Los 4.427 de Mauthausen

Apenas ocho l¨ªneas dan paso en el Bolet¨ªn Oficial del Estado a un largo listado de espa?oles que murieron en Mauthausen y Gusen. Son los nombres de 4.427 deportados a ambos campos de concentraci¨®n nazis, la mitad de los m¨¢s de 9.000 espa?oles que los historiadores calculan que fueron internados en los recintos de exterminio entre 1940 y 1945, considerado uno de los periodos m¨¢s l¨²gubres y oprobiosos de la historia. Fueron sometidos a trabajos forzados en condiciones terror¨ªficas o como mano de obra esclava en las colosales canteras de granito. Murieron en c¨¢maras de gas, fusilados, a causa de epidemias o de hambre. En Los ¨²ltimos espa?oles de Mauthausen, el periodista Carlos Hern¨¢ndez recopila testimonios de supervivientes, entre ellos su propio t¨ªo (el deportado 4.443) para reflejar el viaje en los fat¨ªdicos trenes de la muerte, las torturas que soportaron entre las alambradas y el ansiado momento de la liberaci¨®n.

Acusados a menudo de colaboraci¨®n con la Resistencia, inicialmente fueron considerados prisioneros de guerra y amparados por la Convenci¨®n de Ginebra de 1929, pero pronto pasaron a ser catalogados como ap¨¢tridas. El r¨¦gimen de Franco no los reconoci¨®. Se desentendi¨® de ellos y de su suerte. Y cuando en 1951 Francia remiti¨® datos de los fallecidos, las autoridades eludieron hacerlos p¨²blicos para evitar hipot¨¦ticas reclamaciones. As¨ª se ahond¨® un poco m¨¢s en la desmemoria. Ahora, casi 80 a?os despu¨¦s, se recupera la identidad de las v¨ªctimas del horror nazi, se rescata del olvido a quienes lucharon por la libertad, se repara una injusticia y se les devuelve la dignidad.

El edicto refiere identificaciones detalladas (nombre y apellidos, adem¨¢s de la fecha y lugar del nacimiento y muerte) recopiladas por un equipo de investigaci¨®n tras el cotejo de los libros custodiados en el Registro Civil Central. Esta relaci¨®n de v¨ªctimas se difunde cuatro meses despu¨¦s de que el Gobierno acordara instaurar el 5 de mayo como d¨ªa de homenaje a los espa?oles deportados y fallecidos en Mauthausen y en otros campos y, en general, a todas las v¨ªctimas espa?olas del nazismo. Porque ¡°su padecimiento y muerte constituyen un ejemplo insuperable del sacrificio mostrado como luchadores por la democracia y la libertad, y se merecen un reconocimiento p¨²blico al m¨¢s alto nivel¡±.