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Una escuela de oficios para los hu¨¦rfanos de Kampala Una visita al centro de estudios Uganda Children s Centre, que abri¨® sus puertas en 1998 en la capital del pa¨ªs africano, donde ni?os y adolescentes necesitados y sin familia son acogidos para aprender una profesi¨®n El centro de estudios Uganda Children's Centre nace en 1998 como escuela vocacional en Kampala, la capital de Uganda, All¨ª, ni?os y adolescentes necesitados son acogidos para aprender un oficio. En el a?o 2018, este pa¨ªs contaba con 42.7 millones de habitantes de los que el 23% se consideran analfabetos. Adem¨¢s, el 4% de la poblaci¨®n est¨¢ desempleada y otro 25% vive en l¨ªmites de extrema pobreza. Instituto Makindye es el nombre que recibe este centro debido a la demarcaci¨®n territorial en la que se encuentra, dentro del distrito de Kampala. ¡°Nosotros quer¨ªamos que el local estuviera m¨¢s cerca de la gente de las comunidades locales¡±, afirma Fred Kakembo, director y cofundador de este proyecto. Uno de los problemas en Uganda es el alto ¨ªndice de natalidad en mujeres que no cumplen la mayor¨ªa de edad. De acuerdo con el centro de estad¨ªstica nacional, una de cada cuatro adolescentes, de entre 15 y 19 a?os, est¨¢ embarazada. Sarah Nalubwama Birungi es una estudiante que se esfuerza por conseguir el Certificado Nacional de Servicios Electr¨®nicos, un t¨ªtulo no muy com¨²n entre mujeres, y que requiere estudios en matem¨¢ticas. En ausencia de la profesora, ella realiza sus operaciones en la pizarra. El joven de la camisa de cuadros se llama Peter Sentume y es un hu¨¦rfano patrocinado por una organizaci¨®n cristiana llamada Watato. Tambi¨¦n est¨¢ decidido a terminar sus estudios. Algunos materiales y actividades de la clase de F¨ªsica. Fred Kakembo, el director del centro, comenta lo mucho que admira a una de las profesoras especializadas en la materia, de nombre Itungo. Ivan Ogeng, estudiante de Ferreter¨ªa, lleg¨® al centro de la mano de SOS, un orfanato encargado del cuidado de ni?os que son abandonados por sus familias a las puertas del mismo centro, en contenedores de basura, o en similares circunstancias. Uno de los oficios que ofrece este centro es el de peluquer¨ªa y est¨¦tica, elegido principalmente por mujeres adolescentes. Alguna de ellas ya son madres y deben asistir a la escuela con sus hijos para no perder la clase. Otras de las profesiones ofertadas son: inform¨¢tica, electr¨®nica e instalaciones el¨¦ctricas, moda y dise?o, restauraci¨®n, forja, mec¨¢nica, fontaner¨ªa, alba?iler¨ªa, decoraci¨®n y organizaci¨®n de eventos, negocios y administraci¨®n y gesti¨®n de empresas. Corte y confecci¨®n es una de las profesiones estrella. En su mayor¨ªa acuden mujeres, aunque tambi¨¦n hay alg¨²n hombre, como Israel Muluzi. Tiene 17 a?os y trabaja en una barber¨ªa por la tarde, despu¨¦s de las clases, para poder pagarse el curso y obtener el certificado en Moda y Dise?o. El material inicial y las herramientas para el aprendizaje de un oficio son donadas por patrocinadores en la mayor¨ªa de los casos. ¡°Cuando el patrocinio termina, somos nosotros quienes los compramos con el dinero de la matr¨ªcula¡± dice Fred Kakembo. ¡°Es un reto, puesto que las herramientas y equipos son muy caros ya que el Gobierno todav¨ªa no ha quitado los impuestos sobre esos productos. Ni siquiera aportan subvenciones para instituciones privadas¡± afirma el director. Los estudiantes acuden a clase de forma voluntaria y comprometida. Seg¨²n Fred Kakembo, director del centro, ¡°Se puede decir que ellos son los que construyen este centro con su colaboraci¨®n e implicaci¨®n¡±. En el centro de formaci¨®n, son los propios alumnos quienes deciden qu¨¦ estudiar para ser profesionales en un oficio concreto y salir de la pobreza en la que se encuentran. Kampala cuenta con 47.730 hu¨¦rfanos de 0 a 17 a?os de los que 41.848, de seis a 17 a?os, no est¨¢n escolarizados. Mercy Mwagala es una estudiante keniana de Moda y Dise?o. Lleva dos a?os en la escuela, donde tambi¨¦n reside. Sus padres, que viven en Kenia, pagan la matr¨ªcula del curso. El n¨²mero de estudiantes graduados en los ¨²ltimos 10 a?os que ha obtenido un certificado profesional supera los 2.000. Emma Semanza es un congol¨¦s que trabaja como cocinero del centro de estudios desde hace ocho a?os. Aula de forja y herrer¨ªa. En la imagen se aprecia el caos que reina en esta sala, llena de materiales donados por patrocinadores que pagan la matr¨ªcula de algunos de los alumnos.