10 AM, hora argentina
Mucho se ha escrito sobre la pasi¨®n argentina por el d¨®lar. Esa pasi¨®n est¨¢ al rojo vivo, m¨¢s desatada que nunca
Hay un momento en el d¨ªa que en la Argentina ha comenzado a ser definitorio. De lunes a viernes, en ese instante, comienza a modelarse el estado de ¨¢nimo de cientos de miles, tal vez millones de personas. "?Y? ?A cuanto abri¨®?", es la pregunta nerviosa que recorre oficinas, casas particulares, financieras, despachos pol¨ªticos, bancos, caf¨¦s. A esa hora, los portales de noticias m¨¢s populares publican un letrero enorme con el dato esperado, las pantallas de los canales de tev¨¦ lo reproducen en un lugar destacado. Se trata del precio del d¨®lar. Cada pa¨ªs se distingue por sus propios h¨¢bitos. Mucho se ha escrito sobre la pasi¨®n argentina por el d¨®lar. Esa pasi¨®n est¨¢ al rojo vivo, m¨¢s desatada que nunca. Parece un dato de color, una curiosidad, un h¨¢bito extravagante. Pero empieza a adquirir dimensiones tr¨¢gicas.
Hasta marzo de 2018, a las 10 AM, el d¨®lar estaba a 17 pesos. En agosto de ese a?o, pareci¨® estabilizarse en 30. A fines de septiembre, subi¨® a 42. El 12 de agosto de este a?o trep¨® a 60. Esa subida estrepitosa derrama sobre todos los precios de la econom¨ªa. As¨ª, la inflaci¨®n de 2018 fue del 50%. Y la de este a?o, con mucha suerte, repetir¨¢ la del a?o anterior. Pero, adem¨¢s, todo eso tiene un efecto muy recesivo sobre la actividad econ¨®mica. Por eso, a las 10 AM, cuando el d¨®lar se mueve, todo el mundo sabe lo que ocurrir¨¢ despu¨¦s: m¨¢s inflaci¨®n, m¨¢s pobreza, m¨¢s recesi¨®n, m¨¢s angustia, m¨¢s inestabilidad pol¨ªtica.
Esta historia, la de los argentinos a los saltos por el d¨®lar, lleva casi 90 a?os, desde que la producci¨®n agropecuaria perdi¨® su valor y el pa¨ªs se qued¨® sin d¨®lares suficientes para desarrollar su industria. Cada vez que la econom¨ªa crece demanda m¨¢s d¨®lares, los d¨®lares empiezan a escasear y, finalmente, estalla una crisis. A lo largo de las d¨¦cadas eso gener¨® una reacci¨®n defensiva en todos los argentinos que pueden ahorrar: compran d¨®lares por si acaso. Eso acent¨²a el problema y entonces potencia a¨²n m¨¢s la demanda de d¨®lares hasta que ya no se pueden devolver los dep¨®sitos o se acaban las reservas o se dejan de pagar las deudas del pa¨ªs.
Cada 7 u 8 a?os, en la Argentina hay, entonces, hiperinflaci¨®n, o ruptura de contratos, o alg¨²n tipo de default o confiscaci¨®n de dep¨®sitos. La vida de todos los argentinos est¨¢ marcada por an¨¦cdotas acerca de c¨®mo sobrevivieron en la crisis de 1975 o a la de 1982 o a la de 1995 o a la de 2001. Las nuevas generaciones podr¨¢n sumar la actual, cuyas derivaciones son aun inciertas.
El ciclo que termina en este desastre se inici¨® sobre el final de la crisis anterior, que fue en 2001. Luego de una crisis, la econom¨ªa comenz¨® a crecer. En un momento, empezaron a faltar d¨®lares. Entonces, empez¨® la demanda de d¨®lares, que por momentos se volvi¨® una corrida. Cristina Kirchner, frente a la desesperaci¨®n, impuso f¨¦rreos controles. Se cre¨® un mercado negro del d¨®lar. La econom¨ªa fren¨®. Cuando lleg¨®, Mauricio Macri liber¨® esos controles. Entonces el que pudo volvi¨® a comprar d¨®lares. Por un tiempo, Macri financi¨® la fiesta con enormes cantidades de deuda a corto plazo y alto inter¨¦s. Cuando los inversores notaron que prestarle a la Argentina se estaba volviendo peligroso, huyeron en masa.
Eso fue en 2018. El Gobierno les ofreci¨® enormes intereses para que se quedaran. Algunos lo hicieron. Pero luego de la derrota electoral de Macri, el 11 de agosto pasado, se desat¨® una estampida. D¨ªa a d¨ªa se pierden reservas y dep¨®sitos. Si no logran frenar la sangr¨ªa, la Argentina entrar¨¢ en hiperinflaci¨®n porque ya no habr¨¢ reservas capaces de parar el precio del d¨®lar. Cuando la oferta es cero, la demanda es infinita. Por eso, el mi¨¦rcoles pasado el Banco Central decidi¨® posponer unos meses el pago de vencimientos de los bonos del Estado en d¨®lares.
A las 10 AM del d¨ªa siguiente a esa decisi¨®n se inici¨® otra ronda. El d¨®lar subi¨® un poco, luego baj¨®, pero se perdieron cerca de 1.000 millones de d¨®lares de reserva. En un solo d¨ªa. El viernes se perdieron casi 2 mil millones. El p¨¢nico est¨¢ instalado. El futuro es cada vez m¨¢s incierto.
El tema se complica por una cuesti¨®n pol¨ªtica. El 11 de agosto se realizaron elecciones preliminares en la Argentina. All¨ª qued¨® claro que Macri deber¨¢ dejar el poder el pr¨®ximo 10 de diciembre. Falta una eternidad. El pr¨®ximo presidente ser¨¢, seguramente, el peronista Alberto Fern¨¢ndez. Macri y Fern¨¢ndez se odian. Por momentos parece que tratan de colaborar para que la transici¨®n no sea una tragedia. Pero al segundo siguiente se empiezan a mover la alfombra. Las peleas pol¨ªticas absurdas, cuando hay bonanza, pueden ser un show divertido. En las crisis, su efecto es letal. Cada d¨ªa, en el medio de los bailecitos en la cubierta del Titanic, se pierden m¨¢s reservas.
A las 10 AM del lunes, sabremos c¨®mo sigue esta historia. ?A cu¨¢nto abrir¨¢? ?Cu¨¢nta plata retirar¨¢n de los bancos los fondos de inversi¨®n, los ejecutivos, las maestras, las abuelitas, los ahorristas?
Alguna vez, las 10 AM volver¨¢ a ser un horario anodino: uno se toma un cafecito por ah¨ª, y la vida sigue como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.
Por lo pronto, ma?ana, y pasado, y al d¨ªa siguiente, a las 10 AM, los argentinos estaremos tensos, nerviosos, alterados, esperando un veredicto que parece ser inevitable.
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