Peligro de guerra

La cancelaci¨®n en el ¨²ltimo momento de un ataque militar estadounidense contra Ir¨¢n va mucho m¨¢s all¨¢ de un nuevo incidente en la creciente tensi¨®n entre ambos pa¨ªses y debe ser considerado como un peligros¨ªsimo precedente que por el bien de todos es mejor que no vuelva a repetirse.

Aunque las versiones difieren en los detalles, todas coinciden en que aviones de combate estadounidenses estaban ya en el aire con la misi¨®n de bombardear objetivos en Ir¨¢n y que el r¨¦gimen de Teher¨¢n hab¨ªa sido puesto sobre aviso de la acci¨®n militar mediante un mensaje del propio Donad Trump enviado a trav¨¦s de Om¨¢n, un pa¨ªs que mantiene buenas relaciones con ambos pa¨ªses. Seg¨²n ha relatado el mismo presidente, el ataque se cancel¨® por una orden directa suya apenas diez minutos antes de ejecutarse. El bombardeo ten¨ªa como objetivo responder al derribo de un dron estadounidense por parte de Ir¨¢n, pen¨²ltimo hecho en un rosario de incidentes violentos en aguas del golfo P¨¦rsico en las ¨²ltimas semanas. Ayer, la Guardia Revolucionaria iran¨ª advirti¨® de que hab¨ªa tenido en un punto de mira un avi¨®n de transporte militar estadounidense pero que hab¨ªa optado por no derribarlo para evitar decenas de muertes.

A la vista de esta cadena de acciones se puede afirmar, sin caer lo m¨¢s m¨ªnimo en el alarmismo, que el mundo puede encontrarse a las puertas de una confrontaci¨®n b¨¦lica directa entre Estados Unidos e Ir¨¢n de proporciones y consecuencias impredecibles. Una guerra que de producirse puede arrastrar a otros pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo y tener negativas repercusiones globales tanto econ¨®micas ¡ªque ser¨ªan casi inmediatas dado el papel crucial que desempe?a el estrecho de Ormuz en el transporte de petr¨®leo a escala mundial¡ª como de conformaci¨®n del orden internacional.

Pero no se trata de algo inevitable. Se ha llegado a este punto, en primer lugar, por la ruptura de acuerdos multilaterales ¡ªcomo hizo Trump con el tratado nuclear con Ir¨¢n¡ª que ten¨ªan como principal objetivo mantener la paz y, en segundo t¨¦rmino, por la utilizaci¨®n de recursos militares como sustitutos de la acci¨®n diplom¨¢tica. Es urgente que tanto Washington como Teher¨¢n cesen de inmediato cualquier actividad militar susceptible de provocar un incidente que lleve a un conflicto armado y que los canales y organismos multilaterales puedan actuar para rebajar la tensi¨®n y sean respetados.

En lo que respecta a Espa?a, el tiempo ha dado la raz¨®n al Gobierno de Pedro S¨¢nchez en su decisi¨®n de apartar del grupo de combate del portaviones Abraham Lincoln a la fragata M¨¦ndez N¨²?ez, que hoy se hubiera encontrado en un escenario preb¨¦lico por decisiones absolutamente ajenas al pueblo espa?ol.