El compromiso con Europa

Para Rusia, el desembarco fue la apertura de un segundo frente. Suyo era el peso del enfrentamiento con Hitler y suyo era tambi¨¦n el mayor sacrificio de muerte y destrucci¨®n. Normand¨ªa, vista desde Mosc¨², fue el escenario secundario de una guerra de la que Stalin sali¨® vencedor.

La mayor operaci¨®n aeronaval de la historia tuvo un car¨¢cter ambivalente: aliviaba la presi¨®n sobre el frente oriental, pero iniciaba la carrera por el reparto de la hegemon¨ªa en Europa, prefigurando as¨ª la Guerra Fr¨ªa. Tiene toda la l¨®gica la ausencia rusa de las conmemoraciones del 75? aniversario, le¨ªdas desde los medios oficiales moscovitas como la celebraci¨®n belicista de la Alianza Atl¨¢ntica.

La opini¨®n popular en Estados Unidos era de una enorme cautela. Tras vencer a Hitler, los chicos ten¨ªan que regresar a casa y Washington negarse a convertirse ¡°en el Santa Claus de los europeos¡±, seg¨²n se?alaba con preocupaci¨®n el secretario de Estado Dean Acheson. El de Agricultura, Hans Morgenthau, ten¨ªa muy claro el futuro de Alemania: desindustrializarla y convertirla en un pa¨ªs pastoril, una idea compartida por muchos colaboradores del presidente Roosevelt. Tambi¨¦n Stalin lo ten¨ªa claro: los alemanes deb¨ªan pagar unas elevadas indemnizaciones de guerra, repitiendo as¨ª la nefasta jugada francesa de 1919, que hab¨ªa victimizado a los vencidos y proporcionado bazas propagand¨ªsticas al nazismo.

El reflejo m¨¢s espont¨¢neo desde Washington llevaba a golpear a Hitler, vencerle y luego desentenderse del destino de los europeos, como EE?UU hab¨ªa hecho siempre hasta 1917, cuando intervino por primera vez en una guerra europea, y como volvi¨® a hacer inmediatamente despu¨¦s, cuando el Senado rechaz¨® los compromisos con la paz, es decir, el Tratado de Versalles y la incorporaci¨®n a la Sociedad de Naciones. Afortunadamente para los europeos, los vencedores de la Segunda Guerra aprendieron las lecciones de la Primera.

¡°Ha terminado la ¨¦poca del aislacionismo y de la intervenci¨®n ocasional, sustituida por una ¨¦poca de responsabilidad¡±, escribi¨® The New York Times, cuando el presidente Truman enunci¨® su doctrina de contenci¨®n del poder¨ªo sovi¨¦tico. Estados Unidos mantuvo a sus soldados en tierras europeas. Luego lleg¨® la ayuda del Plan Marshall, en vez del castigo a la Alemania vencida. Y poco despu¨¦s la OTAN y la Uni¨®n Europea, todo lo que molesta a Vlad¨ªmir Putin y Donald Trump no entiende. El presidente de EE?UU celebr¨® en Normand¨ªa esta semana el compromiso de 70 a?os que sus pol¨ªticas desautorizan cada d¨ªa.