La cat¨¢strofe anunciada
No se puede dejar desvanecer casi diez a?os de esfuerzos diplom¨¢ticos porque el aliado norteamericano ha decidido cambiar el equilibrio en el golfo P¨¦rsico
Desde Washington, la pr¨®xima guerra est¨¢ aparentemente planificada. Con la llegada de Donald Trump, no solo hemos contemplado impert¨¦rritos el desgarro a tirones del sistema de solidaridad occidental, especialmente con Europa; tambi¨¦n hemos visto ascender a los extremos la tensi¨®n comercial con China, el contencioso militar con Corea del Norte y, ahora, viene el turno de Ir¨¢n despu¨¦s de la destrucci¨®n alevosa de cualquier perspectiva de paz en Oriente Medio, dado el apoyo integral del inquilino de la Casa Blanca a la pol¨ªtica devastadora ¡ªtambi¨¦n¡ª de Netanyahu. El ataque contra dos petroleros en el mar de Om¨¢n, el 13 de junio, es un paso m¨¢s en la desestabilizaci¨®n de la zona que ciertas fuerzas regionales ocultas en el golfo P¨¦rsico est¨¢n activando. Ir¨¢n se encuentra acorralada por un frente dirigido por EE?UU, con la participaci¨®n activa de Arabia Saud¨ª, los Emiratos ?rabes Unidos e Israel.
El objetivo de Trump no es, en realidad, renegociar el tratado nuclear que su antecesor, Barack Obama, hab¨ªa firmado con Ir¨¢n y respaldado por la Uni¨®n Europea. Si as¨ª fuera, habr¨ªa procurado, con sus propios aliados europeos, reabrir el dosier nuclear, con informaciones nuevas extra¨ªdas del supuesto seguimiento de la carrera militar de Ir¨¢n. Pero apost¨®, claramente, por una ruptura tajante, un ucase guerrero para cerrar la puerta a un no acuerdo.
El objetivo de guerra de Trump es muy sencillo: desbaratar al r¨¦gimen iran¨ª, tanto por medio del incremento del embargo como aprovechando una situaci¨®n de crisis que pueda degenerar en guerra abierta. Confluye con la posici¨®n defendida por Arabia Saud¨ª y por el Israel de Netanyahu. Esta estrategia de regime change, ya puesta en obra por el presidente Bush hijo, ha funcionado solo en un sentido: aniquilar al Estado iraqu¨ª de Sadam Husein, en 2003, abriendo, para d¨¦cadas, una carrera sangrienta al auge del islamismo radical y del terrorismo. Irak sigue viviendo una guerra civil, igual que Libia, donde tambi¨¦n se experiment¨® esta eufem¨ªstica pol¨ªtica de exportaci¨®n de la democracia, con bombardeos sobre las poblaciones civiles tras de s¨ª.
La reacci¨®n iran¨ª ser¨¢ previsible: volver¨¢ a rearmarse si los europeos no consiguen un cambio de orientaci¨®n de Trump, la tensi¨®n devendr¨¢ en los pr¨®ximos meses incontrolable y todo indica que ser¨¢ muy dif¨ªcil evitar el estallido generalizado en el Golfo.
Ir¨¢n no es Irak, ni Siria, ni Libia. Es una gran potencia y el nacionalismo iran¨ª es tan profundo en este pa¨ªs como la religi¨®n. El r¨¦gimen de los ayatol¨¢s no se dejar¨¢ deshacer tan sencillamente y sus represalias podr¨ªan ser letales para todos los pa¨ªses vecinos. Ya est¨¢ presente su primera se?al de defensa: Ir¨¢n fortalece ahora su alianza con Rusia y China, lo que le garantiza un apoyo diplom¨¢tico as¨ª como un abastecimiento en caso de conflicto militar.
Europa puede y debe mediar entre EE?UU e Ir¨¢n para evitar la cat¨¢strofe anunciada. No se puede dejar desvanecer casi diez a?os de esfuerzos diplom¨¢ticos porque el aliado (o lo que queda de esta alianza) norteamericano ha decidido, en solitario, cambiar el equilibrio en el golfo P¨¦rsico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.