Cr¨ªmenes
Apuntarse al ¡°espa?olismo¡± era una provocaci¨®n tan reaccionaria como peligrosa. Ahora es visto como un radicalismo
En junio de 1994 los tres pol¨ªticos con m¨¢s futuro de Euskadi (Fernando Buesa del PSE, Joseba Egibar del PNV y Gregorio Ord¨®?ez del PP) mantuvieron un debate en ETB. Menos de seis a?os despu¨¦s, solo quedaba uno vivo: Joseba Egibar, que hoy sigue en la brecha, le deseo mucha salud. Los otros dos fueron liquidados por ETA, como parte de una limpieza ¨¦tnica sistem¨¢tica destinada a aterrorizar pero sobre todo a eliminar adversarios pol¨ªticos del separatismo. Gorka Angulo hizo un buen relato en La persecuci¨®n de ETA a la derecha vasca (editorial Almuzara), que tambi¨¦n incluye los atentados contra socialistas. Nada de violencia indiscriminada, nada de violencia in¨²til. El objetivo era convertir la opci¨®n por la Espa?a constitucional en otro extremismo m¨¢s (de ah¨ª ese mote infame de ¡°espa?olistas¡± que aceptaron d¨®cilmente incluso quienes lo padec¨ªan), creador de conflicto y que despertaba reacciones quiz¨¢ indebidamente violentas pero comprensibles. Apuntarse voluntariamente o por descuido al ¡°espa?olismo¡± era una provocaci¨®n tan reaccionaria como peligrosa. Ahora es visto como un radicalismo que compromete innecesariamente la convivencia: ?con lo f¨¢cil y jatorra que resulta dejarse mecer por la suave brisa nacionalista, ser muy ¡°de aqu¨ª¡± y nada ¡°de all¨ª¡± (salvo lo que aconsejen los negocios) y compadecer a todos los que hayan sufrido, aunque sea de varices!
Hace ya 25 a?os que asesinaron a Gregorio Ord¨®?ez, un teniente de alcalde ¡°espa?olista¡± que si ETA no lo impide hubiera llegado probablemente a la alcald¨ªa de San Sebasti¨¢n. Algo triste y lamentable, naturalmente, todo el mundo lo siente mucho, pero que ha tra¨ªdo al menos un beneficio colateral: ya no es posible que el caso vuelva a darse. Mira qu¨¦ bien. Como suele repetirse, las v¨ªctimas no pertenecen a ning¨²n partido: pero est¨¢ claro a cu¨¢l beneficia su inmolaci¨®n.
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