En YouTube me reflejo
Sin m¨¢s pre¨¢mbulos les voy a enumerar, por orden, los ocho v¨ªdeos que al abrir la p¨¢gina se me han propuesto y ustedes sacan sus propias conclusiones
Me gusta pensar que el puzle de mi personalidad se arma con los v¨ªdeos que me sugiere YouTube. Me contaron que la empresa que instala los aud¨ªmetros en los hogares espa?oles elegidos para medir las audiencias televisivas, discrimina los datos que recogen los primeros d¨ªas porque no reflejan la realidad. O sea, a lo mejor el padre se pirra por ver S¨¢lvame Naranja, pero finalmente escoge un documental de La 2 sobre ?us. En mi caso no existe impostura, no selecciono los v¨ªdeos para que la plataforma piense que soy un ser de luz; veo lo que me apetece.
Sin m¨¢s pre¨¢mbulos les voy a enumerar, por orden, los ocho v¨ªdeos que al abrir la p¨¢gina se me han propuesto y ustedes sacan sus propias conclusiones:
En el primer v¨ªdeo se ve a un se?or partiendo sand¨ªas con una katana.
En el segundo se nos promete un zasca de Iv¨¢n Espinosa de los Monteros a un periodista indepe, y efectivamente se produce, porque ?atenci¨®n! el pol¨ªtico inesperadamente chapurrea en catal¨¢n.
En el tercero, una joven se prueba bikinis y los comenta risue?a.
En el cuarto, un muchacho enmascarado reflexiona sobre la necesidad de un "d¨ªa del orgullo hetero". Concluye que no hace falta pero despu¨¦s de mucho rato d¨¢ndole vueltas.
En el quinto, Santiago Abascal da una clase de historia en el Congreso con una americana una talla menor.
En el sexto, un muchacho con coleta destapa supuestas denuncias falsas, realizadas por maquiav¨¦licas mujeres con el objetivo de quitarles el dinero a sus maridos. Propone que salgamos corriendo para abrazar al primer hombre hetero que nos encontremos porque seg¨²n ¨¦l "est¨¢ bien jodido".
En el s¨¦ptimo, varias mascotas creen que sus due?os han desaparecido detr¨¢s de una s¨¢bana y vaya si lo lamentan.
Y en el octavo, una ni?a sueca con trenzas, bastante estomagante, habla con vehemencia sobre las desastrosas consecuencias del cambio clim¨¢tico.
Sinceramente, este ¨²ltimo es el ¨²nico que me chirr¨ªa, igual mi hija ha entrado con mi cuenta.
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