Pedro y Pablo: la ¡®vendetta¡¯
Los l¨ªderes de la izquierda malogran el acuerdo de investidura en un ajuste de cuentas infantil
Ni socio preferente, ni Gobierno de coalici¨®n, ni Gobierno de cooperaci¨®n. La ruptura de las relaciones entre S¨¢nchez e Iglesias, art¨ªfices de un ajuste de cuentas infantil, convierte en una parodia la ceremonia investidura de la semana que viene y precipita la soluci¨®n temeraria de las elecciones generales.
Correspond¨ªa al presidente en funciones esmerarse en el consenso parlamentario, pero la pasividad y la frivolidad de S¨¢nchez se han a?adido a la artera maniobra plebiscitaria de Iglesias. Ha recurrido a las bases para blindar su postura negociadora. Y ha expuesto una consulta dirigida y condicionada cuyo desenlace, el jueves, carece de toda emoci¨®n: entrar en el Consejo de Ministros por derecho, o regalar la investidura a S¨¢nchez.
Iglesias amortigua su responsabilidad en el ¨¦ter de la voluntad popular, mientras que S¨¢nchez se desquita de la presi¨®n aludiendo a las antiguas cuitas personales. La entrevista concedida a la SER evocaba esta ma?ana el trance en que Iglesias malogr¨® la investidura en 2016.
Quiere decirse que el asesino ha vuelto al lugar del crimen. Y que Pedro quiere endosarle a Pablo la responsabilidad del bloqueo, pero no resulta demasiado convincente la estrategia de la demonizaci¨®n. Ni siquiera cuando se describe a Iglesias desde Moncloa como un peligro de Estado en la gesti¨®n de la crisis catalana, en la pol¨ªtica econ¨®mica o en las relaciones comunitarias.
Unidas Podemos es el mismo partido que ha pactado con el PSOE los Gobiernos de Valencia, de Baleares y de Canarias. Ha obtenido ministerios (consejer¨ªas) en todos ellos. Y ha servido para consolidar el poder territorial del Partido Socialista, razones todas ellas que contradicen la aversi¨®n sobreactuada a un pacto nacional.
S¨¢nchez pretende gobernar solo, pero no se lo puede permitir con 123 diputados, de tal forma que ha convertido el reloj ¡ª12 semanas de marianismo tao¨ªsta¡ª y los sondeos en las armas de coacci¨®n y de humillaci¨®n a Pablo Iglesias: las urnas ser¨ªan un suicidio pol¨ªtico de Podemos, m¨¢s todav¨ªa si Errej¨®n irrumpe en las pr¨®ximas elecciones como alternativa sanadora.
Iglesias no se encuentra en condiciones de?rectificar un mil¨ªmetro porque tiene que acatar el refer¨¦ndum teledirigido a las bases. Y S¨¢nchez ha demostrado esta ma?ana que no piensa alojar los submarinos de Podemos en el gabinete ministerial. La ¨²nica manera de evitar las elecciones consistir¨ªa en una iniciativa filantr¨®pica de la derecha, pero el presidente en funciones no ha hecho otra cosa que disuadirla, tanto por los pactos auton¨®micos en clave nacionalista como por la relaci¨®n especulativa que ha adquirido con Bildu en Navarra.
No va a renunciar Rivera al dogma del antisanchismo ni desagradan a Pablo Casado unas elecciones anticipadas. Las inercias benefician la remontada de los populares a expensas de Vox, as¨ª es que S¨¢nchez no podr¨¢ recurrir el 10 de noviembre al monstruo ecuestre de la extrema derecha como argumento aglutinador y movilizador de la izquierda. Y deber¨¢ asumir que el abuso de las urnas tendr¨¢ que pagarlo quien subordin¨® la responsabilidad del estadista al inter¨¦s particular.
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