Un ��xodo rural sobre pl��sticos

Iquitos es una ciudad en continuo crecimiento, con casi 480.000 habitantes censados en 2017, es la s��ptima ciudad m��s poblada de Per��. El ��xodo de zonas rurales a estas urbes es com��n, pero muchos acaban viviendo en asentamientos informales en el extrarradio, sin asfaltar, en zonas inundables, en condiciones poco higi��nicas y con falta de servicios p��blicos.

Existe una pr��ctica frecuente en Per��: la invasi��n de terreno. Los habitantes que abandonan las zonas rurales suelen ser muy humildes y de escasos recursos, por eso se instalan en barrios ilegales y fuera del plan urban��stico. Para 'construir' su espacio utilizan el ingenio, aunque a veces sin la informaci��n necesaria. En los asentamientos informales de Iquitos en zonas h��medas, hacen los caminos con basura y tierra encima, lo que supone un riesgo para la salud.

Los denominados 'traficantes de terrenos' suelen ser los encargados de vender los lotes a quienes se mudan a los asentamientos ilegales, lugares muy precarios que, entre otras carencias, no tienen agua potable, ni saneamiento o corriente el��ctrica.

En Iquitos, el terreno es impracticable, muy pantanoso y en temporada de lluvia el nivel del agua sube unos tres metros. Por esa raz��n las viviendas se construyen elevadas, pero sobre basura.

Como el terreno es pantanoso, la pr��ctica en Iquitos es llevar camiones con toneladas de arena y rocas para fijarlo. Al ser asentamientos ilegales, la municipalidad no se hace cargo de este tipo de obras, lo que evitar��a malas pr��cticas, ni tampoco del gasto que supone para los vecinos.

Adem��s de la arena y roca mezcladas, existe otra manera m��s econ��mica para asentar el terreno, adem��s de abundante: la basura. Los habitantes de estos nuevos asentamientos esparcen pl��stico de todos los tipos posibles como neum��ticos, papel, cart��n, ramas de ��rboles, televisores, muebles, zapatillas, residuos org��nicos...

Llegan de manera gratuita camiones con residuos y los vecinos se acercan a recoger basura y a esparcirla por el asentamiento. Ellos afirman que no hay ning��n riesgo porque con el tiempo enterrar��n los residuos. Sin embargo, las botellas de pl��stico, por ejemplo, tardan en degradarse entre 100 y 1.000 a?os. La contaminaci��n del suelo y el agua es, adem��s, un peligro para su salud.

La insalubridad del lugar se suma a la escasez de recursos de estas familias tan numerosas, lo que propicia que tengan una mala alimentaci��n. Esta es una combinaci��n fatal que causa diarrea y otras enfermedades relacionadas entre la poblaci��n.

Las familias empobrecidas de estos asentamientos suelen ser numerosas y las viviendas peque?as, por lo que todos los miembros viven hacinados en hogares en los que es dif��cil mantener la intimidad.

Los ni?os suelen comer una o dos veces al d��a y, debido a la falta de higiene y mala alimentaci��n, es com��n que tengan par��sitos en el est��mago. Tambi��n enferman por ba?arse en aguas pantanosas y contaminadas.

De vez en cuando, los chavales recogen los pl��sticos que se esparcen por el lugar para usarlos como cimientos de las casas. Otro problema al que se enfrentan estos ni?os es la falta de acceso a la educaci��n. Es habitual verlos en la calle, sin escolarizar; a algunos, sus padres ni siquiera los han registrado por lo que carecen de documento de identidad.

Un grupo de ni?os en los asentamientos informales de Iquitos (Per��), con el cargamento de pl��stico que han recogido. Los ni?os crecen tirando la basura al suelo como algo habitual.