9 fotosLos ¨²ltimos ¡®tirailleurs¡¯Al menos 400.000 africanos fueron a luchar en las dos guerras europeas y en los conflictos de descolonizaci¨®n de Indochina y Argelia. Decenas de miles murieron en el campo de batallaJos¨¦ NaranjoAlfredo C¨¢lizSaint Louis (Senegal) - 25 may 2019 - 16:30CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceHubo un tiempo en el que al menos 400.000 africanos fueron a luchar en las dos guerras europeas y en los conflictos de descolonizaci¨®n de Indochina y Argelia. Decenas de miles murieron en el campo de batalla. A su vuelta a casa, los supervivientes se sintieron enga?ados, ni cobraron las mismas primas ni recibieron los mismos honores que sus compa?eros de armas franceses. Algunos incluso fueron masacrados por reivindicar sus derechos. Todos se sintieron enga?ados. Han pasado d¨¦cadas y cada vez quedan menos con vida, pero hay acontecimientos que los pueblos no olvidan. En la imagen, este ajado papel que guarda entre sus pertenencias de su casa de Gandiol acredita que Ioussoupha Diop es poseedor de la Cruz del Combatiente.ALFREDO C?LIZA Sadio Coulibaly le crujen los huesos cuando se levanta del sill¨®n. Apoyado en su bast¨®n de madera, da unos pasitos y busca el apoyo c¨®mplice de su esposa. A sus 96 a?os, es uno de los ¨²ltimos 'tirailleurs' vivos que lucharon en la II Guerra Mundial, Argelia e Indochina, soldados africanos reclutados por Francia para dar su vida por la metr¨®poli, enviados al frente como carne de ca?¨®n y discriminados a la hora de los reconocimientos, las pensiones y los premios, incluso represaliados por exigir un trato igualitario. ¡°En Hanoi las balas no distingu¨ªan entre blancos y negros¡±, asegura Coulibaly con amargura, ¡°para ir a la guerra no nos pidieron visado¡±. En la imagen, el veterano de la II Guerra Mundial, Argelia e Indochina Sadio Coulibaly, apoyado en su bast¨®n en su casa de Ndolofenne, en Saint Louis.ALFREDO C?LIZEn su modesta casa del barrio de Ndolofenne, en Saint Louis, Coulibaly conserva sus ajadas medallas y un certificado de la Orden del Le¨®n que le concedi¨® el presidente de Senegal hace tres a?os. Pese a su avanzada edad y a fuerza de repetirlo, recita con detalle lugares y fechas como una letan¨ªa. ¡°Del campo de Kayes fuimos a Tambacounda, Kaolack, Thies y Rufisque. Luego salimos en barco hacia Marsella. Siete d¨ªas tardamos en llegar y hab¨ªa chicos de todas partes, de Senegal, Mal¨ª, Guinea y Mauritania¡±, asegura. En la imagen, medalla militar de Sadio Coulibaly que le concedieron tras ser herido en la guerra de Argelia luchando por Francia.ALFREDO C?LIZLos 'tirailleurs' senegaleses integraban el cuerpo colonial de infanter¨ªa y fueron reclutados a lo largo y ancho del territorio africano bajo dominio franc¨¦s. Recibieron el apelativo de senegaleses porque de esta antigua colonia proced¨ªan los primeros, pero con el paso de los a?os llegaban de Guinea, Mal¨ª, Chad, N¨ªger e incluso del Magreb, a los que denominaron argelinos o turcos. Tras su creaci¨®n en 1857 participaron por reclutamiento o de forma voluntaria sobre todo en las dos guerras mundiales (al menos 400.000) y en los conflictos de descolonizaci¨®n, como los citados de Argelia e Indochina. En la imagen, tropas reclutadas localmente bajo el mando alem¨¢n en Dar Es Salaam, Tanzania (entonces parte de ?frica Oriental Alemana), alrededor del a?o 1914.Hulton Archive (Getty Images)En Gandiol, a una decena de kil¨®metros de Saint Louis, Moussa Bitteye pasa casi todo el d¨ªa acostado en la cama. Escucha con dificultad y le cuesta reconocer a sus propios nietos. Tambi¨¦n tiene 96 a?os y hay noches que sue?a con aquello y se revuelve inquieto en la cama. A veces se despierta gritando. ¡°Pas¨¢bamos cuatro o cinco d¨ªas en la selva recogiendo a los heridos, a muchos los cargu¨¦ sobre mis hombros, eran hermanos negros, malienses y senegaleses sobre todo¡±, explica con dificultad. Su nieto Masseck completa el relato: ¡°Se siente orgulloso de haber sido militar, pero luego tuvo que volver. Era hijo ¨²nico y su padre lo reclam¨®. Su vida la pas¨® entre el campo y el mar, como agricultor y capit¨¢n de pesca¡±. En la imagen, Moussa Bitteye, 'tirailleur' que combati¨® en Indochina y Argelia, a¨²n sue?a con la guerra y los cad¨¢veres que recog¨ªa en el campo de batalla.ALFREDO C?LIZUno de los episodios m¨¢s tr¨¢gicos de la historia de los 'tirailleurs' no tuvo lugar en una guerra lejana, sino de vuelta a casa. Ocurri¨® el 1 de diciembre de 1944 cuando un nutrido grupo de ellos que hab¨ªa sufrido prisi¨®n y trabajos forzados en Europa fue trasladado a Thiaroye (Senegal) tras la liberaci¨®n de Francia. Decenas de ellos se rebelaron contra el incumplimiento del pago de sus primas de desmovilizaci¨®n y fueron reprimidos con brutal violencia por sus propios compa?eros a las ¨®rdenes del general franc¨¦s Dagnan. La historia oficial habla de 35 muertos, pero se cree que pudieron fallecer al menos 70. El cineasta Ousmane Semb¨¨ne recogi¨® estos hechos en su pel¨ªcula Camp de Thiaroye (1988). En la imagen, ilustraci¨®n situada en la Casa de los Veteranos de Guerra de Saint Louis que muestra a un 'tirailleur' y un soldado franc¨¦s con sendas ramas de olivo.ALFREDO C?LIZA escasos metros de Bitteye, en la misma Gandiol, vive Issoupha Diop, nacido en 1937, quien estuvo dos a?os luchando en Argelia. ¡°No tengo ning¨²n recuerdo bueno de ese tiempo, lo m¨¢s que me marc¨® fue la muerte de un amigo del mismo batall¨®n. Se adentr¨® en el desierto persiguiendo a un rebelde y luego apareci¨® su cad¨¢ver¡±. En la imagen, Ioussoupha Diop, de 82 a?os, luch¨® en la guerra de Argelia y admite que no guarda ning¨²n recuerdo bueno de aquel tiempo.ALFREDO C?LIZEl viejo Diop pasa las horas sobre una alfombra en la entrada de su casa, ya jubilado. Fue militar hasta 1972 y lleg¨® a caporal jefe. ¡°Pero nada se parece a la guerra, no es un juego ni una pel¨ªcula, es dur¨ªsima¡±, dice. En la imagen, certificado de la medalla militar de la Orden Nacional del Le¨®n concedido a Ioussoupha Diop en 1971.ALFREDO C?LIZUn pu?ado de antiguos 'tirailleurs' senegaleses, entre los que se encontraba Sadio Coulibaly, h¨¦roes de guerra que se sienten maltratados por Francia, trasladaron al presidente Macron en su ¨²ltima visita a este pa¨ªs africano su malestar por el trato recibido. ¡°Se comprometi¨® a darnos la nacionalidad¡±, asegura el militar retirado, ¡°pero a¨²n no ha cumplido¡±. Cada vez quedan menos con vida, pero siguen siendo una herida abierta de una ¨¦poca no tan lejana. En la imagen, un sastre militar con una m¨¢quina de coser, en el Congo, durante la I Guerra Mundial.Colecci¨®n Roger-Viollet (GETTYMAGES)