Fama, fe, alcohol y un tumor que desbarat¨® su vida: el periplo de Marie Fredriksson, de Roxette
En su autobiograf¨ªa, publicada en espa?ol en junio, la cantante relata su infancia humilde y reflexiona sobre su enfermedad y el ¨¦xito. Su mayor arrepentimiento: no haber cantado con Pl¨¢cido Domingo
Fue, a la vez, normal y extraordinaria. La vida de Marie Fredriksson es la del cuento de una joven humilde (o, sencillamente, pobre), con inmenso talento, descubierta por gente avispada que supo ver su potencial y pulir un diamante en bruto. Pero, a la vez, es la historia de la superaci¨®n m¨¢s absoluta. De una mujer que olvid¨® sus propias canciones, esas?con las que triunf¨® en la banda?Roxette, a causa de un tumor cerebral que ni siquiera le permit¨ªa leer las letras de sus grandes ¨¦xitos en una pantalla del escenario. Es una narraci¨®n de amor, alcohol, fe, ¨¦xito desbordante, millones y autoconocimiento. Es la que cuenta la autobiograf¨ªa Listen to my heart, escrita hace cuatro a?os pero publicada en Espa?a (Libros C¨²pula) hace solo seis meses. Es decir: seis meses antes de la muerte de Fredriksson, ocurrida el lunes 9?de diciembre y anunciada un d¨ªa despu¨¦s.
En ella, la periodista Helena von Zweigbergk narra, a medias entre su voz y la de la cantante, la vida de la peque?a de cinco?hermanos que pas¨® de una Suecia rural y de comer "sopas de leche" a tener cuatro n¨²meros uno en Estados Unidos y comprarse ropa a montones y sin mirar el precio en Prada y Armani. La autora pas¨®, desde 2013, temporadas junto a la cantante y la acompa?¨® en parte de su gira por Australia de mediados de 2015. Ella la ayud¨® a lo que la cantante quer¨ªa: "Reconstruir su propia historia". El libro no trata de ser cronol¨®gico sino de contar "recuerdos emocionales". "Tiene que ser honesto. Solo quiero decir las cosas como son. Nada de tonter¨ªas. Simplemente quiero contarlas sin rodeos, tal y como han sido", ped¨ªa la cantante.
Fredriksson no se corta. No lo hace a la hora de hablar de su personalidad, a veces desbordante ¡ªespecialmente cuando est¨¢ encima de un escenario, ya sea cantando o actuando¡ª y otras veces ¨ªntima, cerrada, acomplejada. Tampoco de contar c¨®mo la fama la sobrepas¨® en ocasiones, convertida en una de las mayores artistas de su pa¨ªs. O c¨®mo su infancia estuvo marcada por la escasez, pero tambi¨¦n por la m¨²sica y el dolor.
La primera etapa de su vida fue la que defini¨® la personalidad de?la artista. Sus padres eran humildes y sus tres primeros hermanos mucho m¨¢s mayores, por lo que ella se agarr¨® a su hermana Tina, que solo le sacaba tres a?os. Fueron compa?eras de juegos, fumaron juntas sus primeros cigarrillos y estuvieron muy unidas hasta la reciente muerte de Marie. Pero no toda su familia pudo disfrutar de su ¨¦xito. Su padre, cartero rural y aficionado a la m¨²sica (tocaba un viol¨ªn y alquil¨® un piano para sus hijas), muri¨® de un infarto con 67 a?os; su madre tuvo p¨¢rkinson desde los 48. "Mi padre era un excelente cantante. La m¨²sica era su vida. De haber nacido en otras circunstancias, seguro que se habr¨ªa convertido en cantante de ¨®pera", reflexiona Marie en su libro.?
Pero la mayor tragedia lleg¨® a la familia con la muerte de su hermana Anna-Lisa a causa de un accidente de tr¨¢fico en una carretera helada en la que choc¨® contra una camioneta de reparto de leche. Ocurri¨® el 11 de diciembre de 1965, cuando la joven ten¨ªa 20 a?os y la peque?a Marie apenas ocho. "Nuestro hogar se vino abajo", recuerda. "Mi padre ya ten¨ªa problemas con la bebida antes del accidente, pero despu¨¦s de ¨¦l comenz¨® a beber a¨²n m¨¢s", reconoce. "Yo quer¨ªa a mi padre. Pero cuando se emborrachaba dec¨ªa muchas barbaridades", explica, afirmando, eso s¨ª, que en su casa no hab¨ªa violencia. "A veces me pregunto hasta qu¨¦ punto nos ha influido el hecho de fingir que no pasaba nada [...]. Nos hemos convertido en ese tipo de personas que piensan que es su obligaci¨®n hacer que todo el mundo se sienta bien".
Parte de su infancia en la Suecia rural estuvo marcada por el catolicismo. Las hermanas cantaban en el coro de la iglesia, algo que para ella supon¨ªa "serenidad y consuelo". La religi¨®n ya nunca abandon¨® a Marie: "Tengo una fe muy fuerte, desde peque?a, la vivo de manera privada, es m¨ªa y est¨¢ dentro de m¨ª [...]. La fuerza que me daba me ayud¨® a superar muchos momentos dif¨ªciles".
Porque no todo fueron luces con Roxette. N¨²meros uno, mucho dinero ("una de las mejores cosas fue poder invitar y ayudar a personas que uno quiere"), viajes en primera clase, tantos discos de oro y premios que tuvieron que alquilar un almac¨¦n para guardarlos, bandas sonoras (It must have been love triunf¨® gracias a?Pretty Woman), conciertos multitudinarios en giras por todo el mundo, noches de fiesta... pero tambi¨¦n soledad. La propia Marie cuenta que esa fama mundial la hizo ser "engre¨ªda" en algunas ocasiones. Y rechazar oportunidades ¨²nicas: para los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 92 le ofrecieron un dueto con Pl¨¢cido Domingo, pero la gran presi¨®n del momento le hizo rechazarlo. "No pod¨ªa con todo, pero lo lamento. Ahora, visto con perspectiva, me habr¨ªa gustado hacerlo".
Despu¨¦s de tantos viajes, presi¨®n, entrevistas... a la sueca le resultaba muy dif¨ªcil "desconectar y descansar". En ocasiones no era feliz ni en su casa ni en el camerino.?"A menudo, cuando me sentaba a desmaquillarme despu¨¦s del concierto, empezaba a llorar. Por el cansancio, por la soledad, por el desconcierto", explica. Incluso relata que "beb¨ªa demasiado": "Estr¨¦s, soledad, fiesta, grandes emociones en general. Era demasiado f¨¢cil beber en exceso". Conocer a su esposo, Micke Bolyos, la ayud¨® a salir de todo eso. A formar una familia, a tener un hogar. Incluso varios: su rechazo al fr¨ªo y la oscuridad les hizo comprar una casa en Marbella, a la que pensaron incluso en mudarse.
"Lo ten¨ªamos todo"
Otro d¨ªa 11 le cambi¨® la vida a los?Fredriksson. El 11 de septiembre de 2002, "cuando se desat¨® el infierno". Marie se desmay¨® en el ba?o de su casa. Era un tumor cerebral. Le dieron un a?o de vida, m¨¢ximo tres. En 2006 estaba curada del c¨¢ncer. En 2014 hizo una gira en solitario; un a?o despu¨¦s, con Roxette.?
El tumor dio un giro definitivo a la vida de la artista y su carrera. Entonces estaba cansada de Roxette y quer¨ªa pasar m¨¢s tiempo con su marido y sus dos hijos, Josefin y Oscar, entonces de nueve y cinco a?os. "Nunca hab¨ªa aparecido nada que no pudi¨¦ramos resolver", dice. Pero con esto no pod¨ªan. Marie perdi¨® el habla, la capacidad de expresarse: "No era capaz de leer y no ten¨ªa memoria a corto plazo. Hab¨ªa olvidado todo lo que sab¨ªa antes". Cay¨® en la apat¨ªa, la depresi¨®n y la soledad, y lleg¨® a pensar que el c¨¢ncer era su culpa. Incluso en que deb¨ªa divorciarse y dejar a Micke libre. Las secuelas siguieron ah¨ª hasta el final: no volvi¨® a ser capaz de leer libros, peri¨®dicos ni tampoco subt¨ªtulos, de viajar sola, de encargarse de demasiadas tareas a la vez. Adem¨¢s, sufri¨® molestias en un un pie y una pierna durante sus ¨²ltimos a?os de vida.?
La enfermedad la marc¨® tambi¨¦n en lo familiar. "No puedo hablar de las limitaciones que he sentido como madre debido a mi tumor cerebral sin empezar a llorar". Reconoce que recurrieron a todo: terapias alternativas, reiki, m¨¦diums. Incluso pensaron en acudir a una cl¨ªnica de Houston (Texas, EE UU): "Est¨¢bamos hambrientos de esperanza".?
Otra de las consecuencias que sufri¨® fue el cambio f¨ªsico cuando tom¨® corticoides, de los que le recetaron la m¨¢xima dosis diaria. Su cara cambi¨® tanto que la gente no la reconoc¨ªa por la calle. Y tambi¨¦n el acoso medi¨¢tico: les persegu¨ªan, se presentaban en su casa, llamaban a sus hermanos de madrugada, difund¨ªan noticias de que su estado de salud era peor que el que ten¨ªa.?
Pese a que?Fredriksson se vio "atrapada en un cuerpo enfermo", su mejor terapia siempre fue la m¨²sica. Por eso volvi¨® a cantar y a salir de gira. Para ella lo m¨¢s importante fueron sus fans, y siempre, incluso en los momentos de mayor agotamiento, de m¨¢s dolor, intent¨® mostrarles que ese amor correspondido. Fue una vida llena de cari?o, afortunada y alegre. Una vida ¨²nica. "Espero que entiendas lo feliz y lo orgullosa que estoy", le dice Marie a su bi¨®grafa. "Eso tienes que escribirlo. Feliz y orgullosa. Por supuesto que lo estoy".?
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