Proceso transparente

La aprobaci¨®n por parte de la C¨¢mara de Representantes el pasado jueves de las reglas por las que se regir¨¢ el proceso de destituci¨®n del presidente, Donald Trump, imprime a toda la causa un sentido de transparencia que refuerza un procedimiento constitucional y excepcional que, de encontrar el Congreso delitos o faltas graves en sus investigaciones, puede forzar al 45? presidente de EE?UU a abandonar la Casa Blanca.

Con los votos a favor de 231 congresistas dem¨®cratas y un independiente y 194 republicanos y dos dem¨®cratas en contra, la C¨¢mara aprob¨® la posibilidad de comparecencias p¨²blicas, reclamaci¨®n de documentos y defensa formal por parte de los abogados de Trump. El presidente ¡ªapoyado por los republicanos¡ª hasta ahora se hab¨ªa negado a colaborar con el Congreso por considerar que el sistema que se estaba empleando, con audiencias a puerta cerrada, no ofrec¨ªa las debidas garant¨ªas. Pero esta excusa ha quedado desactivada y todo el mundo podr¨¢ contemplar el proceso a trav¨¦s del que se comprueba la veracidad de los cargos contra Trump. Se le acusa de utilizar con fines particulares la presidencia y la pol¨ªtica exterior de Estados Unidos al presionar al presidente de Ucrania, Volod¨ªmir Zelenski, para que investigara al hijo del exvicepresidente Joe Biden, posible rival dem¨®crata en las elecciones presidenciales del pr¨®ximo a?o.

Es necesario recalcar que aunque tenga unas innegables repercusiones pol¨ªticas, y m¨¢s en un a?o marcado por la carrera presidencial, el impeachment es un proceso eminentemente judicial, donde se trata de verificar si el jefe de Estado ha faltado gravemente a las obligaciones de su cargo. Desde el momento en que Trump asumi¨® el cargo, tribunales, organismos del Gobierno, rivales pol¨ªticos y hasta colaboradores cercanos han sufrido encontronazos con el mandatario al hacerle notar que el presidente, como el resto de los ciudadanos de EE?UU, est¨¢ sometido al imperio de la ley. Pudo comprobarlo con la primera medida que firm¨® el mismo d¨ªa de su juramento, cuando los tribunales tumbaron sus pol¨¦micas disposiciones sobre inmigraci¨®n. Pero Trump ha insistido en unos comportamientos, cuando menos controvertidos, que han generado, por ejemplo, una gran incertidumbre en el delicado entramado de la econom¨ªa y diplomacia mundiales.

Si fuera solo una cuesti¨®n partidista, la aritm¨¦tica apunta a que el impeachment morir¨¢ en el Senado, donde el Partido Republicano tiene mayor¨ªa. Pero si la investigaci¨®n bajo el escrutinio p¨²blico demuestra que Trump se ha servido de la presidencia en vez de servirla, el actual inquilino de la Casa Blanca puede descubrir que los miembros del Congreso no consideran su cargo como un negocio privado, que es exactamente lo que ¨¦l ha hecho.