Nos escuchan
Lo sospechaba, pero esa fue la prueba definitiva. Mi m¨®vil me escucha y luego va y se lo casca a quien pueda interesarle para venderme cosas
Ayer estuve en el ginec¨®logo. Bueno, era ginec¨®loga, pero lo he escrito como lo pienso: as¨ª, en masculino, por esa inercia de siglos por la que seguimos diciendo que vamos al m¨¦dico, o al notario, o al abogado aunque las mujeres sean mayor¨ªa en esos gremios. Al grano, que me disperso: fui a la ginec¨®loga, e iba, como siempre, en guardia. No solo porque all¨ª ejerce un vecino obstetra que me atendi¨® en un parto y del que huyo despavorida desde ese embarazos¨ªsimo episodio, sino porque, por mucho que una la adopte en la vida, no se acostumbra nunca a la postura del potro ginecol¨®gico. El caso es que hubo suerte y no me toc¨® el toc¨®logo, sino una colega m¨¢s o menos de mi quinta con la que estuve departiendo de lo m¨ªo. Nada serio, gracias. Asuntos propios de personas de mi edad y mi sexo. Pues bien, al salir de la consulta, el m¨®vil empez¨® a brasearme con anuncios de p¨ªldoras de soja, lubricantes vaginales, anticonceptivos de ¨²ltimo minuto y, lo juro, p¨¢ginas de citas para mayores de 50 a?os muy exigentes.
Lo sospechaba, pero esa fue la prueba definitiva. Mi m¨®vil me escucha y luego va y se lo casca a quien pueda interesarle para venderme cosas. Me sent¨ª tan invadida que lo pregon¨¦ en Twitter y fueron los tuiteros quienes me pusieron en mi sitio. Que no soy la ¨²nica. Que a buenas horas, mi santa ira. Que eso lo saben hasta los p¨¢rvulos. Que desactive el micro, la ubicaci¨®n y el historial de b¨²squedas si quiero evitarlo. Lo intent¨¦, palabra, pero no desactiv¨¦ todo, porque si lo haces se te queda el m¨®vil en nada. S¨ª, soy adicta, de acuerdo, pero por culpa de los camellos. Primero te dan la droga y luego te la cobran a precio de uranio. Intimidad por aplicaciones, el chantaje perfecto. Yo preocupada por si ten¨ªa que contarle mi vida de cintura para abajo a un vecino que me ha visto el ¨²tero y resulta que llevo al esp¨ªa en la mano y todo Google sabe de qu¨¦ ovario cojeo. ?Merezco lo que me pase?
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