Vida de dos papas: la ins¨®lita relaci¨®n entre Francisco y Benedicto XVI

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La coincidencia temporal es algo tan in¨¦dito que se dir¨ªa que es de pel¨ªcula: dos papas conviviendo en el tiempo. Una cuesti¨®n que no hab¨ªa tenido lugar en m¨¢s de seis siglos. De ah¨ª que el director Fernando Meirelles haya decidido, de la mano del guionista Anthony McCarten, tratar de mostrarle al mundo c¨®mo es la relaci¨®n de cercan¨ªa entre dos papas. En este caso, entre el actual, Francisco, y su antecesor, Benedicto XVI. Una historia que ahora lleva a escena en la pel¨ªcula The Two Popes, de la mano de la plataforma Netflix y con las interpretaciones de Jonathan Pryce como el actual pont¨ªfice y de Anthony Hopkins como el em¨¦rito. Todo huele a pol¨¦mica. Tambi¨¦n a Oscar.

Gregorio XII renunci¨® al papado en 1415 para poner fin al Cisma de Occidente. Poco, casi nada, se sabe de su relaci¨®n con su sucesor, Mart¨ªn V. Sin embargo, en pleno siglo XXI los rumores y noticias sobre c¨®mo es la relaci¨®n entre Ratzinger y Bergoglio?han permitido a Meirelles y McCarten hacer su trabajo, que siempre juega en el l¨ªmite entre la realidad y la especulaci¨®n. Algo similar a lo que puede ocurrir con The Crown, la serie de la misma plataforma que relata los secretos de la familia real brit¨¢nica, tambi¨¦n entre lo p¨²blico y lo privado, lo real y lo fabulado.

The Two Popes (Los dos papas) tiene escenas que permiten ver la relaci¨®n entre ambos, que quiz¨¢ no se podr¨ªa calificar de amistad. Jonathan Pryce, de 72 a?os, y Anthony Hopkins, de 81, muestran la evoluci¨®n de la relaci¨®n entre un hombre germ¨¢nico de car¨¢cter recio con casi una d¨¦cada de papado a sus espaldas y que ten¨ªa 85 a?os cuando renunci¨®; y el primer hombre jesuita y del hemisferio Sur, que entonces ten¨ªa 76 a?os, en llegar a la c¨²spide del Vaticano.

La pel¨ªcula demuestra dos caracteres que se van acercando: el m¨¢s serio y mayor, que no sabe qui¨¦nes son los Beatles y que acaba alguna noche tocando viejas canciones de cabar¨¦ al piano. El m¨¢s joven, un ruidoso y ac¨¦rrimo fan del San Lorenzo del Almagro, su equipo de f¨²tbol de toda la vida. Sus charlas, sus paseos por Castel Gandolfo. Su b¨²squeda de posturas en com¨²n. Todo, como siempre, entre la realidad y la ficci¨®n. De ah¨ª que se toquen temas que puedan generar pol¨¦mica, como el de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia Cat¨®lica. ?Han hablado de ello realmente los dos Pont¨ªfices? ?En qu¨¦ t¨¦rminos? Adem¨¢s, la pel¨ªcula desvela una supuesta faceta desconocida, "estricta y autoritaria", seg¨²n algunos de sus antiguos colaboradores, de Francisco antes de su papado.

Lo que parece un ¨¦xito asegurado es la elecci¨®n de los protagonistas. Como ha contado Pryce en una entrevista con el diario brit¨¢nico The Times, en marzo de 2013, cuando Jorge Mario Bergoglio fue elegido papa, ¨¦l recibi¨® un mensaje de texto de su hijo Gabriel, entonces de 26 a?os: "Pero pap¨¢, ?eres el papa?". ?l mismo lo reconoce: "Era un poco raro. Durante bastante tiempo buscabas en Google 'Papa Francisco' y te sal¨ªa mi cara". Incluso le ofrecieron protagonizar, apenas un d¨ªa despu¨¦s de la elecci¨®n del pont¨ªfice, una pel¨ªcula sobre ¨¦l en Argentina.?

Ahora se alegra de haberla rechazado. Esta cinta de Meirelles le ha permitido trabajar por primera vez con uno de sus ¨ªdolos, Anthony Hopkins. "Seg¨²n se desarrollaba la relaci¨®n entre los dos papas, Tony y yo pas¨¢bamos m¨¢s tiempo juntos, y nos sent¨ªamos cada vez m¨¢s c¨®modos el uno con el otro. Nos seguimos llevando muy bien". De hecho, se siguen llamando el uno al otro "N¨²mero 1" (Pryce) y "N¨²mero 2" (Hopkins), como les denominaban en el rodaje, y se mandan correos electr¨®nicos con esos nombres.

Unos nombres que suenan para los Oscar de 2020 (las nominaciones se conocer¨¢n el 13 de enero; los ganadores, el 9 de febrero). Pryce-Francisco podr¨ªa estar nominado a Mejor actor; Hopkins-Benedicto, en la categor¨ªa de secundario. El primero roz¨® la nominaci¨®n el a?o pasado, por su papel de marido cruel de Glenn Close en La buena esposa.?"No creo que estuvieran preparados para votar por alguien que es b¨¢sicamente un maltratador. Pero por suerte me habr¨¦ redimido y quiz¨¢ s¨ª que quieran votar a un papa", se sonr¨ªe Pryce.