11 fotosLa exhumaci¨®n de FrancoRecorrido visual por la historia del Valle de los Ca¨ªdos, la mayor fosa com¨²n en Espa?aLa historiadora de la Universidad de Barcelona Queralt Sol¨¦ describe en esta galer¨ªa los episodios clave en la historia del monumento.El Pa¨ªsMadrid - 23 oct 2019 - 19:55CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceLas obras en Cuelgamuros, el paraje donde se construy¨® el Valle de los Ca¨ªdos, se iniciaron con el primer estallido de la roca el 1 de abril de 1940. Franco, simb¨®licamente, hizo la primera detonaci¨®n aquella tarde despu¨¦s de haber asistido durante la ma?ana a la conmemoraci¨®n del primer a?o de la victoria de su alzamiento, con un gran desfile militar, en Madrid. En la imagen, vista general del Risco de la Nava, en la zona conocida como Cuelgamuros en la Sierra de Guadarrama, antes del comienzo de las obras del Valle de los Ca¨ªdos.EFEEl dictador visitaba frecuentemente las obras y lo convirti¨® en ruta tur¨ªstica para personalidades extranjeras. El recorrido empezaba en el Monasterio del Escorial para luego ir a Cuelgamuros. Entre otros, hasta que el monumento en que fue inaugurado, acudieron el ministro de Exteriores de Per¨², Manuel Gallagher (octubre de 1951); el presidente de Portugal, Craveiro Lopes (mayo del 1953); el dictador dominicano Rafael Le¨®nidas Trujillo (junio del 1954); el mariscal griego Alexandros Papagos (octubre de 1954); el sha de Persia (mayo de 1957), o el ministro de Exteriores de Egipto (noviembre de 1957). En la imagen, de 1940, Franco pasea con su esposa, Carmen Polo, por las obras.EFEActualmente, se desconoce el n¨²mero exacto de presos que construyeron el Valle de los Ca¨ªdos con el sistema de redenci¨®n de penas. Seg¨²n distintos autores, pueden ser de unos 800 hasta unos 20.000. Para las constructoras era un buen negocio, puesto que el sueldo era ¨ªnfimo y los presos estaban condicionados a seguir sus directrices, por peligrosas o dif¨ªciles de realizar que fuesen. Imagen reproducida de la obra 'V¨ªctimas de la victoria', de Rafael Torres.Rafael TorresAl iniciarse las obras del Valle de los Ca¨ªdos se estableci¨® que deber¨ªan estar terminadas en un a?o. La dificultad t¨¦cnica de llevarlas a cabo por el hecho de tener que agujerear y construir en el interior de la roca, alzar la cruz de 150 metros, o la situaci¨®n econ¨®mica de Espa?a hicieron, entre otras causas, que se alargaran y que el monumento no se terminara hasta 1959. Vista posterior de las obras del Valle en noviembre de 1952. Al fondo, parte de la gran cruz que coronar¨¢ la monumental edificaci¨®n.EFEEn 1957 se cre¨® una comisi¨®n a la que se le encarg¨® la gesti¨®n de los traslados de restos de v¨ªctimas de la guerra desde toda Espa?a hacia las criptas del Valle. Se localizaron cementerios de soldados franquistas, pero tambi¨¦n rasas de soldados republicanos y fosas de civiles. La comisi¨®n decidi¨® cu¨¢les eran los traslados que realizar, aparte de los que las familias pidieron. Los primeros restos ¨®seos en llegar fueron en 1958; los ¨²ltimos, en 1983. Las cajas se iban colocando unas sobre otras, en fila y columnas. Se calcula que aqu¨ª est¨¢n enterradas 33.847 personas, lo que convierte al monumento en la mayor fosa com¨²n de Espa?a y en una de las m¨¢s grandes de Europa. En la imagen, cajas llenas de restos v¨ªctimas de la Guerra Civil, en 1959. ?EFELa inauguraci¨®n del Valle de los Ca¨ªdos, donde se enterraron soldados y civiles franquistas y republicanos, fue usado por el r¨¦gimen para maquillar su pol¨ªtica dictatorial en la que siempre diferenci¨® entre vencedores y vencidos. Al inaugurarlo el 1 de abril de 1959, el franquismo teatraliz¨® una voluntad de perd¨®n al enemigo a partir de la inauguraci¨®n del lugar donde estaban enterrados todos los muertos, si bien era solo un intento de crear un nuevo relato, falso, de reconciliaci¨®n. En la imagen, Franco, en el centro, entre autoridades en la inauguraci¨®n.Hermes Pato (EFE)En el Valle de los Ca¨ªdos se quisieron construir los mismos elementos que componen el Monasterio de El Escorial, pante¨®n real de la monarqu¨ªa espa?ola, a nueve kil¨®metros de Cuelgamuros. Finalmente, no se hizo ning¨²n lago, pero s¨ª es mucho mayor (1.377 hect¨¢reas frente 94) y est¨¢ m¨¢s alto (1.758 metros frente 1.028). Tambi¨¦n se construy¨® una bas¨ªlica, un monasterio con escuela y escolan¨ªa, un centro de estudios y una gran cruz cristiana visible desde 20 kil¨®metros y que puede leerse no solo como la referencia visual, sino tambi¨¦n para controlar los alrededores.Europa PressJos¨¦ Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange, fue uno de los que se enterraron en el monumento en 1958. Era su tercer entierro: de la fosa com¨²n del cementerio de Alicante, donde fue fusilado en 1936, a un nicho en ese cementerio, y de este en 1939 hasta El Escorial. Cuando fue trasladado al Valle de los Ca¨ªdos en 1958 se enterr¨® de forma diferenciada con una tumba individual delante el altar. En la imagen, Franco, acompa?ado por el pr¨ªncipe Juan Carlos de Borb¨®n (detr¨¢s), deposita flores sobre la tumba de Primo de Rivera, durante el funeral celebrado en el Valle de los Ca¨ªdos en el 38? aniversario de su muerte.EFEParece ser que la decisi¨®n de enterrar el 23 de noviembre de 1975 al dictador en el Valle de los Ca¨ªdos la tom¨® el presidente Carlos Arias Navarro y la ratific¨® el futuro rey Juan Carlos I porque no consta que Franco expresase su intenci¨®n de ser enterrado en el Valle de los Ca¨ªdos ni aparec¨ªa su sepultura en los planos. Convertir el gran monumento en la tumba del dictador perpetuaba la idea de continuidad del r¨¦gimen. En la imagen, los operarios colocan la losa de granito de 1.500 kilos sobre el ata¨²d con los restos del dictador que acababan de llegar al Valle de los Ca¨ªdos desde el Palacio Real.EFEEl entierro del dictador fue planificado como un acto de respaldo al r¨¦gimen con la masiva asistencia de p¨²blico al Valle de los Ca¨ªdos. En la imagen, una multitud esperaba en la explanada de la bas¨ªlica del Valle de los Ca¨ªdos la llegada de los restos de Franco desde el Palacio Real.EFELos monjes benedictinos que custodian y velan el monumento del Valle de los Ca¨ªdos conservan los libros de registro de entrada de las cajas con restos de v¨ªctimas de la Guerra Civil desde toda Espa?a entre 1958 y 1983. Alguna vez se conoc¨ªan todos los datos de filiaci¨®n del inhumado en las criptas, pero lo m¨¢s frecuente era saber solo el nombre y apellidos del finado, la fecha de la muerte y el cementerio de donde proced¨ªa. A menudo apenas se conoc¨ªa el cementerio de procedencia. En la imagen, el prior Santiago Cantera muestra uno de los libros de registros de la bas¨ªlica del Valle, inventario cronol¨®gico de la llegada de los restos de muertos en la Guerra Civil.Bernardo P¨¦rez