Juego limpio
Sin una regulaci¨®n firme, las casas de apuestas destruyen tanta riqueza o m¨¢s como la que supuestamente generan
La proliferaci¨®n de las casas de juego o de apuestas en Madrid empieza a provocar un rechazo social creciente a medida que se va detectando un crecimiento de los casos de ludopat¨ªa entre los m¨¢s j¨®venes y se observa el incumplimiento sistem¨¢tico de la prohibici¨®n de que los menores accedan a tales establecimientos. En 10 a?os, el n¨²mero de casas de apuestas establecidas ha aumentado un 300% en la capital, una demostraci¨®n de que el juego es un mercado en alza. La acumulaci¨®n de este tipo de establecimientos en los barrios madrile?os con rentas bajas o medias-bajas permite suponer, adem¨¢s, que existe una estrategia (negada por la industria) muy precisa para captar ingresos en sectores de poblaci¨®n donde el azar aparece como una opci¨®n vital que deber¨ªa estar cubierta con un empleo remunerado.
Editoriales anteriores
El juego es, como aseguran los propietarios y promotores de las apuestas, una industria m¨¢s. Faltar¨ªa m¨¢s. Pero no es una industria cualquiera. Los riesgos de que aparezcan en torno a ella efectos indeseados e indeseables, como la ludopat¨ªa, sin duda el m¨¢s peligroso de todos ellos, la evasi¨®n fiscal, puntas de consumo de alcohol o de otro tipo de sustancias, son muy elevados. Las apuestas y el juego generan unas expectativas que, por lo general, suelen frustrarse; la creencia obsesiva en un golpe de fortuna o la neurosis adictiva del juego producen en primer t¨¦rmino desmoralizaci¨®n personal e incapacidad del lud¨®pata para salir de una espiral de ilusiones desconectadas de la realidad.
Por todas estas razones, las casas de apuestas tienen que estar sometidas a una regulaci¨®n especial, estricta en la exigencia de las condiciones en las que deben funcionar y severa en cuanto a las sanciones aplicables en casos de incumplimiento. No pueden estar en las proximidades de los colegios y, si bien puede debatirse el radio de acci¨®n protegido, tiene que ser superior a los 500 metros. Aquellos locales que permitan la presencia de menores tienen que ser castigados con sanciones disuasorias en una primera ocasi¨®n; y en la segunda, con el cierre del establecimiento. Los regidores municipales tienen que ser conscientes de que, sin una regulaci¨®n firme, las casas de apuestas destruyen tanta riqueza o m¨¢s como la que supuestamente generan. Las manifestaciones del fin de semana en Madrid sirven para suscitar un debate sobre los l¨ªmites que deben imponerse al mercado del juego, sobre el compromiso que cabe exigir a la industria de las apuestas; que, por cierto, obrar¨ªa sabiamente si firmara un gran acuerdo con todos los municipios por el cual se comprometiera a cumplir las cautelas aplicables a su mercado y denunciar los incumplimientos que detecten entre sus colegas. Para tranquilidad de todos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.