¡°Estabas chiquitico¡¡± (Cove?as, Sucre)
Resulta sintom¨¢tico que el expresidente Uribe culpe a ¡°los profesores¡± de una impopularidad ganada a puro pulso durante los ¨²ltimos diez a?os
Hay quienes aseguran que la escena sucedi¨® en la costa de Santa Marta. Hay quienes prueban que ocurri¨® en las playas del municipio de Cove?as, en el departamento de Sucre, que desde que empez¨® la historia de Colombia hasta hoy ha sido desembarcadero de esclavos, puerto de petroleras, muelle de frigor¨ªficas, base de batallones de la Armada Nacional, pero sobre todo refugio amado de turistas. Fuera donde fuere, el expresidente Uribe iba hacia el mar con su toalla bajo el brazo, en franela blanca y chanclas y sombrero vueltiao, cuando un muchacho viral se le acerc¨® a decirle que hab¨ªa sido ¡°un mal presidente¡±. Peores cosas le han dicho. Peores cosas le dicen de extremo a extremo del pa¨ªs. Pero Uribe, cuestionado e investigado e impopular luego de a?os de ser celebrado como un mes¨ªas, no es bueno para ¡°dejarlo pasar¡±.
Sin respirar hondo, ni carraspear, pregunt¨® la edad a su cr¨ªtico. Y lo llam¨® ¡°desinformado¡±, apenas confirm¨® su juventud, para emprender una peque?a perorata tuteada: ¡°Cuando empec¨¦ mi Gobierno estabas chiquitico, no sabes qu¨¦ pas¨®, ni sabes qu¨¦ se hizo¡± ¨Cle explic¨®¨C. ¡°Est¨¢n muy desinformados ustedes por los profesores y, as¨ª les choque, sigo en la batalla porque este pa¨ªs no se lo vamos a entregar a la izquierda extrema¡±. Por supuesto, tanto el expresidente como sus escoltas est¨¢n en todo su derecho de defender lo que han hecho, pero resulta sintom¨¢tico no solo que se presuma que los veintea?eros no saben qu¨¦ pas¨® ni qu¨¦ se hizo, y que se siga acudiendo a los miedos del siglo pasado, sino que se les eche la culpa a ¡°los profesores¡± de una impopularidad ganada a puro pulso durante los ¨²ltimos diez a?os.
Se corren riesgos terribles todos los d¨ªas en tiempos de redes sociales, pero los peores son la descontextualizaci¨®n, la caricaturizaci¨®n y la aniquilaci¨®n del otro: ¡°Estabas chiquitico...¡±. Si hay un mal de estos d¨ªas que se extiende como una mancha, y habr¨¢ que ver a d¨®nde ir¨¢ a parar, es aquello de que hasta el peor insensato tenga un p¨²blico cautivo. Quiero decir que habr¨¢ quien en efecto piense, porque el expresidente lo repite a diestra y siniestra como un eslogan vac¨ªo, que ¡°los profesores¡± se han volcado a la tarea de adoctrinar a los que estaban chiquiticos ¡°cuando Uribe pacific¨® al pa¨ªs¡± ¨Ca su parte del pa¨ªs¨C y todo para que la izquierda extrema vuelva de entre los muertos a tomarse este incierto lugar. Pero espero que, como prueban las encuestas, cada vez haya menos gente dispuesta a creerse las f¨¢bulas de terror de los pol¨ªticos.
Cualquiera puede enterarse de qu¨¦ ha pasado en Colombia en estas ¨²ltimas d¨¦cadas. Cualquier joven, si quiere, puede ver reflejos de lo peor que hemos vivido en el siglo XXI ¨Cdiscursos inescrupulosos que azuzan las violencias, saboteos a los acuerdos de paz, ejecuciones extrajudiciales para engordar los resultados, guerras por los corredores del narcotr¨¢fico que acaban pagando los civiles, represiones brutales de las protestas sociales, asesinatos de defensores de derechos humanos, seguimientos e interceptaciones telef¨®nicas ilegales a los periodistas, a los opositores, a los jueces¨C en los primeros diecisiete meses de este Gobierno al que le han estallado en la cara tantos odios sembrados por sus supuestos partidarios. Cualquiera puede verificar que ni los profesores ni los alumnos se est¨¢n inventando este desmadre.
De verdad creo que estamos despidiendo lentamente vicios colombianos de los tiempos en los que los abuelos estaban chiquiticos.
De verdad pienso que, aun cuando se sigan ganando elecciones a punta de mentiras e imprecisiones, los pol¨ªticos de hoy tienen que dejar atr¨¢s aquellas ¨¦pocas de atrincheramientos e historias oficiales en las que unas palabras suyas bastaban para salvarlos.
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