Lolita es Nabokov
El escritor ruso sufri¨® de ni?o las atenciones abusivas de su t¨ªo Ruka. Su novela cumbre deja claro para quien sepa leer que rechazaba al indigno seductor de menores y que la protagonista es una v¨ªctima
Los padres de Vladimir Nabokov sol¨ªan veranear en Vyra, en una mansi¨®n con un gran jard¨ªn en los alrededores de San Petersburgo. Tras uno de esos almuerzos tard¨ªos, largos y abundantes, tan caracter¨ªsticos de los gustos de los rusos adinerados antes de la revoluci¨®n, los anfitriones y los hu¨¦spedes salieron a tomar el caf¨¦ en la terraza. A Vladimir, que en aquella primavera de 1907 ten¨ªa ocho a?os, lo retuvo su t¨ªo Vasili Rukav¨ªshnikov, diplom¨¢tico, oRuka, seg¨²n le llamaban sus compa?eros de trabajo en las embajadas. Ruka, que en ruso significa ¡°mano¡±, fue el apodo que arraig¨® tambi¨¦n en la familia. Cuando los comensales salieron a la terraza, el t¨ªo propuso al muchacho que ellos dos permanecieran solos en el comedor inundado de sol.
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Sent¨® al ni?o en su regazo y lo acarici¨® suavemente susurr¨¢ndole al o¨ªdo palabras juguetonas y traviesas; el peque?o Vladimir sinti¨® bochorno. Qued¨® aliviado cuando su padre entr¨® en el comedor procedente de la terraza. Vladimir se dio cuenta de que el padre estaba molesto con su cu?ado cuando le reclam¨® con severidad que saliera con los dem¨¢s a la terraza. Al chico lo mand¨® a su habitaci¨®n.
El t¨ªo Ruka era arist¨®crata y homosexual, un diplom¨¢tico acomodado y refinado al estilo de Charlus, uno de los protagonistas de En busca del tiempo perdido de Marcel Proust. Se trataba de un hombre esmeradamente elegante que en la solapa del abrigo gris perla llevaba siempre un clavel violeta y al que le gustaba recitar en voz alta poemas que ¨¦l mismo hab¨ªa escrito en franc¨¦s. Aquella misma noche el t¨ªo se present¨® en la habitaci¨®n del peque?o Vladimir. Pidi¨® al muchacho que le ense?ara su colecci¨®n de mariposas y mientras la contemplaban juntos, el t¨ªo le hac¨ªa cosquillas en la cara con su bigote sedoso y prosigui¨® con sus caricias y un toqueteo cada vez m¨¢s atrevido. Esos encuentros eran agradables y desagradables, tentadores y repugnantes a la vez. Duraron unos cuatro a?os.
Volvi¨® al tema de los abusos en ¡®P¨¢lido fuego¡¯, una novela dedicada claramente a las relaciones homosexuales
Desde que se public¨® Lolita, los lectores en el mundo entero se preguntaron qui¨¦n es la misteriosa ni?a, en qui¨¦n o qu¨¦ experiencia se hab¨ªa basado Nabokov para concebir su personaje. Mientras me documentaba para mi novela Un rev¨®lver para salir de noche hall¨¦ las pruebas, en las que parece que nadie se hab¨ªa percatado antes, acerca del hecho de que Nabokov en su novela describi¨® los abusos cuya v¨ªctima hab¨ªa sido ¨¦l mismo de ni?o. En el subcap¨ªtulo 3 del cap¨ªtulo tercero de Habla, memoria, Nabokov dice que ¡°cuando yo ten¨ªa ocho o nueve a?os¡± su t¨ªo Ruka ¡°despu¨¦s de comer me sentaba en su regazo¡± y le susurraba palabras extra?as, mientras que ¡°yo estaba avergonzado por el jugueteo de mi t¨ªo¡±; como hemos dicho, se le quitaba un peso de encima cuando el padre de Nabokov llamaba al t¨ªo Ruka a que saliera con los dem¨¢s: ¡°Basil, on vous attends¡±. Seg¨²n Nabokov indica indirectamente pero con suficiente claridad en sus memorias, esos juegos abusivos duraron tres o cuatro a?os.
Cuando Vladimir ten¨ªa 11 o 12 a?os, seg¨²n confiesa, un d¨ªa fue a buscar a su t¨ªo a la estaci¨®n de tren. El t¨ªo ven¨ªa del extranjero para pasar el verano en su finca de Vyra, que lindaba con la residencia de veraneo de los padres de Nabokov. Al verle, Ruka le dijo al muchacho: ¡°?Qu¨¦ amarillo y feo te has puesto (vous ¨ºtes devenu jaune et laid), pobrecito!¡±. El d¨ªa de su 15 cumplea?os, el inmensamente rico t¨ªo Ruka le anunci¨® en franc¨¦s que le hab¨ªa hecho su heredero. Luego le despidi¨®: ¡°Y ahora puedes retirarte, l¡¯audience est finie. Je n¡¯ai plus rien ¨¤ vous dire¡±. Algo similar pasa en Lolita: al final de la novela, tras una desesperada b¨²squeda, el secuestrador Humbert Humbert encuentra a una Lolita crecida, de 17 a?os, casada y embarazada. Su seductor la encuentra p¨¢lida, pecosa y demacrada y le regala una gran suma de dinero para su boda. Sin embargo, Lolita no puede disfrutar de su repentina riqueza porque muere al dar a luz, al igual que Nabokov no pudo gozar de su herencia porque a sus 18 a?os la revoluci¨®n rusa provoc¨® la total devaluaci¨®n del rublo.
Tras sumergirme en la obra nabokoviana, y no solo en sus memorias, vi claro que de ni?o Vladimir sufri¨® atenciones abusivas de Vasili Rukav¨ªshnikov, o Ruka, el hermano de su madre, y que el factor que determin¨® la creaci¨®n de la novela Lolita fueron las extralimitaciones que hab¨ªa sufrido. A Nabokov le obsesionaba la idea del abuso de los ni?os. Sobre ello escribi¨® primero El hechicero, novela que m¨¢s tarde calific¨® de ¡°la primera palpitaci¨®n de Lolita¡±, pero no qued¨® del todo satisfecho con ella. Despu¨¦s de Lolita volvi¨® al tema de los excesos y abusos en P¨¢lido fuego, entonces hablando claramente de relaciones homosexuales. En los tres casos, Nabokov expres¨® su contrariedad y rechazo de los excesos cometidos contra los ni?os.
Le obsesionaba la idea del abuso de los peque?os. Le gustaban las mujeres, pero nunca las ni?as
Es posible que muy pocos, quiz¨¢ apenas V¨¦ra, la esposa del escritor, conocieran ese secreto de ¨¦l. V¨¦ra sab¨ªa que a su marido le gustaban tanto las mujeres como las mariposas. Pero, seg¨²n afirm¨® Katherine Reese Peebles, con la cual Nabokov mantuvo una relaci¨®n amorosa cuando era profesor en la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, ¡°le gustaban las mujeres y las chicas, pero nunca las ni?as¡±. Adem¨¢s, V¨¦ra sab¨ªa que para el personaje de Lolita Vladimir recurri¨® al rapto de la ni?a Sally Horner, un caso que a finales de los cuarenta sacud¨ªa al pa¨ªs. D¨ªa tras d¨ªa Nabokov buscaba en los peri¨®dicos americanos nuevas revelaciones sobre las terribles peripecias de Sally en manos de su secuestrador para usarlas en su novela. Sobre el rapto de Sally Horner, la escritora Sarah Weinman ha publicado recientemente su libro La aut¨¦ntica Lolita.
Las atenciones abusivas del t¨ªo Ruka tuvieron como consecuencia tambi¨¦n que Nabokov mirara con escepticismo a los homosexuales. Se distanci¨® de su hermano Sergu¨¦i a causa de la homosexualidad de ¨¦ste. Es algo sorprendente porque Nabokov era un hombre muy abierto y en absoluto moralista. Sin embargo, al enterarse de que Sergu¨¦i se hab¨ªa portado como un h¨¦roe cambi¨® de actitud. Durante la Segunda Guerra Mundial, Sergu¨¦i nunca ocult¨® su desprecio por la Alemania de Hitler y el r¨¦gimen nazi al que criticaba abiertamente; alguien le delat¨® y Sergu¨¦i fue a parar a un campo de concentraci¨®n nazi donde muri¨®. A posteriori Nabokov se avergonz¨® de su postura fr¨ªa hacia su hermano. Y entonces cambi¨® de actitud hacia la homosexualidad en general.
A lo largo de d¨¦cadas se han escuchado cr¨ªticas a Lolita desde las sensibilidades feministas. Muchas de ellas no parecen percibir todos los matices de la novela. Como la gran obra de arte que es, Lolita est¨¢ escrita desde una libertad absoluta y busca reflejar la complejidad de cualquier comportamiento humano. Nabokov nunca pretendi¨® escribir un panfleto, aunque dej¨® claro entre l¨ªneas para quien sepa leer que rechazaba al indigno seductor de menores y que Lolita fue una v¨ªctima. Del mismo modo que Nabokov fue una v¨ªctima porque Lolita tambi¨¦n es ¨¦l.
Monika Zgustova es escritora; su ¨²ltima novela es Un rev¨®lver para salir de noche (Galaxia Gutenberg, 2019).
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