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Cuba: jubilaciones de nueve euros La esperanza de vida en la isla es de 79,1 a?os y el retiro se permite a partir de los 60, pero las pensiones suelen ser tan bajas que a los cubanos no les queda m¨¢s remedio que buscar ingresos adicionales. Un retrato socioecon¨®mico de una edad a menudo olvidada en 12 im¨¢genes En Cuba, la esperanza de vida es de 79,1 a?os, una edad casi igual a la de Estados Unidos. Seg¨²n el sistema de pensiones de la isla, las mujeres tienen derecho a dejar de trabajar a los 60 a?os y los hombres a los 65 si han cumplido al menos 30 en el mundo laboral. Dado que los sueldos son extremadamente bajos, las jubilaciones suelen ser inferiores a los nueve euros. A los cubanos no les queda m¨¢s remedio que buscar ingresos adicionales para llegar a fin de mes. Lidia Heredia Grinom tiene 86 a?os y comparte casa con su hijastra enferma. Su marido muri¨® hace 15 a?os. Por las tardes, vende cigarrillos y bolsas de pl¨¢stico en una concurrida calle que lleva a la estaci¨®n de autobuses de Santiago de Cuba. Necesita esos ingresos adicionales para vivir. Aida Guerreros Blanco tiene 92 a?os y se las arregla con 120 pesos mensuales (cuatro euros). Vive en el centro de Bayamo,ciudad de unos 250.000 habitantes y capital del departamento hom¨®nimo. Desde la puerta de su casa aborda a turistas perdidos con la esperanza de que le dan algo de dinero despu¨¦s de conversar con ellos. Miguel Calzada, de 90 a?os, delante de su casa en Trinidad, un municipio del centro de Cuba conocido por su casco antiguo de estilo colonial y sus calles adoquinadas. Desde la puerta de su vivienda vende dulces y galletas para complementar su pensi¨®n. Mar¨ªo D¨ªa se dedica a vender casas de lujo porque la comisi¨®n es mucho m¨¢s alta. La venta de casas es legal en Cuba desde 2012. Los precios han subido, pero la mayor¨ªa de los cubanos no tiene dinero para comprar. Ra¨²l Bouza delante de su casa, en La Habana Vieja. El edificio se derrumb¨® hace tres a?os durante un hurac¨¢n. La pensi¨®n de Bouza es de 240 pesos (ocho euros), mientras que ¨¦l tiene que pagar 500 pesos (unos 17 euros) mensuales por la licencia de vendedor. Comercia con toda clase de objetos, como pilas y bombillas, para intentar ganar algo aparte de su jubilaci¨®n. Su hermano le manda giros desde Miami: 100 d¨®lares (87 euros) cada tres meses. Ebaristo D¨ªa D¨ªa (arriba a la derecha) tiene 85 a?os y trabaja plegando cajas en el taller gr¨¢fico ?Yo soy Fidel!, en La Habana. Este empleo le proporciona 300 pesos (10 euros) de ingresos extra, y su jefe le da el desayuno y la comida. Le gusta mucho trabajar porque as¨ª siente que forma parte de la sociedad. Rodolfo Aguilar Gonz¨¢lez tiene 66 a?os y sigue trabajando como inspector de la calidad agua en Holgu¨ªn, una ciudad en el este de la isla. Aunque se podr¨ªa haber retirado a los 65, no quiso hacerlo, porque le gustan las relaciones y la actividad de la vida laboral. Las leyes cubanas establecen que, tras la jubilaci¨®n, se puede dejar el puesto de trabajo y solicitar otro con menor carga laboral, pero Aguilar tiene miedo de que no lo contraten y prefiere continuar en su empleo de siempre. ?ngel Julio Soza Castillo, de 89 a?os, retratado delante de su casa de toda la vida en el distrito de San L¨¢zaro, una zona pobre del municipio de Cienfuegos. Despu¨¦s de 40 a?os trabajando en la construcci¨®n, vive con 200 pesos de pensi¨®n, unos 6,7 euros. A la pregunta de si le falta algo, responde: "Solo un televisor para ver chicas guapas". Todos los cubanos tienen una libreta. Es la cartilla de racionamiento que les da derecho a comprar una cantidad mensual de alimentos a precios baj¨ªsimos. Por ejemplo, se puede adquirir un pan a un peso (tres c¨¦ntimos de euro) por persona al d¨ªa, pero el mismo producto cuesta a cuatro pesos (casi 12 c¨¦ntimos) si ya se compr¨® uno usando la libreta. En mayo de 2019 se impusieron condiciones m¨¢s estrictas debido al endurecimiento del embargo estadounidense y a la p¨¦rdida de la ayuda de Venezuela. Una vez al mes, un cubano puede adquirir cinco huevos, un cuarto de libra de pollo, media libra de aceite, cinco libras de arroz, 10 onzas de frijoles negro y una caja de cerillas. Cada tres meses, 400 gramos de pasta y un paquete de sal. Antonio Loreno Lozana, de 86 a?os, vive con uno de sus hijos junto a una de las rutas tur¨ªsticas que conducen a los valles de los alrededores de Vi?ales en los que se cultiva tabaco. La familia tiene una peque?a explotaci¨®n agr¨ªcola. Adem¨¢s de los 200 pesos (6,7 euros) de jubilaci¨®n de Loreno, ingresan unos 150 d¨®lares (131 euros) mensuales de los productos que venden al Estado y el caf¨¦ que les compran los turistas. Mar¨ªo D¨ªa tiene 80 a?os y trabaja como intermediario en la venta de casas en La Habana. Cuando vende una casa, cobra el 10% del precio, y si encuentra a alguien que quiera hacer un intercambio, recibe una donaci¨®n. En 2018, vendi¨® dos casas que le proporcionaron unos ingresos adicionales de 1.500 d¨®lares (1.300 euros).