Esquerra rompe con la ilegalidad

Obras son amores y no buenas razones. Esquerra Republicana (ERC) rompi¨® estent¨®reamente el lunes con el unilateralismo y la ilegalidad.

Quebr¨® as¨ª cualquier idea residual del independentismo como bloque, como un todo monol¨ªtico, totalizante, en cualquier circunstancia y de por s¨ª evidente. Aunque puedan suscitarse coyundas temporales y alianzas de ocasi¨®n que alarguen la agon¨ªa de un Govern desfallecido.

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Esto es lo m¨¢s importante que ha sucedido en el escenario pol¨ªtico catal¨¢n en los dos a?os largos transcurridos desde el vuelco de la legalidad de oto?o de 2017. Y adem¨¢s, entra?a efectos para la estabilidad pol¨ªtica del conjunto de Espa?a.

La validaci¨®n por la Mesa del Parlament y de su presidente, Roger Torrent (de ERC), de la decisi¨®n judicial que daba luz verde a la desposesi¨®n al president Quim Torra de su acta de diputado es pol¨ªticamente clave.

Lo es incluso aunque vino envuelta en un espeso celof¨¢n de cr¨ªticas sobreactuadas a la justicia por el ¡°secuestro¡± de los derechos al a¨²n president. El caso es que Torra no pudo incumplir el lunes la ley ¡ªno vot¨®, no la quebrant¨®¡ª porque su socio gubernamental se lo impidi¨®.

Y ERC se lo impidi¨® contra la voluntad expresa de su propio president; pese a su amenaza de acortar la legislatura; pese a los gritos de ¡°traidores¡± de unas cuantas decenas de sospechosos habituales embozados que alborotaban frente a las puertas de la C¨¢mara. Y participando luego en cuatro votaciones, en sentido contrario a sus socios de Gobierno, que desaparecieron defendiendo la ocupaci¨®n ilegal por Torra del esca?o del que fue despose¨ªdo.

Distingamos entre los ecos y las voces de ERC: sus palabras son exaltadas; su historia, zigzagueante, an¨¢rquica e incoherente; sus ¨²ltimos hechos, meridianos.

Es al menos la sexta vez que su plante legalista sucede en dos a?os, y aunque se haya producido alg¨²n episodio contradictorio (v¨¦ase la reciente decisi¨®n del Tribunal Constitucional porque Torrent tramit¨® unas resoluciones desafectas) en el respeto a la legalidad, la l¨ªnea de conducta es clara:

1. Empez¨® el 30 de enero de 2018 cuando Torrent desech¨®, por ilegal, la propuesta posconvergente de elegirpresident, v¨ªa telem¨¢tica, a Carles Puigdemont.

2. ERC corri¨® la lista de esca?os cuando el juez Llarena vet¨® (23-3-18) el acceso al esca?o a sus procesados por rebeli¨®n (luego condenados por sedici¨®n): mientras Junts per Catalunya mantuvo simb¨®licamente a Puigdemont y a Toni Com¨ªn, hasta que acaban de lograr el puesto de eurodiputados.

3. ERC facilit¨®, v¨ªa abstenci¨®n, investir a Pedro S¨¢nchez (25-7-19). Junts, no.

4. Los republicanos, a diferencia de dirigentes de Junts, no llamaron a lo que luego fueron graves altercados pos-sentencia del proc¨¦s del 14 de octubre.

5. ERC escogi¨® otra vez la v¨ªa pol¨ªtica en vez de la insubordinaci¨®n en noviembre y diciembre, cuando pact¨® con el PSOE una mesa de di¨¢logo sobre la cuesti¨®n catalana y luego vot¨® en consecuencia la investidura de S¨¢nchez el 7 de enero. Junts, no.

?Evaluamos solo palabras? ?O hechos?