La historia de senegalesas que sue?an

Alineada con la consecuci��n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la cooperaci��n espa?ola ha apostado por el modelo de escuelas taller, dirigidas especialmente a j��venes y mujeres. Fanta Mbodj fue una de las primeras alumnas de los cursos que se ofrecieron en Saint Louis (Senegal) en 2008.Miguel Lizana (Aecid)

Cuando Mbodj se inscribi�� en la escuela taller financiada con fondos espa?oles ten��a 25 a?os y era una nini. Pero escuch�� en la radio que pod��a cursar estudios en producci��n agr��cola de forma gratuita. Dos a?os despu��s, obtuvo su diploma y comenz�� un per��odo de pr��cticas en la empresa agr��cola Societ�� de Cultures L��gumi��res (SCL).Miguel Lizana (Aecid)

Cuando acab�� las pr��cticas, Mbodj se busc�� la vida hasta que la volvieron a llamar de la SCL. Desde entonces, su trayectoria ha sido mete��rica. "Despu��s fui jefa de equipo. Por ejemplo, hac��a el programa de una actividad con un n��mero de personas y las segu��a cada d��a. Despu��s fui capataz, que es casi el brazo derecho del jefe de granja. Y ahora soy jefa de granja", resume sin alardes. En la pr��ctica, tiene 270 hect��reas bajo su responsabilidad y en ��pocas de picos de producci��n hasta medio millar de jornaleros. "Hay que tener car��cter", reconoce.Miguel Lizana (Aecid)

"Gracias a la formaci��n puedo trabajar y ganarme la vida. Hoy no le debo nada a nadie. Soy la mayor de las hijas de mi madre, que no tiene hijos varones, y ayudo a mis hermanas peque?as en su educaci��n", afirma. Mbodj se ha convertido en un ejemplo a seguir en su familia. Ella es la prueba de que la educaci��n es clave para un futuro pr��spero.Miguel Lizana (Aecid)

En la ��ltima d��cada, Espa?a ha destinado casi cuatro millones de euros a apoyar proyectos educativos en Senegal. En Podor, la Diputaci��n de Ja��n ha financiado un curso de transformaci��n de alimentos locales. El proyecto, ejecutado por el Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional (Famsi), beneficia a 24 mujeres de la ciudad y aldeas aleda?as que ven en esta formaci��n una oportunidad para tener un empleo despu��s.Miguel Lizana (Aecid)

"Esta formaci��n ha sido una necesidad que ha identificado el propio centro. Podor es una zona agr��cola y la producci��n se vende directamente, pero no tiene valor a?adido. Con la transformaci��n se a?ade valor, m��s precio, y se conserva mejor el alimento", expone Ndiaye Sarr Mbodj, director del instituto que en total tiene 360 alumnos, el 60% mujeres.Miguel Lizana (Aecid)

Fatimata Wone, vecina de una aldea cercana a Podor. Tiene 40 a?os y es una de las 24 alumnas del curso de valorizaci��n de productos alimentarios locales que se imparte en el Centro de Formaci��n Profesional de la ciudad. "En clase hay j��venes y adultas que vienen de los pueblos. Me enter�� del curso porque lo escuch�� y yo, que estoy casada, creo que esto es importante. Soy trabajadora social, pero no tengo trabajo y esto me puede servir para encontrar uno", explica Wone. De hecho, cree que con apoyo financiero, el grupo de estudiantes podr��a montar una peque?a empresa de transformaci��n. "Pero todav��a no lo hemos hablado".Miguel Lizana (Aecid)

Adem��s de equipar la cocina del centro con la ayuda de este proyecto, varias maestras del centro han recibido capacitaci��n en Dakar, la capital, para aprender y poder ense?ar a producir cosm��ticos, jabones o aceites corporales a partir de alimentos.Miguel Lizana (Aecid)

Fatima Sall es la m��s joven de todas las alumnas. Tiene 18 a?os y quiere montar un negocio "a nivel individual" en caso de no encontrar empleo tras acabar la formaci��n. "Al principio no quer��a hacer este curso, sino para cocinera; pero esto es lo que hab��a y ahora me gusta. Es mejor porque aprendemos cosas que no sab��amos que se pod��an hacer", reflexiona. Est�� tan entusiasmada que pasa las tardes practicando en casa lo aprendido durante la ma?ana.Miguel Lizana (Aecid)