Salvar Venecia

Venecia ha sufrido estos d¨ªas la mayor cat¨¢strofe que se recuerda desde 1966. Un fuerte temporal, acompa?ado de un peque?o cicl¨®n, propici¨® la subida del agua hasta los 187 cent¨ªmetros provocando la muerte de dos personas y desencadenando destrozos m¨²ltiples en viviendas, almacenes, hoteles y en su incomparable patrimonio art¨ªstico, con especial incidencia en la bas¨ªlica de San Marcos, completamente inundada. Pese a estar acostumbrada al fen¨®meno del acqua alta, la ciudad de los canales asiste a un preocupante aumento de la frecuencia e intensidad de las habituales mareas de oto?o. Pocos dudan ya de que la subida del nivel de mar, uno de los efectos m¨¢s graves del cambio clim¨¢tico, est¨¢ impulsando estos episodios recurrentes. Tampoco cabe negar que el Mediterr¨¢neo, cuya temperatura aumenta progresivamente, es en estos momentos una zona especialmente vulnerable al impacto del calentamiento global.

Es precisamente la combinaci¨®n del cambio clim¨¢tico y el hecho de que Venecia se hunda poco a poco, lo que multiplica peligrosamente el riesgo de que la ciudad sea frecuentemente engullida por el agua. Lo ocurrido estos d¨ªas da una idea de las dimensiones del desastre que avecina. En una semana se han sucedido tres mareas de alta intensidad, con crecidas por encima de los 140 cent¨ªmetros, una situaci¨®n in¨¦dita desde 1872. Si no se act¨²a con rapidez, las previsiones son devastadoras, toda vez que la ciudad podr¨ªa permanecer anegada hasta ocho meses al a?o.

Adem¨¢s de impulsar pol¨ªticas para combatir los gases de efecto invernadero, Venecia requiere actuaciones espec¨ªficas. El sistema de diques flotantes que comenz¨® a construirse en 2003 es muy probable que no est¨¦ en funcionamiento hasta dentro de dos a?os. La negligencia, salpicada por la corrupci¨®n, ha demorado de manera pasmosa la culminaci¨®n de una infraestructura dise?ada para frenar las violentas inundaciones. Al Gobierno italiano le corresponde acelerar los trabajos y poner a salvo una ciudad que es patrimonio de todos.