Deportiva
Mi propuesta es sacar el deporte del Ministerio de Cultura para ubicarlo en un futurible Ministerio de Sanidad y Deporte
No me rega?en: me parece bien que al ministro de Cultura y Deporte le interese el baloncesto, s¨¦ que mens sana in corpore sano y que existen El miedo del portero ante el penalti de Handke, La soledad del corredor de fondo del airado Sillitoe y La media distancia de G¨¢ndara. He le¨ªdo-visto nadar a mujeres elegant¨ªsimas en los libros de Soledad Pu¨¦rtolas y practicar braza o crol a los personajes de escritores nadadores como H¨¦ctor Abad, con quien compart¨ª piscina en la Cartagena colombiana. No nos reconocimos bajo el agua, sino en el desayuno: ¨¦ramos las sirenitas de las 7.15. Conozco la existencia de Murakami y a la francesa Lola Lafon que escribi¨® La peque?a comunista que no sonre¨ªa nunca sobre Nadia Comaneci. Recuerdo admirativamente el segundo relato de El fin de los buenos tiempos de Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n y lo bien que jugaban al tenis en El jard¨ªn de los Finzi Contini. Me consta el ¨¦xito de La pasi¨®n de multitudes de Rodrigo Fres¨¢n y de obras colectivas sobre f¨²tbol. Tambi¨¦n cine, pintura o c¨®mic est¨¢n llenos de deporte. Y la m¨²sica: La edad de oroes un maravilloso ballet deportivo de Shostak¨®vich.
Sin embargo, la sugerencia de hoy tiene que ver con la reorganizaci¨®n de ministerios y carteras. Es una cr¨ªtica estructural que aspira a concretar la idea ilustrada que vincula utilidad y felicidad. Mi propuesta es sacar el deporte del Ministerio de Cultura para ubicarlo en un futurible Ministerio de Sanidad y Deporte, dado que el Consumo ahora est¨¢ en manos de Alberto Garz¨®n. En vista de la precarizaci¨®n y el desprestigio culturales y considerando el aumento de la obesidad, ?por qu¨¦ no desvincular lo deportivo de lo espectacular, los derechos de emisi¨®n, patrocinios y publicidad, la furia patriotera (?patrihortera?, ?patriohetera?) de la hinchada, de la gente que come palomitas con chili y bebe refrescos mientras grita ¡°gol¡± ¡ªo cosas peores¡ª, de la pasta gansa y las mafietas, del machismo contra las ¨¢rbitras y la malsana competitividad que azuza a los ni?os para metamorfosearlos en Messis o Nadales frustrados que nunca sacar¨¢n a sus familias de pobres? Esta ¨²ltima pregunta me lleva a grabar una nota mental: ?deber¨ªa ser el deporte una secci¨®n del Ministerio de Trabajo? Frente al penoso espect¨¢culo de padres y madres que se matan en las competiciones infantiles, propongo reforzar el nudo que ata deporte y salud p¨²blica: hagamos deporte para rebajar el az¨²car en sangre o evitar la arterioesclerosis que nos tiene con el coraz¨®n en un pu?o y, venga, a consumir alimentos-medicina (?Alberto!). Saludemos el ejercicio cotidiano ¡ªdon Melit¨®n, que ten¨ªa tres gatos¡ª como modo de embellecimiento y prolongaci¨®n de la esperanza de vida de nuestros macizos cuerpos jubilados en una sociedad de pensiones boyantes. Matemos varios p¨¢jaros de un tiro: evitemos violencias y corrupciones, mantengamos a raya los triglic¨¦ridos, secretemos hormonas de felicidad y, de paso, limpiemos la cultura de reminiscencias clientelistas de pan y circo para aproximarla a la educaci¨®n, el placer y la inteligencia cr¨ªtica. Disfrutar de un derbi o de una competici¨®n de patinaje no es ¨®bice para esta reforma. Yo aqu¨ª la dejo. Sobre la mesa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.