Con la salud, tolerancia cero

El rigor y la precisi¨®n son dos exigencias fundamentales para toda informaci¨®n de calidad en los medios de comunicaci¨®n. Hay terrenos, sin embargo, en los que el periodista debe extremar esos requisitos. El primero de la lista es la salud. Una noticia falsa o incompleta, un mensaje err¨®neo o un dato manipulado en ese campo son susceptibles de causar da?os irreparables. Si afecta a fetos o beb¨¦s, la responsabilidad en que se incurre alcanza un grado m¨¢ximo. Es lo que una decena de lectores reprochan al peri¨®dico por un texto publicado el pasado domingo en El Pa¨ªs Semanal bajo el t¨ªtulo Embarazo y crianza: verdad y mentira (en versi¨®n papel) y Un pol¨¦mico libro desmonta los t¨®picos sobre el embarazo y la crianza (en versi¨®n web).

La informaci¨®n, que ocupaba una p¨¢gina de la secci¨®n El Pulso, hac¨ªa referencia a dos pol¨¦micos libros publicados por la economista estadounidense Emily Oster, en los que rebate consejos o tradiciones sobre el embarazo y la crianza de beb¨¦s. El primero de los libros se public¨® en 2013 y en el EPS se recordaba una de ¡°sus conclusiones controvertidas¡±: ¡°Que es bastante seguro beber una copa de vino al d¨ªa desde el segundo trimestre (del embarazo)¡±.

Tal afirmaci¨®n no estaba acompa?ada de contraste o confirmaci¨®n, pese a que se trata de una delicada aseveraci¨®n a la que esa economista dice haber llegado comparando resultados de investigaciones que ella seleccion¨® hasta elaborar ¡°un informe a medida¡± para su embarazo. Pues bien, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) recomienda que no se consuma nada de alcohol durante el embarazo.

As¨ª lo han recordado varios lectores, que han protestado por esa publicaci¨®n. Ana M. Rico, por ejemplo, ha escrito desde Mutxamel (Alicante): ¡°Contradice los criterios de la OMS. No hay cantidad m¨ªnima segura de alcohol. Como madre de un ni?o con SAF (s¨ªndrome alcoh¨®lico fetal) les ruego que sean m¨¢s rigurosos. Pueden hacer mucho da?o¡±. Marga Mu?iz, desde Mairena del Aljarafe (Sevilla), insiste: ¡°Seg¨²n la OMS, el consumo durante el embarazo de una o dos bebidas a la semana no tiene clara su inocuidad; de ah¨ª que se recomiende consumo cero de alcohol durante la gestaci¨®n¡±.

Mercedes del Valle abunda en lo mismo: ¡°Que no exista evidencia absoluta en humanos (en modelos animales s¨ª existe) de que una copa aislada durante el embarazo hace da?o, no permite decir que existe evidencia de que no lo hace (¡­) Este tipo de publicaciones son irresponsables y tienen consecuencias muy graves para la salud. Me entristece enormemente que su peri¨®dico entre en este tipo de `periodismo?¡±.

Como se?ala la lectora Marga Mu?iz, el problema no reside tanto en lo que dice el art¨ªculo, sino en lo que no dice

Desde Valladolid, Benedicto Garc¨ªa Merino, coordinador general de CORA (Coordinadora de Adopci¨®n y Acogimiento), se?ala que la afirmaci¨®n de Emily Oster no tiene ¡°ning¨²n criterio ni fundamento cient¨ªfico¡±. Recuerda que ning¨²n nivel de consumo de alcohol en el embarazo es ¡°seguro¡± porque puede producir en el futuro beb¨¦ enfermedades como el TEAF (trastorno del espectro del alcoholismo fetal).

Para Miguel Marcos, profesor de Medicina de la Universidad de Salamanca, encontrarse el domingo con esa informaci¨®n fue ¡°una desagradable sorpresa¡±. ¡°El ¨²nico consumo seguro -durante el embarazo- es cero¡±, reitera. V¨ªctor Sanguino asegura en su mensaje: ¡°La desinformaci¨®n que produce este tipo de art¨ªculos acaba incidiendo en la salud de los beb¨¦s¡±.

Mireia Pascual, desde Barcelona y en nombre de Socidrogaalcohol, sociedad sobre el estudio del alcoholismo y otras toxicoman¨ªas, destaca que ¡°el alcohol es un t¨®xico que atraviesa la barrera placentaria con gran facilidad e interfiere en el normal desarrollo del feto¡±, al que puede causarle ¡°alteraciones f¨ªsicas y ps¨ªquicas¡±. ¡°Entre uno y dos ni?os por cada mil¡±, a?ade, ¡°est¨¢n afectados por el SAF¡±.

La autora de la informaci¨®n reconoce que era incompleta: ¡°(La frase del alcohol) contradice los dictados de la OMS y en la redacci¨®n del art¨ªculo yo deber¨ªa haberlo explicitado. S¨ª dije que `varios pediatras la rebaten?, pero eso no es suficiente. Deber¨ªa haber sido m¨¢s clara al respecto y lamento no haberlo hecho¡±.

Precisa, no obstante, que en el mismo texto se habla de ¡°una copa de vino al d¨ªa¡±, citando a Oster, y que esta siempre distingue entre bajo consumo y elevado consumo. ¡°La exposici¨®n de unas teor¨ªas heterodoxas por parte de un medio tampoco equivale a su promoci¨®n¡±, agrega.

En efecto, y por eso la lectora Marga Mu?iz apunta de lleno al problema, que no reside tanto en lo que dice el art¨ªculo, sino en lo que no dice: ¡°?Hasta qu¨¦ punto la informaci¨®n que ofrece un medio de comunicaci¨®n se debe ofrecer sin ning¨²n tipo de contraste, especialmente cuando esa desinformaci¨®n puede provocar un trastorno que no tiene cura y cuyas secuelas son de por vida?¡±

Cuando se publican temas de salud, en efecto, tolerancia cero.