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Senderismo entre las dos Coreas: ciervos salvajes y minas antipersona El acercamiento entre los dos pa¨ªses ha permitido abrir por primera vez rutas senderistas en la zona desmilitarizada que divide ambos territorios, aunque el enfado mostrado por Pionyang tras la cumbre de Han¨®i plantea ahora dudas sobre el futuro del proyecto. Texto de Andr¨¦s S¨¢nchez Braun (Efe) El acercamiento intercoreano ha permitido abrir por primera vez rutas senderistas en la zona desmilitarizada que divide ambos pa¨ªses, aunque el enfado mostrado por Pionyang tras la cumbre de Han¨®i plantea ahora dudas sobre el futuro del proyecto. JUNG YEON-JE (AFP) La silueta de un halc¨®n planea acechante sobre las colinas de Daehang, frente a la hermosa costa oriental, mientras un cervatillo pasta entre tupidos pinares y arbustos de rosa mosqueta ante la enternecida mirada de un grupo de turistas. JUNG YEON-JE (AFP) Por motivos de seguridad solo est¨¢ permitido tomar im¨¢genes en unas pocas zonas del itinerario y los visitantes lamentan no poder inmortalizar esta id¨ªlica estampa que tan bien describe lo que es la zona desmilitarizada: un ecosistema inmaculado pero enmarcado a su vez por verjas electrificadas, alambre de espino o parapetos de ametralladora. JUNG YEON-JE (AFP) Este lugar "es claramente la cicatriz" que divide ambos lados de la pen¨ªnsula desde hace siete d¨¦cadas, como apunta Lee Hyun-mi, que ha sido una de las 20 personas elegidas por sorteo para recorrer este viernes esta ruta que parte de la localidad fronteriza surcoreana de Goseong, a 170 kil¨®metros al noreste de Se¨²l. Ahn Young-joon (AP) El sendero, abierto por primera vez a medios extranjeros, es uno de los tres inaugurados entre abril y mayo en la franja Sur de la zona desmilitarizada gracias al acuerdo firmado en septiembre de 2018 por las dos Coreas de cara a rebajar la tensi¨®n militar y convertir la frontera en una "zona de paz". "No se acerquen a las alambradas porque podr¨ªan activar las alarmas instaladas para evitar infiltraciones norcoreanas", exclama Park Jung-hae, la gu¨ªa oficial, al comienzo del paseo. JUNG YEON-JE (AFP) No son solo sus palabras las que devuelven a los senderistas a la dura realidad de dos pa¨ªses vecinos que, pese al acercamiento del ¨²ltimo a?o, se mantienen oficialmente en guerra desde 1950. A mitad del trazado, de unos 2,5 kil¨®metros de largo, el cad¨¢ver chamuscado de una excavadora recuerda que en 2003 un operario militar se top¨® aqu¨ª con una mina. JUNG YEON-JE (AFP) Se calcula que los 250 kil¨®metros de largo y 4 de ancho que abarca la zona desmilitarizada esconden a¨²n m¨¢s de un mill¨®n de estas trampas explosivas, aunque, en este caso, el operario tuvo la suerte de sobrevivir, recuerda la gu¨ªa Park, que enseguida trata de subrayar la suerte que supone recorrer estos caminos, hasta hace nada de uso exclusivo para soldados. Ahn Young-joon (AP) "Se dice que aqu¨ª los peces y moluscos mueren de viejos", bromea al se?alar la hermosa playa que se atisba al otro lado de las tres filas de verjas electrificadas y donde los pescadores locales tienen absolutamente prohibido faenar. "Me encanta contar todas las historias que rodean a la zona desmilitarizada y cada d¨ªa a gente diferente. Ya sea sobre naturaleza o sobre los episodios acaecidos aqu¨ª", explica Park, que prefiere no pensar en la posibilidad de que las autoridades echen marcha atr¨¢s y cierren los senderos ante la actitud adoptada por Corea del Norte en los ¨²ltimos meses. JUNG YEON-JE (AFP) Las diferencias del r¨¦gimen con la Casa Blanca en torno al posible proceso para su desnuclearizaci¨®n han afectado tambi¨¦n a las relaciones intercoreanas, que se encuentran estos d¨ªas en punto muerto, seg¨²n ha admitido p¨²blicamente el Gobierno surcoreano. Desde la fracasada cumbre de Han¨®i a final de febrero Pionyang ha endurecido su ret¨®rica para con su vecino del Sur e incluso ha lanzado misiles de corto alcance con el objetivo de presionar a Se¨²l para que trate de ablandar la postura de Washington sobre el desarme. Ahn Young-joon (AP) El joven soldado Lee, miembro del nutrido grupo de militares que debe acompa?ar a los senderistas durante cada visita, tambi¨¦n trata de mantener un esp¨ªritu positivo y dice alegrarse mucho de que le hayan destinado a la ruta senderista de Goseong para cumplir con el servicio militar, obligatorio para todo var¨®n en Corea del Sur. "Si es por la paz, entonces vale la pena", concluye convencido. JUNG YEON-JE (AFP)