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Moria, el infierno en Europa M¨¢s de 15.000 refugiados conviven en este campo, que fue construido para 2.800 personas, muchos de ellos menores. Las condiciones son extremas, sus habitantes se ven obligados a dormir en tiendas de campa?a y a hacer colas de horas para comer, para que les vea un m¨¦dico, para tramitar sus documentos o para ir al ba?o Regularmente el Gobierno griego organiza traslados desde este campo en la isla de Lesbos a otros centros de acogida de la Grecia continental. El n¨²mero de llegadas sigue aumentando a diario, por lo que el campo est¨¢ saturado. En la imagen, una familia reci¨¦n llegada camina en busca de un lugar donde colocar su tienda. CARLOS ROSILLO En una de las principales avenidas del campo una fuente sirve de punto de encuentro para los refugiados. En un mismo lugar se lavan los dientes, los platos, los pies, o como el ni?o de la foto, rellenan botellas de agua a modo de jarr¨®n para unas flores. CARLOS ROSILLO La mayor¨ªa de refugiados que est¨¢n llegando en las ¨²ltimos meses son afganos. Antes de llegar a su destino recorren un largo camino, un viaje en el que han sido v¨ªctimas de las mafias para cruzar varias fronteras. Al final tienen que lanzarse al mar desde Turqu¨ªa en embarcaciones precarias. CARLOS ROSILLO En el interior del campo hay una zona completamente vallada, con seguridad privada, que es la oficina de asilo. Tambi¨¦n hay un ¨¢rea para hacer el reparto de comida y otra en la que viven 250 menores en un par de secciones especiales donde se les da una peque?a parte de la protecci¨®n estatal que necesitan. En la llamada "zona segura" la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones solo puede atender a 70 menores que han sufrido torturas, violaciones durante el viaje o que han sido v¨ªctimas de tr¨¢fico de personas. CARLOS ROSILLO Los reci¨¦n llegados a Moria, muchas veces familias de seis o m¨¢s miembros, se instalan en tiendas peque?as de campa?a. Las organizaciones que trabajan en el campo asignan un c¨®digo a cada una y registran a las personas que duermen en su interior. CARLOS ROSILLO En la zona de tiendas de campa?a, fuera de la zona vallada, M¨¦dicos Sin Fronteras calcula que hay una ducha para cada 506 personas y un retrete para 210. CARLOS ROSILLO Los habitantes de este gigantesco campo de refugiados se quejan de las condiciones clim¨¢ticas de la isla y de lo que supone vivirlas dentro de tiendas envueltas en pl¨¢sticos. En verano hace demasiado calor y humedad y en invierno el fr¨ªo y la lluvia dificultan la vida diaria de los refugiados. CARLOS ROSILLO Pese al endurecimiento de las leyes de asilo del nuevo Gobierno de derechas del pa¨ªs, los refugiados siguen llegando a diario. En la imagen, un ni?o observa a varios miembros de su familia instalando su tienda de campa?a. CARLOS ROSILLO Moria es el campo de refugiados m¨¢s poblado de Europa y donde entran en colisi¨®n intereses geopol¨ªticos de Turqu¨ªa, que aloja a 3,6 millones de refugiados sirios, y los de Europa, centrados en contener los flujos de personas. CARLOS ROSILLO El Gobierno est¨¢ acelerando los traslados y ha anunciado que hasta finales de a?o mover¨¢ a unas 20.000 personas. En la imagen, un grupo de personas espera en la puerta del campo la llegada de autobuses que les llevar¨¢n al puerto de Mitilene para ser trasladados a la Grecia continental. CARLOS ROSILLO La mayor¨ªa de los ni?os que viven en el campo de Moria no van al colegio. Solo una minor¨ªa de estos peque?os van a unas pocas escuelas que han creado varias ONG. CARLOS ROSILLO Los alrededores del recinto vallado de la antigua base militar de Moria son campos de olivos donde el n¨²mero de tiendas aumenta a diario. En la imagen un grupo de ni?os camina por esta zona, conocida como "Olive Grove". CARLOS ROSILLO La falta de juguetes hace que muchos ni?os utilicen cajas de fruta, piedras, palos y cuerdas para jugar. CARLOS ROSILLO Una valla con alambre de espino en la parte superior recorre el per¨ªmetro de la "zona segura" del campo de Moria. En la imagen un joven mira al interior del recinto a trav¨¦s del vallado. CARLOS ROSILLO El Gobierno griego anunci¨® el cierre de los campos de refugiados de esta zona para el a?o que viene, pero solo para sustituirlos por controvertidos campos cerrados. CARLOS ROSILLO Por la noche, muchos j¨®venes se re¨²nen en la puerta de una empresa de construcci¨®n cercana al campo. La iluminaci¨®n de las farolas y una superficie plana hacen de campo de f¨²tbol. CARLOS ROSILLO En la imagen, una zona del campo en la que se ubican numerosos chamizos convertidos en panader¨ªas. Agujeros en el suelo rodeados de ladrillos o barro hacen de hornos que desprenden humo como el que se puede ver en la imagen. CARLOS ROSILLO El campo de refugiados de Moria, que en principio fue concebido como un centro de registro de solicitantes de asilo, se ha convertido en una peque?a ciudad, que requiere de recursos b¨¢sicos como tiendas, puestos de venta ambulante, peque?as teter¨ªas o cafeter¨ªas regentadas por refugiados para obtener algunos ingresos. En la imagen, una peluquer¨ªa ubicada junto a una de las entradas del recinto. CARLOS ROSILLO Los refugiados que llegan al campo no saben cu¨¢nto tiempo estar¨¢n all¨ª. Depende de su procedencia y del proceso burocr¨¢tico que atraviese cada caso, que a veces se prolonga durante a?os. En la imagen, varios refugiados dentro de la zona segura del campo. CARLOS ROSILLO Un menor no acompa?ado procedente de Afganist¨¢n frente al campo de refugiados de Moria, en Lesbos. CARLOS ROSILLO Una familia hace pan en un horno de barro ubicado en el suelo de la zona nueva del campo de olivos de Moria. CARLOS ROSILLO M¨¦dicos sin Fronteras tiene instalado, fuera del recinto del campo de refugiados, un peque?o campamento m¨¦dico pedi¨¢trico donde asisten a los ni?os que lo necesitan. Los voluntarios que trabajan all¨ª se quejan de que, en ocasiones, resulta dif¨ªcil curar algunas enfermedades de los ni?os cuando tienen que volver a las malas condiciones del campo. CARLOS ROSILLO Una peque?a tienda vende todo tipo de ¨²tiles necesarios para los refugiados: linternas, pilas, alargadores el¨¦ctricos, cubiertos... Este tipo de peque?os negocios se convierten en el principal recurso econ¨®mico para sobrevivir a las condiciones de vida del campo. CARLOS ROSILLO En el campo de refugiados conviven personas procedentes de multitud de pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo y ?frica. En la imagen, algunos de ellos esperan el autob¨²s que va a Mitilene, la capital de la isla de Lesbos. CARLOS ROSILLO Vista a¨¦rea del campo de refugiados. A la izquierda se puede ver la zona vallada que fue concebida inicialmente para albergar refugiados. El resto son sucesivas ampliaciones que se han ido improvisando ante la llegada masiva de personas. CARLOS ROSILLO