Navidades con mascotas
Son, casi siempre, los m¨¢s mimados de la casa. Los que reciben todo el cari?o y los caprichos que, muchas veces, no nos damos ni a nosotros mismos. Las mascotas nos aportan mucho m¨¢s que compa?¨ªa: son uno m¨¢s de la familia
?Qu¨¦ no es bueno humanizar a las mascotas? ?Y por qu¨¦ no si ellas nos hacen m¨¢s humanos a los humanos! Considerarlas parte de la familia es natural (para ellas, nosotros lo somos, sin duda) y una forma de corresponder a lo que nos entregan: buena compa?¨ªa, cari?o, momentos entra?ables y divertidos, una amistad incondicional. Los efectos ben¨¦ficos de su presencia en nuestra salud f¨ªsica y emocional sencillamente no tienen precio.
Entonces, si son parte del hogar, c¨®mo no compartir con ellas las fiestas familiares por excelencia. Es el momento perfecto para fortalecer el v¨ªnculo con ese perro adorable, esa gata zalamera, esa bola de pelo con un conejo dentro... Tu mascota lo entiende, seguro, aunque no sea (del todo) humana capta las buenas vibraciones de una celebraci¨®n hogare?a (siempre que no haya demasiado ruido, claro, porque se puede poner nerviosa) o la emoci¨®n de obsequiar y recibir.
Por supuesto, se puede hacer con respeto y medida, no se trata de sentar al dogo Dogy o al minino Gatuno a la mesa en Nochebuena, sino de tener un detalle. Conviene hacerlo sin variar sus rutinas, sobre todo en alimentaci¨®n, y si les preparas un men¨² especial para ese d¨ªa que sea equilibrado y adecuado a sus necesidades. Los hay incluso para mascotas menos habituales que perros y gatos, como las golosinas de yogur para conejos o comida especial para tortugas dom¨¦sticas.
La Navidad puede ser la excusa de renovar las cosas de nuestra mascota como cuando regalamos un objeto pr¨¢ctico. Tambi¨¦n es la oportunidad de disfrazar la propia casa con decoraci¨®n navide?a, sin olvidar el rinc¨®n de tu mascota. Por ejemplo, puedes instalarla en una caseta-igl¨² con forma de ¨¢rbol navide?o con una manta que parece recortada de una capa de los reyes magos. Y completar con juguetes como peluches con forma de s¨¢ndwich, reno o cactus. Eso s¨ª, si tienes ni?os en casa no te extra?e si les ves confiscar un peluche tan divertido reci¨¦n regalado al perro.
La Navidad es hogare?a, desde luego, pero esa intimidad se puede trasladar a cualquier otro lugar en un viaje, una excursi¨®n a la nieve, un restaurante o un simple paseo para ver la decoraci¨®n de luces. Basta con que le ajustas un buen arn¨¦s a tu mascota y tal vez una prenda de protecci¨®n si hace fr¨ªo (cuando son de pelo corto o peque?as, est¨¢n m¨¢s expuestas), y andando. Te los puedes llevar hasta en una mochila con ventana.
Suerte que cada vez se vean m¨¢s lugares pet friendly, que podr¨ªan llamarse human friendly, porque los due?os quieren a sus mascotas a su lado. Como al resto de la familia.