La bienvenida
Con esta apertura a la participaci¨®n de diferentes sectores pol¨ªticos, Duque caer¨¢ en lo que m¨¢s criticaba
El viernes pasado, el congresista Gabriel Santos, hijo del exembajador de Colombia en los Estados Unidos, Francisco Santos, lanz¨® v¨ªa Twitter un comentario con el que daba a entender que el Gobierno hab¨ªa cedido a las pretensiones burocr¨¢ticas de varios sectores pol¨ªticos y que se estaban rifando ministerios por parte del partido Cambio Radical y tal vez el Partido Liberal. Todo parece indicar que dicho remez¨®n ministerial se dar¨ªa en las pr¨®ximas semanas. De confirmarse la informaci¨®n, seguramente el Gobierno por fin lograr¨ªa mayor¨ªas en el Congreso de la Rep¨²blica y con ello, cierta estabilidad en la agenda legislativa.
Sin embargo, hay dos grandes costos para el Ejecutivo. Por un lado, su discurso de la lucha contra la corrupci¨®n y la llamada mermelada se derrumbar¨¢. No debe olvidarse que en Colombia dejar participar otros sectores pol¨ªticos en el Gobierno no es bien visto. Recientemente, la sociedad considera que eso es corrupci¨®n y tr¨¢fico de influencias, popularmente se conoce como mermelada. El actual Gobierno de Iv¨¢n Duque critic¨® esta participaci¨®n pol¨ªtica, acus¨® al expresidente Santos de ser uno de los m¨¢s corruptos por dejar participar a diferentes sectores pol¨ªticos. Ahora, con esta apertura, Duque caer¨¢ en lo que m¨¢s criticaba.
Por otro lado, cuando el Gobierno de Duque arranc¨® su popularidad estaba cercana al 60 %. Ahora, luego de casi 18 meses, la imagen positiva est¨¢ por debajo de un 30 %. Varios analistas consideran que se vive una crisis sin precedentes. Por ende, una cosa es negociar con socios pol¨ªticos cuando se est¨¢ en la cima de la popularidad y otra es negociar en medio de una crisis pol¨ªtica. Todo indica que Cambio Radical y los liberales ser¨¢n, literalmente, vampiros que se chupar¨¢n hasta la ¨²ltima gota de sangre del Gobierno Duque. Su alianza ser¨¢ a un alto precio para el Gobierno.
Pero el costo tambi¨¦n ser¨¢ para estos partidos tradicionales, que han sufrido varias derrotas electorales en el ¨²ltimo tiempo. Generalmente, en Colombia hab¨ªa tres sectores pol¨ªticos. El primero a la izquierda, siempre marginal y muy peque?o. Pero en las elecciones de 2018 lograron ser casi un 25% del legislativo, se cree que van a subir en las pr¨®ximas elecciones nacionales del 2022. De hecho, fueron la segunda fuerza en las presidenciales. El segundo grupo es la derecha fuerte, principalmente compuesta por las ¨¦lites regionales, las cuales siempre hab¨ªan sido las segundonas. Sin embargo, ganaron en 2018 y salieron tan fortalecidos que rechazaron el apoyo de los partidos tradicionales por m¨¢s de un a?o. El tercer grupo es la ¨¦lite nacional, la todopoderosa burgues¨ªa nacional, la que ha gobernado por m¨¢s de 100 a?os al pa¨ªs. Siempre ganaban, pero esta vez han salido derrotados.
Esta ¨¦lite nacional, de la cual es parte un sector de Cambio Radical y un buen sector del Partido Liberal necesita reinventarse, sus viejas pr¨¢cticas clientelistas les han costado mucho. Por ello, si bien entrar al Gobierno puede darles miles de cargos burocr¨¢ticos, tambi¨¦n puede salirles costoso: podr¨ªan ser castigados duramente en las urnas, no solo por percibirse que siguen con sus pr¨¢cticas corruptas, sino, sobre todo, deber¨¢n cargar la imagen negativa del actual Gobierno. Siempre se ha dicho que en pol¨ªtica nadie est¨¢ muerto, pero igualmente se debe decir que reinventarse en pol¨ªtica es una de las cosas m¨¢s dif¨ªciles que hay.
Al final, tal vez, tanto el Gobierno como estos sectores pol¨ªticos tendr¨¢n beneficios y costos. Pero la principal conclusi¨®n es que ninguno de estos sectores ha entendido el nuevo pa¨ªs, ese que sali¨® a las calles hace algunas semanas y que durante este a?o no se esconder¨¢. Por el momento, el Centro Democr¨¢tico le da la bienvenida a la gente de Germ¨¢n Vargas Lleras, los Char y Cesar Gaviria.
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