Menos mal que fue a tiempo
El expresidente de M¨¦xico, Felipe Calder¨®n, sostiene que no sab¨ªa nada de las presuntas actividades criminales de Genaro Garc¨ªa Luna, quien fue secretario de Seguridad durante su sexenio
Domingo por la ma?ana. El aire es fr¨ªo, pero hay un sol radiante en el cielo. Se toma uno el primer caf¨¦ y abre el peri¨®dico (o el portal de noticias preferido en la red, lo mismo da). Y, de inmediato, la realidad mexicana cae como un yunque sobre la cabeza. A ver: para abrir boca, el expresidente Felipe Calder¨®n sostiene que no sab¨ªa nada de las presuntas actividades criminales de Genaro Garc¨ªa Luna, quien fue su secretario de Seguridad, y que esta semana fue arrestado en Estados Unidos por cargos de narcotr¨¢fico y corrupci¨®n (o sea, recibir maletas llenas de d¨®lares de parte del cartel de Sinaloa). S¨ª, se trata del mismo Calder¨®n que no deja pasar d¨ªa sin reprocharle a L¨®pez Obrador cada cosa que sucede en su mandato, bajo el argumento de que un presidente ¡°siempre sabe¡±¡ Menos ¨¦l, claro, cuando se trata de las actividades del estratega de la famosa ¡°guerra contra el narco¡±. Ahora, al menos, el exmandatario dice que se mantendr¨¢ ¡°al pendiente¡± de las noticias que surjan sobre el proceso de Garc¨ªa Luna. Y uno dice, con el h¨ªgado en la mano: ah, bueno, pues muy a tiempo.
Otro que dice que no sabe, ni supo, es Jes¨²s Seade, subsecretario y negociador comercial para Am¨¦rica del Norte de la Secretar¨ªa de Relaciones Exteriores, que un par de d¨ªas despu¨¦s de ser exaltado casi a h¨¦roe nacional por negociar el nuevo?tratado comercial de Estados Unidos con M¨¦xico y Canad¨¢ (TMEC), y de autofelicitarse al decir que M¨¦xico no tendr¨ªa que tragar ¡°ninguna p¨ªldora amarga¡± con el acuerdo, sali¨® a reconocer que, b¨¢sicamente, los estadounidenses se aprovecharon de su buena fe y por eso resulta que firm¨® una serie de disposiciones secundarias que, por ejemplo, abren la puerta a que el Gobierno de Estados Unidos nos mande inspectores laborales (cuyas plazas en la Embajada ya hasta concurs¨®). Sorpresa: otros que dicen que no sab¨ªan nada de nada son los senadores que ratificaron el tratado a una velocidad raras veces vista en los procesos legislativos nacionales y que se tomaron unas fotos ¨¦picas en la tribuna, sonrientes y con los pulgares alzados, luego de votar. Seade ya anunci¨® que M¨¦xico va a protestar y que ¨¦l va a viajar personalmente a Washington a ver qui¨¦n lo escucha. Ah, bueno, repite uno, gru?endo. Pues muy a tiempo.
Pasa uno la p¨¢gina (o baja en la pantalla) y viene el siguiente mazazo. Una joven estudiante del ITAM se suicid¨® y varios testimonios de alumnos y exalumnos coinciden en que existe una extendida cultura de ¡°terrorismo acad¨¦mico¡± entre los profesores del Instituto: insultos, humillaciones, desdenes, cargas de trabajo exageradas y un cierto orgullo ante los casos (dicen que muy frecuentes) de deserci¨®n y reprobaci¨®n. Las colegiaturas de ese Instituto, por cierto, son unas de las m¨¢s altas entre las universidades del pa¨ªs. Los directivos del ITAM ya salieron a decir que se preocupan por sus estudiantes y tomar¨¢n medidas destinadas a proteger ¡°su salud mental¡±. Y algunos exprofesores se sintieron obligados a hacer un mea culpa y a decir que s¨ª, que maltrataron a sus alumnos, pero ya se dieron cuenta de que no val¨ªa la pena. Ah, bueno. Pues muy a tiempo.?
Y lo que sigue es la historia de una agente policial que fue premiada en Guanajuato en agosto y asesinada solo cuatro meses despu¨¦s, luego de ser secuestrada junto con su esposo e hijo. Y al final, el hallazgo de una fosa clandestina en la que podr¨ªan encontrarse los restos de cinco decenas de personas en una finca abandonada de Tlajomulco, Jalisco. Para estas alturas, el peri¨®dico ya es una pel¨ªcula de terror y uno lo cierra (o le da a la X en la pantalla del navegador). Y ya no hay nada que se pueda decir. Porque cada d¨ªa es la misma pel¨ªcula de horror. Y el cielo ya se nubl¨®.
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