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El retorno de los soldados de Bamba As¨ª se vivi¨® una de las mayores celebraciones en el mundo del Islam en Saint Louis (Senegal). Los festejos del muridismo conmemoran el aniversario de las oraciones que rez¨® su l¨ªder frente a las autoridades coloniales, una acci¨®n que le llev¨® al exilio Los soldados de Bamba son los seguidores de Ahmadou Bamba, fundador del muridismo (una ramificaci¨®n del Islam). Estos fieles ¨Cprincipalmente presentes en Senegal, Gambia o Mal¨ª- celebran cada 5 de septiembre el aniversario de las oraciones que rez¨® su l¨ªder frente al Consejo Privado del Gobierno Colonial de Dakar, la capital, en 1895. Justo despu¨¦s de ser condenado a siete a?os de exilio por la autoridades francesas. Tuvo que marcharse al bosque de Mayumba, en Gab¨®n, y regres¨® el 11 de Noviembre de 1902. En ese periodo, la hermandad creci¨® enormemente, lo que le supuso una segunda condena de exilio en Mauritania entre 1903 y 1907. En Saint Louis (segunda ciudad senegalesa, situada al norte del pa¨ªs) la celebraci¨®n de la efem¨¦ride, llamada Magal, comienza en la plaza Faidherbe. Este lugar c¨¦ntrico congrega a murid¨ªes y creyentes de otras corrientes religiosas que reconocen la labor de Ahmadou Bamba. A lo largo del d¨ªa, los asistentes conmemorar¨¢n con rezos la figura de su l¨ªder. Despu¨¦s del tiempo de oraci¨®n, los Soldados de Bamba guardan fila para poder visitar la celda donde su l¨ªder permaneci¨® encarcelado antes del exilio a Gab¨®n. El sol pega con fuerza, pero ellos soportan horas de espera para poder ver este emblem¨¢tico rinc¨®n. Varios asistentes que acuden a la Plaza Faidherbe cruzan el puente del mismo nombre. Esta construcci¨®n es un s¨ªmbolo de la ciudad de Saint Louis, pues une sus diferentes barrios con la isla formada entre la desembocadura del r¨ªo Senegal y el oc¨¦ano Atl¨¢ntico. Lo que engloba todo es la fidelidad al califa Ahmadou Bamba, cuya imagen apenas se conserva. Una foto en blanco y negro es de las pocas im¨¢genes que se muestran del fundador del muridismo, convertido en s¨ªmbolo e insignia de los murid¨ªes tanto en Senegal como en el resto de pa¨ªses donde se propaga esta ¡®di¨¢spora¡¯ de los llamado Soldados de Bamba. El trance durante la misa pasa de lo individual a lo colectivo. Cada uno de los participantes se agazapa en sus propios pensamientos y, poco a poco, los rezos se van creando un hilo musical envolvente que abarca toda la isla de Saint Louis. Mientras, el resto de seguidores pasea hasta el anochecer. Bailan y r¨ªen por las calles de la isla de Saint-Louis escuchando los djemb¨¦s y los c¨¢nticos de los ¡®Baay Fall¡¯. JOS? MIGUEL CEREZO Cuando llega la tarde, los grupos de personas se van turnando para dar continuidad a los rezos. As¨ª pueden escucharse las plegarias en Saint Louis durante todo el d¨ªa, antes y despu¨¦s de que el l¨ªder gu¨ªe el rezo principal. Avanza el d¨ªa y los rezos no cesan. Los hombres y las mujeres que han acudido a este centro de Saint Louis soportan bajo el sol el paso del tiempo. Durante la fiesta de Magal, que en 2019 suma 44 ediciones, el comercio est¨¢ muy presente. Los d¨ªas previos y los posteriores se venden objetos del l¨ªder u otros califas como Serigne Mountakh, adem¨¢s de comida y bebida. Cuando aparece Mame Mor Mbacke, nieto del fundador de la orden, la apoteosis es plena. Antes, los congregados esperan con paciencia, a pesar de las condiciones clim¨¢ticas. Las oraciones particulares dan paso a una gran plegaria com¨²n. Hombres y mujeres, por separado, aguardan con impaciencia. Acusan cada vez m¨¢s el calor y la humedad, compa?eros habituales de esta urbe de unos 200.000 habitantes. En este caso, la jornada est¨¢ dirigida por el l¨ªder Mame Mor Mbacke, nieto del fundador. Algunos de estos seguidores piden aportaciones para los peregrinos que se han trasladado de otras poblaciones a celebrar el Magal. Lo hace con una calabaza mientras cantan o rezan en honor a su l¨ªder. En la foto, un asistente de la corriente m¨ªstica ¡®Baay Fall¡¯ pide donativos por las calles de Saint Louis. En esta 44? edici¨®n destaca la presencia de los mencionados ¡®baay fall', a quienes se e les conoce como el brazo armado de los 'mouride' por su ferviente misticismo. Esta corriente es la encargada, junto a la polic¨ªa y el ej¨¦rcito, de las labores de organizaci¨®n y seguridad del evento. Despu¨¦s de la oraci¨®n principal comienza el reparto del tradicional caf¨¦ de Touba. En este caso, realizado por Daira Caf¨¦ Touba Gambia, una compa?¨ªa del pa¨ªs vecino que reparte gratis 120 kilos de este estimulante preparado con especias. Tambi¨¦n empieza la m¨²sica y la danza a lo largo de las calles de la isla de Saint Louis. Resuenan la percusi¨®n de los djemb¨¦s y los c¨¢nticos de los ¡®Baay Fall¡¯, que se prolongan hasta altas horas de la madrugada. Al fragor del ruido algunos a?aden alcohol o marihuana, que consideran otro medio para facilitar lo m¨ªstico.