Democracia checa
Los esc¨¢ndalos en el pa¨ªs centroeuropeo demuestran la peligrosa combinaci¨®n del discurso populista con la corrupci¨®n
Las masivas manifestaciones que durante junio se han producido en la Rep¨²blica Checa exigiendo la dimisi¨®n del primer ministro, Andrej Babis, han colocado a la joven democracia centroeuropea en una situaci¨®n de movilizaci¨®n popular como no se ve¨ªa desde la ca¨ªda del r¨¦gimen comunista en 1989 durante la conocida como Revoluci¨®n de Terciopelo.
Babis est¨¢ en el punto de mira de un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que afecta a fondos de la Uni¨®n Europea y otro por fraude fiscal tanto cuando era ministro de Finanzas como desde el cargo de primer ministro que ejerce desde 2017. Se da la circunstancia de que el cuestionado pol¨ªtico es un multimillonario ¡ªel segundo hombre m¨¢s rico de su pa¨ªs¡ª que dirige una formaci¨®n de car¨¢cter populista denominada Alianza de Ciudadanos Descontentos y que bas¨® su campa?a electoral precisamente en las denuncias contra la corrupci¨®n. Gan¨® las elecciones liderando un Parlamento muy fragmentado, donde abundan los partidos antisistema y donde apenas resiste una formaci¨®n socialdem¨®crata de car¨¢cter tradicional.
Mientras la Uni¨®n Europea ha abierto una investigaci¨®n por un supuesto cobro indebido de fondos europeos destinados a una de sus empresas y la Comisi¨®n ha concluido en una investigaci¨®n que Babis incurri¨® en conflicto de intereses por las ramificaciones de su imperio empresarial, el mandatario ha comenzado a maniobrar con el apoyo de su ministro de Justicia para evitar tener que rendir cuentas. Una situaci¨®n explosiva que ha lanzado a la calle a cientos de miles de checos con banderas de Europa exigiendo responsabilidades.
Lo que est¨¢ sucediendo en Chequia es un buen ejemplo de la letal combinaci¨®n que la corrupci¨®n y el discurso populista suponen para una democracia, incluyendo una joven y pujante. Que en apenas pocos a?os despu¨¦s de recuperar la democracia ¡ªy la independencia total¡ª los antisistema predominen en el discurso pol¨ªtico de un pa¨ªs y que quienes hacen de su bandera el descontento terminen viendo movilizado en su contra a un pa¨ªs entero precisamente por lo mismo, revela que han fallado los mecanismos de transparencia y control necesarios para evitar el descr¨¦dito del sistema.
La buena noticia es que los checos han decidido no cruzarse de brazos y resignarse a que las pr¨¢cticas irregulares sean algo inevitable. Es la base de la lucha contra la corrupci¨®n. Ahora es necesario que la Uni¨®n Europa investigue a fondo, y que en funci¨®n de los resultados se asuman responsabilidades. No es una t¨¢ctica pol¨ªtica lo que est¨¢ en juego, sino el mismo concepto de democracia.
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