La arquitectura no tiene que hacerlo todo, la naturaleza puede ayudar
El arquitecto Ray Kappe, recientemente fallecido, firm¨® cientos de viviendas con las que estableci¨® otra relaci¨®n con el entorno. Su casa de 1967 est¨¢ considerada la apoteosis de la vivienda californiana
Ray Kappe (Minneapolis, 1927-Los ?ngeles, 2019) firm¨® una arquitectura que deshace la oposici¨®n entre el interior y el exterior de la vivienda. No solo porque mira hacia fuera sino, sobre todo, porque permite que el exterior, la naturaleza, forme parte de la arquitectura. Utilizar la vegetaci¨®n como una capa arquitect¨®nica es la clave de la calidez de las m¨¢s de 200 casas prefabricadas y bastante econ¨®micas que Kappe levant¨® en el sur de California.
Por eso sus casas a medida ¡ªerigidas con componentes prefabricados¡ª son a la vez est¨¢ndar y extraordinarias. De bajo coste y mucha imaginaci¨®n, vemos en ellas una arquitectura que entiende la naturaleza del lugar ¡ªno solo su cultura y su tradici¨®n¡ª y que interpreta la vanguardia art¨ªstica desde la realidad ¡ªsocial y cultural¡ª local. Es eso, sumado a la idea de abrirse a la luz y cerrarse al sol, lo que ha hecho que su arquitectura represente una ¨¦tica ¡ªde enorme est¨¦tica¡ª y unos valores sociales que sit¨²an el respeto y la b¨²squeda del confort como principal objetivo.
Kappe, y su esposa Shelly ¡ªtambi¨¦n arquitecta y fundamentalmente dedicada a ense?ar historia de la arquitectura¡ª construyeron su casa en una colina de Pacific Palisades, cerca de la que el matrimonio Eames hab¨ªa levantado, en apenas 10 d¨ªas, en 1949. El solar de los Kappe estaba ubicado en una pendiente y por ¨¦l discurr¨ªan riachuelos. Les cost¨® 17.000 d¨®lares (15.200 euros) porque hab¨ªa sido catalogado como no apto para la construcci¨®n. Pero fueron esos canales de agua los que llevaron al arquitecto a descansar su vivienda sobre seis grandes zapatas de hormig¨®n y a dejar que el agua siguiera corriendo. La vegetaci¨®n que protege la vivienda y la separa de la calle se benefici¨® de esa decisi¨®n. Celos¨ªas, porches y pasos intermedios conviven con una secci¨®n que permite a los habitantes distanciarse sin aislarse. El resultado es una mezcla entre lo natural y lo construido, y una integraci¨®n sin precedentes de la arquitectura y el lugar. ¡°Mi casa tiene poco misterio. Se trata, ¨²nicamente, de ir entrando poco a poco. Primero te acoge, luego te conduce y al final ¡ªen la gran sala com¨²n¡ª te sorprende¡±. Dijo Kappe. ¡°Nada nuevo. Ya lo hizo Frank Lloyd Wright con la compresi¨®n-descompresi¨®n que pregonaba. Te recibe con el espacio justo para acogerte y luego te sorprende para agasajarte¡±.
Kappe, que mont¨® junto a su esposa Shelly y a otros proyectistas como Thom Mayne el Southern California Institute of Architecture (SCI-Arc), aconsejaba a sus alumnos que no se cansaran de experimentar, inventar y cuestionar el status quo. ?l lo hizo toda su vida. Y no para revolucionar las cosas. Lo hizo para vivir y construir de la manera m¨¢s l¨®gica y comprometida posible. As¨ª, cuatro a?os despu¨¦s de terminar su vivienda ¡ªuna casa que hoy apenas se ve tras la vegetaci¨®n y que es f¨¢cil ubicar fuera del tiempo¡ª abandon¨® la Universidad Polit¨¦cnica estatal de Pomona, en California. En realidad fue expulsado por fomentar la libertad de pensamiento ¡ªen lugar de la obediencia a unos principios¡ª entre los alumnos. Cuando se fue, seis profesores lo siguieron para fundar un ese nuevo centro progresista donde dar¨ªa clase buena parte de su vida. Hoy, con m¨¢s de 3.000 estudiantes, el Southern California Institute of Architecture (SCI-Arc) est¨¢ considerado un modelo de aprendizaje que fomenta la creatividad y el di¨¢logo, en lugar de defender una escuela formal o una ¨²nica manera de hacer las cosas. En 1996, la casa de los Kappe fue declarada bien de inter¨¦s cultural.
La cultura y lo social eran las principales preocupaciones de Kappe. En la primera entraba la relaci¨®n con la naturaleza y en la segunda el acceso a la primera. En las m¨¢s de 200 viviendas que construy¨® a lo largo de su vida, la industria y la naturaleza se dan la mano. Tambi¨¦n la preocupaci¨®n por limitar el consumo energ¨¦tico y la proyecci¨®n a favor y no en contra de un clima. En el obituario que le dedic¨® Los ?ngeles Times citaban una entrevista del propio peri¨®dico en la que Kappe dec¨ªa lac¨®nico y preciso: ¡°Dise?o desde dentro¡±. Era eso. Desde su oficina se pod¨ªa ver el sal¨®n de su casa. ?El truco? Un Raumplan que buscaba conectar sin unir y separar sin distanciar. ¡°La arquitectura no tiene porque hacerlo todo. La naturaleza puede ayudar¡±.
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