El Canal de la Mancha se resiste al ¡®hombre volador¡¯
Franky Zapata cae al mar y fracasa en su intento de cruzar desde Francia al Reino Unido en su ¡®flyboard¡¯
Que Franky Zapata lograr¨¢ su objetivo y llegar¨¢ m¨¢s alto y m¨¢s lejos es algo que nadie duda, el primero, ¨¦l. Pero el franc¨¦s conocido como el hombre volador, tampoco pod¨ªa el jueves ocultar su decepci¨®n, consciente de haber perdido una ocasi¨®n fant¨¢stica que ya no se repetir¨¢: emular con la Flyboard, la tabla voladora de su invenci¨®n, un hito de la aviaci¨®n francesa, el primer vuelo a trav¨¦s del Canal de la Mancha, que realiz¨® hace justo 110 a?os el aviador galo Louis Bl¨¦riot.
?Es lo que tienen los visionarios, podr¨¢ consolarse. El que fuera campe¨®n del mundo de jet-ski, de 40 a?os, ha sabido reinventarse como creador de tablas imposibles, desde una primera acu¨¢tica sobre la que ya se ha visto erigirse a varios metros sobre el nivel del mar a m¨¢s de un famoso a, ahora, su Flyboard, salida casi de una pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n.
El dispositivo es una plataforma negra que despega en vertical, propulsado por cinco turborreactores de aire alimentados con queroseno, que posibilitan avanzar hasta 190 kil¨®metros por hora. Para lanzar su proyecto, Zapata tuvo que luchar hasta con la siempre dif¨ªcil burocracia francesa, ya que no exist¨ªa un marco legal que encajara con su invento y este estuvo parado en 2017 durante varios meses, porque no respetaba las normas de seguridad y de homologaci¨®n. Pero todo eso queda ya lejos. Y los planes para la Flyboard son ambiciosos. Hasta el Ej¨¦rcito se ha interesado en esta tabla voladora, que podr¨ªa ser utilizada en el futuro en operaciones urbanas o como ¡°plataforma log¨ªstica volante o hasta de asalto¡±, como ha aventurado la ministra de Defensa, Florence Parly, muy metida estos d¨ªas en todo lo que suene a aventura espacial.
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De hecho, en la retina de todos los franceses y de buena parte del mundo qued¨® grabada esa imagen del 14 de julio, cuando Zapata se convirti¨® en la estrella del tradicional desfile militar en Par¨ªs. Vestido enteramente de negro y fusil en mano, Zapata parec¨ªa venido del futuro cuando sobrevol¨® los Campos El¨ªseos hasta llegar a la tribuna presidencial en la plaza de la Concordia. All¨ª, ante la mirada fascinada del presidente, Emmanuel Macron, y la decena de mandatarios europeos ¡ªAngela Merkel incluida¡ª y altos representantes invitados, plane¨® varias veces antes de volver a perderse en el cielo parisino entre ovaciones y exclamaciones de asombro.
No es de extra?ar por tanto que su anuncio de que intentar¨ªa atravesar el Canal de la Mancha fascinara, una vez m¨¢s, a toda Francia. Pr¨¢cticamente todas las cadenas retransmitieron en directo los preparativos del vuelo y el despegue de Zapata, hacia las 9.05 de la ma?ana, desde un punto cercano a la playa de Sangatte, en Pas-de-Calais. Los curiosos que acudieron hasta all¨ª contuvieron el aliento, al igual que decenas de miles de telespectadores, mientras el marsell¨¦s se elevaba en vertical sobre su plataforma y desaparec¨ªa, poco despu¨¦s, en el horizonte del mar. R¨¢pidamente, las cadenas conectaron con las c¨¢maras apostadas en St Margaret¡¯s Bay, el punto de la costa brit¨¢nica al que Zapata deb¨ªa llegar unos 20 minutos m¨¢s tarde, tras atravesar los 35 kil¨®metros de distancia que separan Reino Unido de Francia, en ese punto a una velocidad de 140 kil¨®metros por hora y a unos 15 o 20 metros sobre el mar. Esa imagen nunca lleg¨®. El hombre volador hab¨ªa ca¨ªdo al mar a 18 kil¨®metros de la costa francesa, cuando intentaba repostar su tabla, que no tiene autonom¨ªa suficiente, en aguas brit¨¢nicas.
Los da?os personales fueron m¨ªnimos. ¡°Solo me he golpeado un poco el codo al caer¡±, declar¨® unas horas m¨¢s tarde, ya en tierra, con una sonrisa forzada. Otra cosa es el golpe al ego y a su Flyboard, que sufri¨® graves desperfectos al chocar con la barca repostadora. Eso duele m¨¢s. ¡°Estoy decepcionado¡±, reconoci¨® Zapata. Aun as¨ª, asegur¨®, de tirar la toalla, nada. ¡°Ha sido como un sue?o¡±, dijo. Y la tabla ser¨¢ reconstruida r¨¢pido. ¡°Lo voy a volver a intentar¡±, prometi¨®. Tan pronto como la semana que viene.
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