La finca es nuestra

La presidenta de Vox en Madrid, Roc¨ªo Monasterio, firm¨® planos de arquitectura sin disponer de la titulaci¨®n acad¨¦mica necesaria para hacerlo. Adem¨¢s, y en colaboraci¨®n con su esposo, el tambi¨¦n dirigente de Vox Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, vendi¨® algunos de estos proyectos realizados en inmuebles industriales de Madrid sin solicitar la licencia de obra adecuada ni la correspondiente c¨¦dula de habitabilidad, asegurando a los compradores que se encontraba en tramitaci¨®n y dando ocasi¨®n para que diez a?os despu¨¦s de la compra algunos de ellos fueran desalojados por el Ayuntamiento. A todas estas irregularidades se suman las de su propio domicilio particular. En junio, Espinosa de los Monteros fue condenado por no abonar parte de las obras a un acreedor, y este mes de septiembre Monasterio fue obligada por el Ayuntamiento a legalizar el estudio de arquitectura que ten¨ªa instalado sin licencia para ello.

El conjunto de actuaciones judiciales y administrativas abiertas contra Monasterio y Espinosa de los Monteros explicita esa sensaci¨®n de que estamos ante algunos ciudadanos de los que creen que la finca (Espa?a) es suya y pueden hacer lo que les da la gana. Desprende un tufo de desprecio de las normas por parte de ambos dirigentes de Vox, incompatible con la funci¨®n p¨²blica. No solo por razones relacionadas con el prestigio de las instituciones, que no deber¨ªan acoger a personas cuyo comportamiento como ciudadanos deja que desear, sino tambi¨¦n porque admitir como legisladores a quienes han demostrado que desprecian la ley es en ¨²ltimo extremo una forma de cuestionar y poner en riesgo el Estado de derecho. Monasterio y Espinosa de los Monteros han actuado en sus respectivos campos profesionales como si ambos estuvieran por encima de las reglas que rigen para todos. Estas credenciales resultan inquietantes en el ¨¢mbito privado, pero constituir¨ªan un ataque contra el sometimiento a la ley de los poderes p¨²blicos y de quienes lo ejercen en el caso de proyectarse sobre el ¨¢mbito p¨²blico. Nada indica que estos dirigentes de Vox tengan conciencia de la diferencia entre esos dos ¨¢mbitos.

Las declaraciones de algunos dirigentes de Vox habitualmente parecen anteponer la consecuci¨®n de los fines al respeto a los medios, exactamente como han hecho Monasterio y Espinosa de los Monteros en el ejercicio de sus respectivas profesiones y en el trato contractual con quienes les han prestado servicios particulares. M¨¢s que una circunstancia irrelevante en su condici¨®n de dirigentes de ese partido, es uno de los rasgos esenciales de una ideolog¨ªa que refleja una concepci¨®n de la sociedad en la que todos los ciudadanos no ocupan el mismo lugar ante la ley.