Refugiados clim¨¢ticos

Los conflictos armados y la pobreza han sido tradicionalmente los dos principales motivos de desplazamiento de la poblaci¨®n, pero desde hace unos a?os una nueva causa de migraci¨®n est¨¢ creciendo de forma alarmante: los efectos del cambio clim¨¢tico, hasta el punto de que, seg¨²n diversos estudios, las personas que tienen que abandonar su hogar por este hecho superan ya a los desplazados por la violencia o la pobreza. El Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos estima que en 2018 se produjeron 17 millones de nuevos desplazamientos por los efectos del cambio clim¨¢tico y el Banco Mundial alerta de que, si no se corrige la tendencia, en 2050 el n¨²mero de desplazados puede alcanzar los 140 millones. La mayor¨ªa de estos desplazamientos se producen en el interior del pa¨ªs afectado, pero cada vez inciden m¨¢s en las grandes migraciones transfronterizas.

Los efectos del calentamiento global en forma de sequ¨ªas prolongadas, huracanes o inundaciones por lluvias torrenciales alteran los medios de subsistencia de la poblaci¨®n. Aunque nadie est¨¢ libre de sufrirlos, estos fen¨®menos inciden con especial virulencia en las regiones del mundo m¨¢s desfavorecidas. En estos momentos, la mayor parte de los desplazamientos por motivos clim¨¢ticos se producen en el ?frica subsahariana, Asia meridional y el corredor seco de Centroam¨¦rica. La terrible paradoja del cambio clim¨¢tico es que quienes menos han contribuido a provocarlo son quienes en mayor medida sufren sus consecuencias y en peor posici¨®n se encuentran para contrarrestar sus efectos o adaptarse a ellos. Es previsible adem¨¢s que la escasez de agua y la inseguridad alimentaria que se derivan de ellos se conviertan a su vez en nuevos focos de conflicto y violencia.

Lo ocurrido en el lago Chad es un ejemplo. En 1963, este lago ten¨ªa 26.000 kil¨®metros cuadrados y era la principal fuente de subsistencia de 3,6 millones de personas. Ahora apenas mide 1.500 kil¨®metros cuadrados. La p¨¦rdida de agua no solo ha diezmado la pesca sino que ha afectado a la biodiversidad de toda la regi¨®n. La degradaci¨®n de las tierras de cultivo afecta gravemente a las econom¨ªas de subsistencia, como han podido comprobar los habitantes del corredor seco de Centroam¨¦rica, que en 2018 sufrieron primero los efectos de la sequ¨ªa y luego los de las lluvias torrenciales.

Es previsible, por tanto, que el n¨²mero de desplazados aumente en los pr¨®ximos a?os, pero no disponemos de instrumentos para afrontar el desaf¨ªo que esto representa. Es preciso en primer lugar destinar recursos para cuantificar el fen¨®meno, perfilar con rigor esta nueva categor¨ªa de migrantes y definir un marco legal de referencia con una normativa internacional que contemple medidas de protecci¨®n jur¨ªdica y prevenci¨®n.