atolladero. No es prudente descartar que la negociaci¨®n entre la Administraci¨®n de Trump y el Gobierno chino calme el caos de amenazas y represalias que empieza a hacer mella en la econom¨ªa global. Pero hay que recordar que los ¨²ltimos movimientos sobre el tablero exceden la naturaleza comercial y se parecen m¨¢s a una batalla sin cuartel por la hegemon¨ªa tecnol¨®gica.